Capítulo 15

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XV

Llega el próximo día, y con éste una lista de tareas que parece no terminar. Josh es implacable cuando de dirigir se trata; nos envió a investigar sobre los sistemas de seguridad implantados en la base, a buscar copias de los planos y los horarios de las distintas oficinas y facilidades. Como si esa información se pudiera conseguir en Internet. Sobre todo.

 Por eso mismo es que cuando llega la hora de la reunión, estoy que no puedo ni con el peso de mi propio cuerpo.  En el día de hoy he usado mi don más veces de las que puedo contar, y he de decir que llegué a mi límite. Al menos mañana no tengo entrenamiento. Si fuera así, nuestros planes se irían por la borda, porque dudo mucho que tenga las energías suficientes como para ocultarle la información a Aysha.

—A ver, ¿lograron conseguir lo que les pedí? —pregunta Josh en cuanto entramos a la sala que pedimos prestada para nuestra reunión. Clara y yo asentimos con la cabeza y le pasamos los documentos—. Perfecto —vuelve a decir, mientras examina los papeles con rostro de concentración—. Si todo sale bien, podremos partir el lunes.

El corazón palpita en mi pecho con mucha fuerza. Ni en mis sueños más descabellados me habría imaginado que fuera posible escapar de aquí. Sin embargo, la evidencia me prueba lo contrario.

Durante el transcurso de las siguientes horas discutimos el plan de escape diseñado por Josh. La emoción de por fin respirar aire libre se entremezcla con una sensación  muy desagradable en mi estómago. Espero no arruinar la misión, porque esto nos puede costar muy caro.

El tiempo pasa con una lentitud exasperante hasta que llega la fecha esperada. Para mí no hay vuelta atrás, hoy nos escaparemos de la base. Antes de cenar me doy una ducha y me visto con ropa cómoda y abrigada. Sobre la cama tengo la chaqueta de Reed, la misma que me prestó cuando finalizó el duelo.  Suspiro mientras la miro. Nunca tuve oportunidad de devolvérsela. Me la pongo a pesar de que me queda grande, enterrando mi nariz en el cuello. No sé por qué será, pero el mero hecho de llevar algo suyo me da el coraje de continuar con la misión.

 En la cena mis compañeros y yo tratamos de conversar normalmente para relajarnos y no despertar sospechas. No obstante, la tensión se cierne como una espesa niebla sobre la mesa, dificultándonos la tarea. En más de una ocasión nos quedamos en silencio, para luego comenzar con otro tema de conversación al azar. Solo ruego para que nuestro comportamiento no les parezca extraño a los que nos rodean. En especial a Aysha, que, desafortunadamente, está sentada a tres mesas de distancia de nosotros.

Como si me hubiera leído la mente, en este caso muy posible, mi mentora levanta la mirada de su plato de comida y la enlaza con la mía. Por un instante mi corazón parece detenerse; luego comienza latir con fuerza audible. Me debato entre sonreírle o saludarla, pero ella rompe el contacto visual antes de que yo pueda decidirme. Aunque Aysha no mostró indicio de querer invadir mi mente, fortalezco mis defensas. Sería una pena que nos descubrieran por un descuido mío.

 Después de la cena, cuando mi mentora y compañía se marchan del comedor, nos vamos al cuarto de entrenamiento, donde le damos un repaso a los puntos más importantes de la  misión y nos sentamos a esperar que se haga la media noche, la hora en la que dará comienzo nuestro plan de acción.

Faltan cinco minutos, y mis uñas son casi inexistentes, de tanto que las he mordisqueado. Josh tampoco luce tranquilo; no deja de mirar su reloj de muñeca. Aunque sin usar mi don no podría saber si su impaciencia se debe a la emoción o al nerviosismo. La verdad es que prefiero no saber lo que pasa por las mentes de mis amigos. Desde que los conocí no he usado mi don con ellos. Ni lo haré. Al menos no a propósito.

Nathan y Clara son los que más calmados lucen.  El primero se mantiene en silencio, sentado con la espalda apoyada contra una de las blandas paredes y las rodillas flexionadas contra su pecho.  La última, por su lado, se limita a practicar sus meditaciones, posicionada en la postura de la flor de loto.

The Exiled [Dangerous Minds 2]Where stories live. Discover now