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-R-Ryan.. Se están a-acercando.- Dijo ocultándose tras de mí.- A-ahí vienen. E-ellos son.

Miré hacia donde apuntaba. Eran unos chicos más o menos de nuestra edad, tal vez unos años más grandes, pero no demasiado. Quién diría que el débil de Ryan Ross era capaz de terminar peleando por el amor de su vida, aunque vaya a morir en el intento de proteger a quién ama.

-Qué es lo que quieren de ti?.

-Q-quieren as-asesinarme.- Sollozó.- S-son realmente m-malos.

-Quienes son!?- Pregunté exaltado. Quería entender. ¿¡Qué pasaba!?.

-S-son unos a-antiguos am-ami-..amigos..- Dijo con dificultad entre las lágrimas- Pero me hicieron m-mucho mal.. M-me dan nauseas d-de sólo r-recordarlo.

-¿Qué te han hecho?.

-H-hace muchos años a-abusaron de mí s-sexual.. sexualmente y..- Empezó a llorar sin control.- Y y-yo llamé a la p-policía. Los m-muy malditos se libraron. P-pero tienen renc-cor desde que eso p-pasó. Un día m-me enfrenté a ellos, pero me golpearon h-hasta desmayarme..- Sequé sus lágrimas con mis manos, delicadamente y él agarró una de ellas y la besó repetidas veces.- A-ahora.. Van a vengarse. Prometieron que no descansarían hasta verme m-muerto..

Los tipos se aproximaban. Eran unos tres; Uno era moreno y tenía bastantes tatuajes, se veía bastante fuerte, a pesar de ser bajito. El otro era alto, metro noventa, ojos azules y castaño; el típico. El otro también era bajito y estaba repleto de tatuajes en los brazos, un escorpión en su cuello. Respiré hondo porque sabía que podía morir tratando de proteger a Brendon. Por favor, soy como un fideo con unos hilos como brazos y piernas. Hasta una hormiga golpea mejor que yo.

-Quédate aquí Brendon. No te muevas- Le dí un suave beso en sus perfectos y deseables labios.- Te amo.

-R-Ryan, n-no..

-Sólo.. Permanece quieto.

Me alejé de su lado y asomé la cabeza por un lado del puente, tratando de que no me vieran. Suspiré y el miedo me comió una vez más. Debo ser honesto, si no fuera por la seriedad de la situación, ya me hubiera hecho en los pantalones.

-Brendooon!. Sabemos que estás ahí maldita perra!.- Dijo el más alto con un tono muy molesto.- No te ocultes, marica chupa penes.

-Tienes miedo, gallina?.- Dijo el moreno riendo.- Eres una maldita puta. Enfrenta la realidad!

Me acerqué más a ellos, sin que pudieran verme, pero me alejé más de Brendon, lo cual me tenía bastante nervioso.

-No estarás preparado para lo que haremos.- El del escorpión en el cuello se rió mientras sacaba un arma de su bolsillo y yo abrí los ojos como platos.- ¡Te vas a morir del susto! ¡Literal!.

-A-aquí estoy- Dijo Brendon asomando su cabeza, yo casi me desmayo y modulé un "No lo hagas", él no me hizo caso- Aquí me tienen

-Lo sabía..- Dijo el más alto con una sonrisa mientras se acercaba a Brendon peligrosamente. No podía moverme. Quería salvarlo, socorrerlo, que ellos se fueran. Pero no podía, mis sentidos no respondían.- Di tus últimas palabras, Urie.

-Y-yo..

-NO!.- Grité saliendo de donde estaba, quedando a su vista. Estaba totalmente asustado y sentía como mis piernas temblaban, y, a pesar de que mi rostro estaba serio y mi ceño fruncido, sentía que iba a morir.- ¡Aléjense de él!.

-O si no..- Dijo el moreno bajito acercándose a mí.- ..Qué?

-Oye fideo.. No eres nadie para hacernos parar, a si que no te entrometas.- Dijo el del tatuaje de escorpión mientras se acercaba quedando a pocos centímetros de mi rostro.- Ahora corre donde tu mami, gallina.

No sé de donde tomé fuerzas para pegarle una golpiza en su mejilla con mi puño derecho. Chocó con el suelo, "Creo que me pasé en la fuerza..", Pensé. Brendon me miraba asustado, sus ojos estaban llenos de lágrimas que lentamente comenzaron a deslizarse por sus mejillas; lo había asustado. Y me sentía culpable.

Hallucination .ᐟ RydenWhere stories live. Discover now