41.- El vampiro que ama a la luna

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Capitulo 41: El vampiro que ama a la luna

Yves lucha contra el sueño dando pequeños saltos en su lugar para mantenerse alerta, el vampiro ha estado inconsciente toda la noche mientras su cuerpo se regenera a ritmo acelerado. Con el sol asomando tras los kilométricos bosques que nos rodean ya debería prepararme para ir al insti pero viendo los recientes acontecimientos, que me mantuvieron en vela toda la noche, no puedo irme y llevar el peligro a un lugar público.

-Ve a descansar, yo me quedo vigilando.- Tomo palmea mi espalda un par de veces incentivándome a salir del lugar junto al vampiro, Yves abre los ojos pero los cierra al toparse con los primeros rayos del sol que entran a través de la cortina.-si continuas así no podrás tomar decisiones y preocuparas a los demás.

-Ya lo sé....- Tomo se sienta junto a mí en el espacio frente a la cama, con Yves casi dormido y el vampiro sin dar señales de vida puedo descargarme un poco con él. Aun si no se lo pido, Tomohisa va a escuchar lo que pienso y me dará una respuesta. Siempre ha sido así. - nee Tomo...Esta situación me recuerda...

-Lo de hace un año atrás ¿no?- asiento y sonrío forzando a mis labios a curvarse, no es el mejor recuerdo que poseo. - pues, se asemeja mucho. Una pelea, nosotros dos esperando horas y horas frente a una sala de hospital... ¿Sabes cuál es la diferencia esta vez?- niego repetidas veces y fijo la vista en los ojos de Tomo, en su rostro se mantiene la sonrisa burlesca que usa cuando sabe algo que yo no.- la diferencia está en que hoy no saldré corriendo y no te dejaré solo, el vampiro tendido en tu cama no es tu culpa pero sí lo es preocupar a tus amigos. Entiendo que lo ocurrido con Scar te tiene afectado pero además de tu mate tienes a cuatro chicos dependiendo de tus decisiones, debes mantener eso en tu mente.

-Es más fácil decirlo que hacerlo, lo único que ronda mi mente es la expresión vacía de Scarlett...- Yves termina por caer sobre el escritorio, con ambos brazos sirviendo de almohada y el rostro en dirección al vampiro duerme lo que no pudo durante la noche. No debería exigirse tanto.- llévalo al cuarto de los gemelos, y trae una manta para mi.- la risa de Tomo resuena desde su garganta mientras se pone de pie y se acerca a Yves, con cuidado de no despertarlo otra vez lo toma en brazos y sale con él de la habitación. Mis padres y los gemelos ya están en pie luego de descansar durante la noche, irán a trabajar y estudiar normalmente mientras nosotros trasladamos al vampiro a la casona.

Con el permiso de Sander para moverlo por el pueblo y cruzar el bosque después alejaríamos a los que quisieran eliminarlo luego de su misión, mi idea es tenerlo vivo la mayor cantidad de tiempo posible. Un pueblo con muchos lobos es peligroso para un vampiro moribundo, a pesar de que en un principio estaba en contra termino dando su brazo a torcer y me dio una hora de permiso. Es como mover un animal peligroso, los chicos harán de escolta para el vehículo.

A quien no he avisado de lo ocurrido es a Car, tengo la sensación de que me reprenderá por muchas horas. Los gemelos hablaran con él en el insti, no debo preocuparme por eso aún. Eitan me llamo hace un par de horas...no debería pensar en eso, solo me deprime.

-Tu padre se está encargando de ordenar, los gemelos ya se han marchado y tu madre está cocinando almuerzos. No tendremos que preocuparnos de la comida hoy. - una manta cae sobre mi cabeza y se desliza hasta llegar a mi regazo, cubro con ella mi espalda envolviéndome lo mejor posible. Mis ojos queman por el sueño, estúpido vampiro...el no necesita dormir...solo esta inconsciente...debería hacer su recuperación despierto. - duerme hasta que sea hora de marcharnos, yo me encargo de todo. Por algo soy tu beta.

-Preferiría decir que eres mi amigo...pero haya tu. - cierro los ojos y descanso la cabeza contra la pared, Tomo cierra las cortinas dejando la habitación completamente a oscuras. Amo mis cortinas. Las voces de mamá y papá se apagan junto con mi conciencia, todo se va volviendo negro y silencioso.

Aun si no me escuchas Where stories live. Discover now