1.2 - catching feelings

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Luke estaba enfermo.

No había nada peor que pasar su fin de semana en cama con un montón de mantas sobre su cuerpo, envolviéndolo como un taco hasta casi impedir que pudiera moverse. Él había intentado dos o tres veces moverse por la cama, dando resultado quedarse aún más atrapado en las mantas.

No tenía idea de cómo Michael logró arroparlo con tantas mantas para tratar de bajar su resfriado mientras iba por sus medicamentos. Sin embargo, Luke no necesitaba de medicamentos; odiaba tomarlos y no lo haría.

Se sentía torpe, pero a su mejor amigo no le importó cuando le prometió entre besos, que cuidaría de él hasta que se mejorará.

Luke había estado despierto durante los últimos quince minutos, y aún no era capaz de reunir toda la fuerza para moverse. Únicamente podía mover las manos para tomar un pañuelo y limpiar su rojiza nariz cada cinco minutos.

Ladeó la cabeza a un lado, viendo la hora en su celular antes de volver a su anterior posición, deseando con todo su ser poder levantarse por sí mismo y que Michael llegará de sabe Dios dónde. Estaba empezando a perder la paciencia, y ni siquiera la televisión estaba prendida; todo estaba en completo silencio y quería volverse loco. Estaba cansado de escuchar sus pensamientos.

Luke estornudo y movió la cabeza mientras tiraba de las cobijas más cerca de su cuerpo, tratando de entrar rápidamente en calor. Sus piernas se encontraban pegadas a su pecho y su mejilla contra una de las almohadas, sintiendo como el sudor frío corría por todo su cuerpo, dando calosfríos.

La mano de Luke lentamente bajó por su cuerpo, finalmente deteniéndose en su entrepierna y con cuidado bajar sus pantalones para luego meterla debajo de sus bóxeres. Jadeó y cerró los ojos con fuerza apenas la punta de su pulgar hizo contacto con el glande de su pene, soltando un gemido mezclado con un jadeó.

Estaba demasiado aburrido por lo que no encontró algo mejor que hacer además de masturbarse.

La excitación de Luke se incrementó cuando su mano comenzó a moverse de arriba hacia abajo, trabajando cada vez más rápido.

—Mierda  —gimió con la cabeza hacia atrás, casi alcanzando su orgasmo cuando de repente la puerta se abrió.

Luke intentó cubrirse de nuevo y sacó la mano de sus pantalones, rodando por la cama para terminar en el piso. Soltó un aullido de dolor, sintiendo cada una de las cobijas atrapando su frágil cuerpo e impedir que se moviera.

— ¿Quieres que regrese más tarde? —Michael dijo con sarcasmo.

—Jódete.

Michael rió y colocó la bolsa de medicamentos en uno de los muebles de su habitación. Se encaminó a la cama donde anteriormente descansaba su amigo, y lo ayudó a levantarse, quitando los cobertores de su cuerpo y tomando asiento.

— ¿Estás bien? —preguntó con curiosidad, tomando a Luke de los hombros.

—Estoy bien  —respondió Luke, empujando las manos de Michael fuera de su cara, quejándose en silencio. Estaba avergonzado por lo que había sucedido, y no quería que nadie le hablará en estos momentos.

—No seas gruñón —se burló el teñido. Sostuvo el rostro de Luke y besó sus labios dulcemente.

—Ugh, eres tan raro —dijo Luke, poniendo los ojos en blanco y echarse hacia atrás.

— ¿Alguien está de malas? —preguntó Michael, reprimiendo una pequeña risa al notar la mala cara que puso su mejor amigo al pronunciar esas palabras, no queriendo hablar del tema.

Michael sostuvo nuevamente el rostro de Luke y besó sus labios, acariciando sus mejillas amorosamente, intentando animarlo un poco y hacerlo sentir mejor.

Side effects [muke af]Where stories live. Discover now