34.- Las compras para tres

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Capitulo 34: Las compras para tres

—Oh, estas despierto...— se gira medio cuerpo hacia mi, el trozo de pastel a medio comer frente a él y la taza con té humeante es claro indicio de que su estomago no lo dejó dormir.

—Tengo algunas cosas que hacer hoy, este lugar no tiene nada de lo que necesitaran para vivir.— Tomo asiente, con su pie corre una silla hacia atrás y me indica con una mirada rápida que me siente.— creí que no te vería mas, tu partida fue tan sorpresiva...

—Lo siento, luego de que me expulsaran pensé que lo mejor era regresar a casa con mis padres. Mamá utilizo sus contactos para que pudiera terminar la secundaria, ahora tengo la seria sospecha de que tiene relaciones con la yakusa.— con el tenedor lleva un pedazo de pastel a su boca, aunque tengo muchas cosas que quiero preguntar realmente no se como empezar.— no fue tu culpa.

—¿A que te refieres?— el tenedor reposa sobre el ahora vacío plato y las manos de Tomohisa apresan una de mas mías, siento mi garganta apretada así como el escozor en los ojos.

—No fue tu culpa, realmente no me arrepiento de lo que hice si eso te salvo la vida. Así que no te culpes, deberías estar feliz ahora que regresé.— Aprieto la mano de Tomo, las lagrimas salen de mis ojos y recorren mis mejillas. Que molesto. Rápidamente las seco con mi mano libre, una sonrisa delgada aparece en los labios de Tomo.— supongo que es inútil que te lo siga repitiendo, pero entiende esto ¿si? Eres mi mejor amigo, de echo eres el único que he tenido desde que tengo memoria, nunca me arrepentiría de salvarte. Se que eso no repara lo que hice, es algo con lo que cargare toda la vida.

—P-pero yo.... fue mi culpa y t-tu.... — las lagrimas que siguen saliendo y el dolor en mi pecho no me dejan hablar, una de sus manos se suelta de la mía y seca mis mejillas.

—Es raro verte llorar ¿No lo hiciste hace un año?— niego, todo paso tan rápido que no tuve tiempo de desahogarme.— me alegra que sigas siendo un buen chico, no se que haría si cambiaras Tat.— Tomohisa me rodea con sus brazos, escondo el rostro en su pecho y dejo que el llanto salga con libertad. Nos quedamos así durante unos minutos, mi respiración se normaliza lentamente.

—Gracias, por eso y por dejarme llorar.— me alejo del cuerpo de Tomo, la camiseta esta un poco húmeda por mis lagrimas.— te extrañe, Tomohisa-chan¹.

—Es extraño que me llames así, estas un poco grande ¿no?— me río y desaparezco las ultimas lagrimas de mis ojos.— También te extrañe, Tatsuya-chan.




—¿No pudiste traer el auto, mocoso?— es la tercera vez que reclama lo mismo.

—Ya te dije que Aki lo traerá, tendrás que conducir de regreso a la casona.— pasadas las cuatro de la tarde decidimos, mas bien decidí que era hora de comprar las cosas para la estadía de los chicos en la casona ademas de ropa suficiente para los ahora, tres convivientes.— no iré con ustedes, mi cama me debe de extrañar.

—¿No nos ayudaras a ordenar?— Tomo forma un puchero, supongo que a ninguno le agrada hacer las tareas del hogar, no se como sobrevivirán los tres solos.

—Voy a reunirme con Car y el padre de Scarlett, ademas de la información que Tomo aun no nos entrega.— lo miro un segundo, este solo ríe y se encoje de hombros, dirijo la mirada a los otros.— podría tener algo útil para usar en contra de los vampiros, que haya sido un cazador le dio mas experiencia que a nosotros contra ellos.

—Tu suegro es un ex cazador y ahora es un lobo convertido...Peor que una película de terror.— Eliot y Eitan ríen por el comentario de Tomo, si, se llevaran de maravilla.

Aun si no me escuchas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora