Capítulo 34. Volverás por mi sabor

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Capítulo 34. Volverás por mi sabor

Louise (Louis) POV

De acuerdo, aquí hay algo que no me cuadra. ¿Por qué demonios Harry y Zayn eran hombres otra vez y yo no? a ver, es una injusticia y lo sabemos. ¿por qué ellos sí y los demás no? ¿qué tienen ellos que no tengamos nosotros? Mierda, una gran y olorosa mierda es lo que es esta situación, y no estoy nada contento con ella demonios. Y para colmo se pavonean, caminando por la casa tan anchos, como si nada, más chulos que un ocho. Vale, si, me alegro mucho por que hayan logrado volver a ser como antes y que estén con sus chicas y todas esas chorradas, pero me parece una maldita mierda mi situación, la de Niall y la de Liam, es una pura injusticia y me parece que el karma se ceba con nosotros sin razón. Es que si no fuera porque eran mis mejores amigos probablemente ya habría cometido una locura, y de las gordas. Pero bueno, son mis amigos, lo único que puedo hacer es básicamente lo que hago, tumbarme en el sofá del salón, muerto de envidia aunque alegrándome por ellos y rezar porque me toque a mi también.
Pues eso, que estoy tumbado en el sofá del salón, viendo como una aturrullada Niall corre casa arriba casa abajo porque tiene una cita con Melissa a la que va a llegar tarde, cosa que no será así porque Melissa llega siempre por costumbre una media hora tarde o incluso una hora, depende de como se haya levantado ese día, pero bueno, dejemos que el chico siga en su nube idealizada.
Mientras Niall va danzando por la casa, Liam le sigue de cerca limpiando a su paso, ordenando lo que desordena y recogiendo lo que tira. ¿Para qué quiero la tele si puedo ver esto en persona? A veces me preguntaba si Liam tenía alguna clase de desorden obsesivo-compulsivo con la limpieza. Eso explicaría muchas cosas la verdad, sobre todo la obsesión con el orden y la limpieza de ese chico, que sinceramente, no era normal.
-¡Niall!- exclamó entonces Liam haciendo que la rubia se detuviera- ¡átate los cordones, que te los vas a pisar, te vas a caer, te vas a matar y te vas a partir la nuca.
-Pero Liam- dijo él poniendo los ojos en blanco- una vez muerto que más me da lo que me parta.
De verdad, vivo en una casa de locos en la que no sé como he logrado mantener la cordura... ah, no, espera, si yo soy el más loco de todos.

