Capitulo 3 - Lobo Estepario

183 7 0
                                    

Manhattan…  

Melissa Miller tomó el metro hasta su residencia, era un edificio de  7 pisos, pequeño en comparación con los grandes rascacielos que inundaban la ciudad de New York; al entrar saludó al señor Lee, un hombre asiático de unos 60 años  que era el dueño de lugar.

- Buenos días señor Lee –dijo Melissa al pasar por la recepción del edificio y alzar la mano en dirección al anciano que acomodaba la correspondencia en la pared, cubierta de pequeños cubículos con los números de los departamentos.

- Buenos días señorita ¿Cómo le va? –respondió alzando la mirada mientras sus pequeños ojos se reducían aun mas por la sonrisa que apareció en sus labios.

-Muy bien, gracias –respondió

La joven siguió su camino hasta el ascensor que abrió al instante luego de llamarlo, entró y presionó el botón número seis, luego se recostó de la pared de metal; una vez en su piso salió del ascensor y caminó por un largo pasillo, reconociendo a varios de sus vecinos que saludó con una sonrisa deteniéndose luego en la puerta de su apartamento, este era uno pequeño de tres habitaciones, sala, comedor y cocina. Lo compartía con Matt y Amy, estudiantes universitarios también

- Buenos días –dijo saludando a Matt, un joven de 25 años y cabellos marrones que estaba sentado en el mueble leyendo de espalda a la puerta.

-Hola, buenos días- Matt se puso de pie cuando escuchó su voz, se acercó a ella para darle un beso en la mejilla y un abrazo mientras le quitaba el bolso de su brazo y lo colocaba en la mesa del comedor- ¿Cómo te fue anoche? ¿Quieres desayunar? –preguntó mientras caminaba hacia la cocina

- No gracias, no tengo hambre –dijo con una sonrisa y se dejó caer en el mueble de largo a largo mientras observaba a su amigo de pie, este llevaba el cuerpo cubierto por un mono claro y una franela manga corta negra que dejaba ver sus brazos musculosos, sin duda acababa de levantarse; al fijarse en sus ojos azules Melissa dio un suspiro, lo consideraba su mi mejor amigo y aunque una vez él confesó que gustaba de ella no lo sentía igual, aunque ese hecho no hizo que se trataran diferentes, todo lo contrario, parecían novios por sus actitudes y muestras de cariño tanto en público como en privado.

- ¿Te encuentras bien? La Melissa que yo conozco siempre tiene hambre –le sonrió mientras caminaba de regreso y  se sentaba en la orilla del mueble donde ella estaba acostada, detallando su rostro.

- Perfectamente –le devolvió la sonrisa

- No será que los muertos te asustaron eh –comenzó a hacerle cosquillas

-No -sus cosquillas hacían  que se retorciera en el mueble mientras se reía descontroladamente, le dio un empujón a Matt que cayó de espaldas al suelo y Melissa horcajadas sobre él, agarrando  sus  manos sobre su cabeza para que no se pudiera mover- ¿Quién es el indefenso ahora?

- Te dejé ganar, es todo –se mordió el labio inferior mientras le sonreía, esa nunca fallaba para que le soltara

- Tramposo –le soltó las manos y las deslizó hasta su pecho

-Ya enserio ¿Qué tienes?  -preguntó ahora con un tono mas serio

- Es solo que quiero terminar ponto la universidad y poder regresar a casa. - la  mirada de Melissa se entristeció.

- Ya te falta menos; mírate, ya vas por las pasantías. –Matt acarició línea de su cabello y luego su rostro, le costaba hacerse la idea de que tenía ella tenía que irse, pero ambos estaban terminando las clases y debían tomar caminos diferentes.

- Si –sonrió de nuevo- tienes razón; pero tengo un problema.

- ¿Cuál?

- Que no te podré seguir molestando  cuando me valla.  

- Ah ¿eso crees? –alzó una ceja divertido, ella se puso de pie y corrió a  la cocina entre risas donde Mark la alcanzó corriendo, para luego darle un beso en su cuello mientas la abrazaba por detrás.  

*********

Staten Island…

Howie manejó atravesando la ciudad y el puente que conectaba con Manhattan; le encantaba vivir lejos del ruido y de la contaminación y con los ingresos que tenían podía pagar lo que quisiera; luego de unos minutos pudo divisar su casa, aparcó el auto y bajó llegando hasta la entrada principal; en cuanto abrió la puerta Nina se le abalanzó, aferrándose a su cuello con sus brazos y las piernas en su cadera, mientras le  estampaba un beso en los labios 

- Hola guapo –dijo la mujer sonriendo y después que le dio el beso lo soltó, quitándole el maletín y terminando de entrar a la casa; Howie le siguió cerrando la puerta

- Hola –dijo y rió por la escena que acaba de pasar, no se lo esperaba- Hoy como  que es el día de las chicas para abalanzarse sobre mí –señalando la puerta tras de él y mirándola caminar mientras balanceaba sus dos coletas que separaban su larga cabellera negra lisa en dos, esos chores tan cortos y esas franela de tiras tan sexy que llevaba; y claro con todas esas pulseras negras y anillos; le decía Rockoloca de cariño, «si conociera a Alex de seguro se enamorarían a primera vista» pensó Howie.

Nina había llegado a la cocina  y comenzaba a servirle un jugo de naranja cuando le dijo aquello; ella sonrió y dejó lo que estaba haciendo para subirse al mesón y tomar asiento en el- Ven y cuéntame todo –le hizo señas con su dedo índice llamándolo y él se acercó.

- No hay nada que reportar –llegó hasta donde estaba ella sentada y se colocó entre sus piernas mientras rodeando sus manos en su cintura-  Es solo una chica nueva que está haciendo pasantías allá –sonrió  al recordarla

- ¡Te gusta! –dijo Nina tapándose la boca con ambas manos y luego riéndose.

- Claro que no –espetó negando con la cabeza.

- No lo niegues, esa sonrisa no es cualquier sonrisa –señalándolo una vez más con su dedo índice.

- ¿No me ibas a dar un poco de jugo? –comentó cambiando de tema y haciendo que se recostara de la mesa mientras extendía su brazo agarrando el vaso y tomaba de él, sin dejar de sonreírle.

- No creas que te vas a salvar de mis preguntas –le respondió aun recostaba de la mesa y él sobre ella, le quitó el vaso y lo colocó a un lado con una mano, mientras con la otra atraía su rostro hacia el suyo para besarlo. 

A Howie le encantaba como le besaba; no tenían ninguna relación seria, ella tenía su novio y se encargaba de ir acomodar mi casa y preparar la comida cuando él estaba allí; y por supuesto de complacerme en todos sus deseos; la levantó en sus caderas y la llevó hacia el mueble donde la recostó quitándole la camisa, rosando sus manos por su piel mientras lo hacía, para luego besar su cuello suavemente; Nina se estremecía a sus caricias y arqueó su espalda cuando le quitó el brassier para besar sus senos.

Nina lo hizo girarse de espalda al mueble quedando  encima de él, le dio un último beso en los labios, mordiéndolos el labio inferior antes de soltarlo y luego se puso de pie

- Muy rico pero tienes que descansar, no te hacen bien los desayunos tan pesados –le guiño un ojo picara y él le respondió de la misma manera.

- ¿Ni siquiera un poquito? – ella negó con la cabeza y se fue de nuevo a la cocina, agarrando su camisa en el camino; Howie se levantó también y subió a su habitación para darse una ducha y descansar un par de horas antes de volver a su rutina nocturna. 

Athene Noctua (EN EDICIÓN)Where stories live. Discover now