c i n c ø

149 29 9
                                    

El resto de días pasaron como siempre lo hacen; Rápido. Tiempo perdido y malgastado en no vivir mi vida. Me doy verguenza. Envejezco rápido y después me arrepentiré de todo esto, todo lo que no hice. Estoy cansado de tener que vivir así. Algunas cosas sí vivirlas, y la otra mitad no. ¿Por qué tenía que ser así? ¿Es algún tipo de maldición por venganza a mis antepasados? Qué injusticia. No he hecho nada malo para merecer esto.

-En qué piensas?

-Nada..

Él asenció con la cabeza haciendo un sonido de afirmación, no muy convencido. Suspiré y agarré mi cabello con ambas manos, frustrado, estresado

-Si quieres puedo irme..- Preguntó algo incómodo. Yo lo miré con los ojos llorosos

-No. No te vayas- Me acerqué a él y lo abrazé. Él correspondió- Necesito compañía.. Estoy tan solo..- Rompí en llanto. No me gustaba llorar en frente de nadie, pero Brendon era una excepción.

-Tranquilo- Me dijo sobando mi espalda mientras yo mojaba su hombro con mis saladas lágrimas- Yo estoy aquí para tí. Cuando quieras.

-Debes pensar que soy alguien muy débil- Dije sorbeando mi nariz y calmándome un poco

-No. Está bien llorar a veces. Todos nos deprimimos de vez en cuando

Me aferré a su cuerpo más fuerte, esta vez en silencio. Al rato mis lágrimas habían cesado, pero simplemente no quería soltarlo. Quería sentirme acompañado por un momento, aunque fuera una noche, varias, o tal vez todas las noches de mi vida. No importaba. Sólo quería a alguien, quien fuera, que me quisiera. Sentía su perfume, algo que no podía describir, pero era sumamente embriagador

-Estás mejor?- Preguntó despertandome de mis pensamientos- Estás helado..

-No me sueltes.. No aún- Pedí- Porfavor

-Oh.. Okey- Dijo riendo suavemente

No sé cuánto tiempo abremos pasado así, pero no quería soltarlo, ni ahora, ni nunca. Creí que estaba mejor solo y estaba completamente equivocado. Brendon hizo un cambio en mi vida, y a pesar de qué sólo le veía de madrugada, podía desahogarme. Botar todo lo malo que he estado trayendo desde hace años. Es como el amigo que siempre quise, que siempre necesité. Aún se me hacía algo difícil abrirme hacia él, pero ya estaba comenzando a acostumbrándome a su cariño. Me conoce más de lo que me conoce cualquiera. Nunca le había contado tantas cosas a nadie en toda mi puta vida. Tenía un amigo llamado Spencer, antes de que apareciera mi estúpida Psicosis. Eramos muy unidos el uno con el otro, nuestras madres también se llevaban bastante bien, por lo que pasábamos juntos. Hacíamos un montón de cosas, jugar, algunas travesuras, pero sobre todo, reír. Cuando salimos de cuarto año, él tuvo que mudarse a Inglaterra. Fue lo peor que me pudo pasar y me quedé totalmente solo. Luego, dos años más tarde, fui diagnosticado con Psicosis. Dijieron que se había producido por demasiada depresión, lo cual creo imposible. Desde ese entonces, no tuve ningún amigo tan cercano como Spence, hasta ahora.

Hallucination .ᐟ RydenWhere stories live. Discover now