CAPITULO 46: Llanto

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(Tyler )

Me quedé ahí quieto, escuchando todo lo que hablaban Lauren y April. Y es que necesitaba respuestas. Si no se explicaba de alguna manera qué diablos sucedía, iba a colapsarme. Aunque ni sabía cómo.

—Haley no va a abrir la boca, lo intenté en las tutorías como tú me dijiste.

—Por supuesto que no es fácil que llegue a soltarlo, pero tienes que seguir intentándolo. Nos queda poco tiempo —April seguía leyendo unos papeles en la mesa mientras hablaba.

Y yo no entendía ni una mierda.

—¿Pero con lo que tenemos no estamos ya?

Lauren al parecer parecía impaciente, a lo que April levantó la vista, frunciendo el ceño.

—Solo tenemos suposiciones, y necesitamos evidencias, una declaración de lo que sucedió ese día.

Lauren soltó un gruñido, a lo que April, cabreada, habló.

—Sé que es difícil... pero el asunto es complicado. Además, ¿quieres o no al padre de Steve tras las rejas?

¿El padre de Steve? ¿Y ahora qué mierda tenía que ver él en esto? Lauren ni titubeó.

—Como nunca he querido algo en mi vida.

—Entonces sigue con el plan, tienes que acercarte a Haley, intenta ser su amiga —April ni siquiera la miraba, estaba muy concentrada leyendo papeles y colocándolos en su carpeta con sumo cuidado.

—¿Ser su amiga? —dijo soltando un bufido—. Estamos hablando de Haley Dickens, esa chica nunca querría ser mi amiga, además no es estúpida, se dará cuenta.

—¿De qué? ¿Realmente crees que va a sospechar que todo esto tiene algo que ver con su abuelo, que murió hace años? ¿Y que tú estás en eso? Vamos, Lauren, usa tu cerebro, por el amor de dios.

Al parecer realmente las dos no se llevaban nada bien, pero por lo mismo no entendía entonces por qué mierda estaban juntas en esto. Lauren no dijo nada y sacó de su mochila la misma carpeta con la que había andado el día de ayer en su habitación.

—Aquí traje todo lo que pude conseguir —se la entregó a April, que empezó a ojearla—. Hoy nos colamos en la casa de Steve y tendremos nuestras evidencias.

—Estupendo, porque las necesitamos lo antes posible. No voy a dejar de ninguna manera que ese asesino sea elegido como alcalde de Chicago.

Ahí, justo ahí estuve cien por cien seguro de que mi suposición era cierta. April y Lauren querían culpar a Richard Grey como asesino del abuelo de Haley. Algo que al parecer tenía que ver con el padre de Steve, que también estaba involucrado, cosa que aún no entendía muy bien.

Pero el punto era que lo que estaban haciendo más que tratarse de una amenaza contra Haley era más bien una ayuda. Unas ganas de ir a contarle a Haley vinieron a mí, pero me contuve. Además, los recuerdos de nuestra pelea volvían a mi mente, por lo que me era difícil encontrar fuerzas para ir hacia ella en este momento.

Así que me quedé, ya que si Haley no iba a contarme qué diablos sucedía con su abuelo, al menos tenía a April y Lauren para ayudarme en eso. Pero había una pregunta que no podía despegarse de mi mente: ¿por qué diablos April y Lauren estaban metidas en esto? ¿Qué tenían que ver?

(Haley)

Ya era el almuerzo y el comedor estaba colmado de estudiantes que caminaban de un lado a otro atiborrándose en las mesas como si un puesto valiera oro. Y es que al parecer ni alcanzaba para todos, ya que algunos estaban comiendo en las escaleras que daban al segundo piso. La explicación del extraño comportamiento de mis compañeros se debía a que hoy no era un buen día. Unas nubes grises amenazaban con llover en cualquier momento, pero como hoy había partido los del equipo habían estado toda la mañana en silencio, seguramente rezando para que el tiempo cambiara.

Mi Ángel Guardián II: La mentira mataWhere stories live. Discover now