Extra: Somos porque alguna vez fuimos

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SIETE AÑOS ATRÁS

RYAN'S POV.

PRIMERA PARTE: El chico que lo tenía todo.

Monotonía. Pura y física monotonía.

Pero no podía quejarme. De hecho mi vida era bastante cómoda y, aunque con la muerte de mi padre, Evan había tenido que tomar su lugar como responsable de la casa, mi madre, mi hermana, e incluso yo, estábamos en perfectas condiciones.

Pero eso era algo que no me agradaba en lo absoluto. Mejor aun, la monotonía a causa de los sacrificios de mi hermano, simplemente lograba llenarme de un sentimiento creciente de culpabilidad por no poder hacer nada para ayudarle. Sentirme un inútil que estaba lejos de la mayoría de edad, quizá era suficiente para martirizarme a diario, pero no lo necesario para que en mis opciones apareciera la idea de alejarme de casa y hacer las cosas por mi cuenta.

Después de todo y, eso era algo de lo que estaba seguro, mi padre había sido asesinado por hacerlo. Porque así era, le habían incrustado un par de balas casi un año atrás y ninguno de nosotros podía dar razón al por qué, o al simple hecho de a qué se dedicaba.

Mi madre nos había criado por su cuenta, primero a Evan quien me superaba por cuatro años y podía ufanarse de ser el único cercano al gran Knight. Luego a mi, que con quince años,a penas si lograba dejar de meterme en problemas por lo que sin duda alguna, era una impulsividad heredada. Y finalmente a mi hermana, otros cuatro años más abajo, quizá, las más afectada de todos y por ello, mi proyecto personal.

Los tres, en un nuevo lugar tras dejar aquel en decadencia donde los tiroteos se escuchaban a diario. Esa vez, intentando resurgir a punta de la poca economía que  Evan Knight podía proporcionarnos, una persona más que se alejaba de la familia para hacerla cada vez más pequeña.

En ese orden de ideas, mi madre y mi hermana resultaban mi responsabilidad y evitar que alguna de las dos colapsara en medio de la desesperación, la tristeza y seguramente la soledad, era una tarea que me había asignado.

Aquella época del año, recién comenzadas las vacaciones, me encontraba sobre mi cama, con los brazos tras la cabeza y la respiración lenta y pesada en un trance de autentico auto desprecio.

Un par de golpes resonaron en la puerta y esta no demoró en abrirse lentamente hasta dejar el espacio suficiente para que el rostro de mi madre se asomara.

— Ryan — comenzó, sin poder ocultar el cansancio en su voz — ¿ Puedo contar con tu ayuda?

— Mamá, has ofendido una gran parte de mi con esa pregunta — bromeé, logrando un esboce de sonrisa de su parte. Me puse en pie, abriendo mis brazos para exponer mi cuerpo — Estoy a tus ordenes ¿Qué deseas?

Tragó en seco, dudándolo unos segundos y enseguida suspiró reajustando su mano en la puerta y con ello, dejándome ver que sus dedos habían vuelto a lacerarse. Pequeñas heridas y zonas enrojecidas únicamente demostraban lo mucho que se había estado sobre esforzando para cumplir con su trabajo en los últimos meses.

— Se trata de Alina, hace unos minutos ha venido un grupo de amigos suyos y en vista de que no hay escuela, no he visto problema a que se divierta un poco. Es decir, solo sonríe cuando está contigo y es necesario que aprenda a compartir con otras personas.

— No entiendo ¿Por qué me estás diciendo esto?

— Es que, no se si sea correcto lo que estoy a punto de pedirte, pero aun no confío en el mundo y aquel chico rubio tiene una mirada tan oscura que...

Sin reglas ni principios 2Where stories live. Discover now