Sin reglas ni principios 2

11. Estupideces.

Me apoyé contra la pared intentando que los últimos rayos de sol no me alcanzaran, mientras observaba la manera en que Dexter en ese momento intentaba descifrar uno de los cuantos códigos que le había dado. Arrodillado sobre la colchoneta del suelo, casi en una posición infantil e indefensa que era desarmada de inmediato por la expresión que mantenía.

Yo, por mi parte, me centraba en mantener la cadencia del celular mientras este giraba entre mi dedo indice y pulgar, cuidando de no tocar la piel entre ambos.

No podía evitar pensar en el ultimo mensaje que había llegado al aparato una vez colgada la llamada. En la odiosa idea de que aquel hombre tenía control sobre la vida de Ryan e incluso sobre la mía. No había manera de rechazar su petición, no una vez esta llegó en un par de textos bastante claros.         

  — ¿Llamabas? 

La voz de Bel logró sacarme de mis pensamientos, provocando que en un impulso el celular cayera. Me preparé para escuchar su sonido al estrellarse contra el suelo, no obstante, este no llegó y en su lugar recibí la casi imperceptible escena de Ryan al cogerlo en el aire y y deslizarlo tras su espalda. 

Nuevamente mi mirada se centró en la figura de la morena que aparecía sin haberse percatado de lo que recién acababa de ocurrir.

  — En efecto — Repliqué luchando por no mostrar mi sorpresa por la presencia de Knight a mi lado —  Necesito unas cuantas de tus mejores y más imperceptibles armas.

— ¿Planeas algo de lo que me deba enterar? —  Soltó pasando su mano entre sus cortos risos . Negué.

— No de lo que te debas enterar.

Hizo una pausa bajando su mirada y suspirando profundamente, para enseguida girar en dirección a Dexter y soltar una despreocupada sonrisa.

— ¿Acaso tu sabes que planea?

Ryan entre cerró los ojos, subiendo su mentón ligeramente y sencillamente parpadeando un par de veces con irreverencia.

— Aunque no lo creas —  Comenzó, cambiando el peso sobre sus piernas y provocando así que un imperceptible pliegue se formara en su cintura descubierta— . Prefiero hombres así. Observadores, nada habladores y un gusto para la vista.

Gruñí en el momento en que alargó la mano para posicionarla en su pecho y sin darme cuenta, ya había dado un paso y la sujetaba de la muñeca. Dejándola a medio camino.  

 —   ¿Entonces?— Alegué soltando el agarre y dejando que chocara contra su pierna  al caer — Las armas.

Apretó los labios levantando una de sus cejas y volviendo su atención hasta mi.

— Te advertiré algo, Mef. Puedes hacer lo que se te venga en voluntad, pero no olvides que no respondes solo por ti. Tienes todo un equipo que está atado a tus acciones por más que no lo desee— Hizo una pausa echándonos un vistazo bastante rápido y girando sobre sus talones, para agregar antes de retirarse—: Las tendrás en una hora en tu habitación.

Mantuve mi postura  hasta que salió de nuestro campo de visión y enseguida voltee en dirección a Ryan quien mantenía una expresión escéptica hacia mi.

— ¿Como es que llegaste tan rápido?

Señaló mi rostro y ante mi desconcierto prosiguió — : Tu expresión. Tenias los labios ligeramente entreabiertos y los ojos entrecerrados, lo que significaba que planeabas algo y probablemente una interrupción provocaría que el aparato cayera al suelo.

—  ¿Cómo sabes que hago eso cuando pienso?—  Murmuré recibiendo una encogida de hombros.

—  Me pregunto lo mismo—  Replicó sacando el celular y mirándolo aun entre su mano —    Aunque me pregunto mucho más por qué hay uno de estos en un lugar como este... y por qué te empeñas tanto en mantenerlo escondido.