Aun si no me escuchas

48.- Adiós a la tragedia

Capitulo 48: Adiós a la tragedia

Ya que este es territorio bajo el cuidado de Sander, él y su manada se hacen cargo de extinguir la gran hoguera. Con todos los cuerpos ya eliminados solo nos queda retornar a casa antes de que el sol termine de llegar a lo alto del cielo.

Car y Laura guían a su manada por el bosque una vez se despiden de Sander, fue realmente bueno que todos vinieran esta noche. De otra forma no abríamos podido rescatar al lobezno y salvar a Philip. Incluso la repentina aparición de Lance salvo la noche de ser aun más larga, creo que a Eitan no le agrado mucho ver a su antiguo alfa pero nunca desprecio la ayuda, mas si permitió que un vampiro pudiera escapar. Para ellos tal vez fue un error pero no dijeron nada en contra y me asegure de que nadie lo siguió a través del bosque, fueron de gran ayuda con sus habilidades de combate.

Papá y mamá terminan de atender a los pocos heridos y arrastran a los gemelos con ellos y el resto de adolescentes que acudieron en ayuda, a pesar de las malas relaciones de las manadas en esta región todos pueden trabajar muy bien juntos. Sobre todo si es para salvarnos el cuello.

—Ya hemos terminado aquí, es momento de ir a descansar.— Sander se acerca a mi seguido de Lance, me pregunto en qué términos trabajan estos dos. Mi familia me observa desde lejos y dan media vuelta para comenzar el regreso a casa rodeados de ambas manadas, el lugar esta silencioso una vez más.

—Gracias, no teníamos oportunidad sin su ayuda. Y sobre Philip...

—Eso está bien, dejaremos que se marche bajo tu responsabilidad pero si coloca un pie en el territorio otra vez su cabeza se separara de su cuerpo para siempre.— Tomo ríe en mi mente y bate la cola a ambos lados de su cuerpo, ya es hora de enviarlo a dormir.

—Nos vemos entonces.— Lance me enseña los dientes antes de correr tras su manada y Sander me da un suave golpe con su para derecha, un aullido de llamada para el alfa se extiende por el bosque y Sander baja las orejas. Nos da una mirada de disculpa antes de internarse entre los arboles siguiendo la dirección del aullido.

Respiro profundo y doy media vuelta, el rastro que quedo en el camino que usamos para venir y que los chicos usaron para retornar está demasiado marcado. Es una molesta mezcla de aromas, similar a entrar en una tienda de flores o dulces. Tomo me sigue a paso lento y bostezado repetidas veces a cada paso que da, yo con suerte evito por arboles que se interponen en mi camino. Avanzamos a paso lento cruzando las zonas de arbustos sin espinas, no necesito mas heridas por este día.

La casona se aparece entre los troncos con todas las luces encendidas, el sol ya ilumina todo el cielo y aun así derrochan energía. En los escalones hay dos montones de ropa, Tomo se acerca en su forma humana y comienza a vestirse lo más rápido que puede. Lo imito a un ritmo más lento, creo que no debería o no quiero entrar en la casona ahora mismo.

Mi hermosa y blanca piel tiene unos cuentos moretones a la altura del pecho, brazos y el muslo izquierdo, no me sorprende que me duela el caminar. Tomo por su parte, tiene toda la espalda de un color verde negruzco y una marca de mordedura y garras en el antebrazo derecho. Nos terminamos de vestir con muecas de dolor que hacen reír a mi amigo. Desde dentro se oyen las voces de los chicos y el aroma del lobo negro se siente invasivo mezclado con el nuestro, como si quisiera acoplarse a nuestro aroma por la fuerza. Tomo me empuja sujetándome por los hombros, abro la puerta antes de estrellarme con ella y entramos.

La imagen de Scarlett siendo abrazada por un chico desconocido y semi desnudo debería hacerme hervir la sangre pero extrañamente no lo hace. Todos nos miran visiblemente agradecidos por nuestra llegada, incluso mi pelirroja. El chico la tiene sujeta de la cintura, ella en un pequeño sofá y él sentado junto a sus pies en el suelo. Con el rostro hundido en el estomago de Scarlett y su largo cabello ceniza cubriéndole la espalda y los pies, parece ignorar a todos los presentes.