1.8 - you love me and you're gay

444 61 15
                                    

La habitación a la que se le condujo a Michael era donde Luke yacía todavía inconsciente. Casi después de haber visto a Kristen entrar, golpeó su cabeza al echarse hacia atrás.

—Sólo se permiten 5 minutos —dijo la enfermera un poco inquieta, temiendo que su supervisor la descubriera. La hora de visitas había terminado hace un par de horas.

—Es todo lo que necesito.

La enfermera les dejo solos.

Michael se dejó caer en el sillón más cercano a la cama. Estiro su mano, tocando levemente la de Luke, y darle un apretón.

—Discúlpame, amigo —agregó al tropezar con el semblante divertido de su amigo.

Luke había despertado hace un par de minutos atrás, tan pronto como oyó que tenía una última visita. Todos sus amigos fueron a visitarle, pero solo le interesaba ver a alguien en especial.

—Tardaste mucho.

—Tuve una larga charla con Kristen —dijo Michael, sintiendo culpabilidad al mentirle descaradamente a su amigo. Se había ido del departamento apenas vio sangre brotar de la cabeza de Luke. Lo estuvo evitando toda la tarde.

—No importa.

—¿Qué quieres decir? —preguntó Michael poniéndose en pie, y pasar la mano por la frente de Luke, apartando un par de mechones rubios.

—Me daba el corazón que vendrías.

Michael sonrió y se inclinó a besar su frente. Había bastado un par de palabras para hacerlo olvidar sus temores.

—Pronto dejarán irte a casa.

Luke apretó los labios, mirando a otra parte —Sí.

—¿Qué ocurre? —preguntó Michael.

—No quiero regresar sin antes —hizo una pausa y fingió toser, tomando algo de valor—, hacer algo primero... es decir, probar que soy digno de ti.

—Eres mi mejor amigo —rió—, ¿Por que has de creer que necesitas...?

Luke empezó, pero dejó sin terminar la frase. Había un toque de irritación en su voz.

—No quiero eso —balbuceó.

—¿Qué cosa? —preguntó Michael, sin querer empezar una pelea. Cada vez que Luke no podía comunicar correctamente sus ideas a las personas, se irritaba y mandaba todo a la mierda.

—Michael —agregó haciendo una pausa—, ¿puedes contestarme algo con la verdad?

Luke se acomodó echando los hombros hacia atrás, y arriesgándose a mirar a su amigo. Su cabeza ardía y podía jurar que pronto iba a estallar.

—¿Hasta cuándo te espero?

Michael no dijo nada. Hubo un largo silencio.

—Dime algo —imploró Luke, conteniendo las lágrimas—. Cualquier cosa. Si lo que quieres es estar conmigo, esperaría mil años si tú lo desearas.

—Pero si no somos inmortales —dijo Michael, abrumado—, no tiene sentido.

—¿No comprendes lo que quiero decir?

—No viviré tanto, amigo.

—No es eso.

—¿Qué es, entonces?

—Por ti lo haría tan solo pídelo. Así puedo probarte...

—¿Qué diablos intentas decirme?

Side effects [muke af]Onde as histórias ganham vida. Descobre agora