Naya (Niall) POV

De acuerdo, vale que yo haya llegado diez minutos tarde, pero lo de Lissie es el colmo, ya ha pasado media hora desde que llegué y aún no ha llegado. Lo de esta chica y la hora es un problema, por su cumpleaños le voy a regalar un despertador para que lo ponga a la hora que tenga que hacer algo y así llegue pronto alguna vez, o al menos no llegue cuarenta minutos tarde. Perdón, cincuenta, han pasado otros diez minutos y aún no ha llegado, es que de verdad que lo suyo es vicio, no veo lógica está costumbre de llegar todos los días a todas las citas tarde, es que no es normal.
-¡Nay!- oí que me llamaban.
Me giré y vi a Melissa corriendo por la calle en dirección a mí, con el pelo hecho un desastre y la respiración agitada de correr, además de la parte inferior del vestido mojado.
-¡Ay dios, Lissie!- exclamé corriendo a ayudarla, agarrando el bolso que tenía medio abierto y que amenazaba con caerse le en cualquier momento de entre las manos- ¿¡Qué demonios te ha pasado!?
-Un serie de catastróficas desdichas- dijo de manera dramática.
Alcé una ceja.
-¿Esa no es una película de Tim Burton?
-¡Calla!- me reprendió ella- verás, salía de casa corriendo, porque llegaba diez minutos tarde cuando empezó a perseguirme un perro enorme. Cuando conseguí escapar del perro tuve que ir a coger el bus porque estaba lejísimos, y lo pillé de puro milagro, pero la falda se me enganchó con la puerta y casi se me rompe. No contenta con eso, al bajar del autobús me tropecé y me caí sobre un charco de agua sucia- se limpió el sudor de la frente- me siento sucia y asquerosa- gimoteó mirándose el atuendo mojado.
Pensé que ese tipo de situaciones sólo me ocurrían a mí, pero ya veo que estaba bastante equivocado. La verdad es que muy buena pinta no tenía, para ser sinceros, pero al menos eso se arreglaría cuando se le secara un poco la ropa... o al menos eso esperaba yo.
-Anda, corta el drama y entremos- dije negando con la cabeza y arrastrándola al interior de la yogurtería- Mmmmhhh... ¿qué te vas a pedir?- le pregunté pensativo mientras observaba la cantidad de toppings a que había.
-Un llao llao grande con chocolate, Ferrero, toblerone y oreo- le dijo a la chica sin dudarlo, dejando un billete en el mostrador.
-¿Sabes que un topping más...?- comenzó a decir la chica mirándola con la tarima grande en sus manos.
-Si, si, son 50 céntimos más, lo sé- dijo Melissa poniendo los ojos en blanco y poniendo su tarjeta del llao llao al lado del dinero.
La chica se volvió y le preparó el llao llao, tomó el dinero y la tarjeta, y, tras sellarla de la devolvió.
-Mmmh... yo quiero uno mediano con... chocolate, dulce de leche y... oreo- dije dejando también el dinero y mi tarjeta llao llao en el mostrador.
-En seguida.
La chica repitió la acción y en seguida estuvimos las dos sentadas en una de las mesas de la terraza, dejando que el sol acariciara nuestros rostros. La verdad es que este poco de calor que estaba haciendo era como una bendición después de todo el frío que había hecho. Era lo mejor poder volver a usar pantalones cortos y camisas de tiros. Tengo que admitir que verano es mi estación del año favorita sin duda alguna. El calor, la piscina, la ropa fresca, el helado (o mejor dicho el yogurt helado), era mi perdición, me encanta todo lo relacionado con esta época.
-¿Podían ser más bestias con el logo?- preguntó Melissa de pronto sacándome de mis ensoñaciones.
-Perdona, ¿qué?- le pregunté completamente fuera de juego. Seguro que llevaba un rato hablando y yo aquí a lo mío, perdido en mis pensamientos, sin hacerle caso. Esta visto que lo de irse por las ramas es claramente contagioso.
-El logo de las camisetas, ¿es que no te has fijado?- preguntó ella exasperada.
-Pues la verdad es que no- dije encogiéndome de hombros.
-Pues mira, por favor- dijo poniendo los ojos en blanco. Se había dado cuenta de que no le había estado prestando atención.
Me volví a mirar a la chica del mostrador, que ahora estaba de espaldas a mi, limpiando algo que se encontraba en la parte de atrás. Vi como en su camiseta negra rezaba un slogan que decía "Volverás por mi sabor" Me reí sin poder evitarlo. Era algo tan ridículo que funcionaba claramente. El uso del doble sentido era divino, increíble. No pude dejar de reírme bajo la mirada extrañada de Melissa. La verdad es que mi risa era bastante ridícula, de estas risas que provocan que los demás se rían sin poder evitarlo. Y, claro, fue cuestión de tiempo. En unos segundo Lissie empezó a reírse conmigo. Y ahí estábamos los dos, riéndonos como idiotas. Yo había llegado hasta tal punto que de mi boca no salía ningún sonido y estaba dando palmadas cual foca retrasada, mientras que ella daba patadas al suelo, agarrándose el estómago de la risa, riendo a carcajadas. La gente que pasa al lado nuestro nos miraba como si estuviéramos locos, aunque algunos nos miraban y se reían también. La risa es contagiosa, y eso, nadie lo puede negar.
Estuvimos una buena parte de la tarde en la mesa del llao llao, comiendo y riendo sin parar, fue una buena tarde. Una vez hubimos terminado de comer, nos levantamos y nos dirigimos a mi casa, con la intención de ver alguna película y probablemente de que Lissie se quedara a dormir allí.
-En serio, no sé como demonios puedes comer tanto- comenté, notando una enorme pesadez en mi estómago a causa de todo el yogurt que había comido. Sólo de pensar que el de ella era casi el triple que el mío me daban ganas de vomitar- yo casi no me pude terminar el mío.
-Tú que eres una nenaza- dijo ella riendo- si fueras a casa de mi abuela morías, eso si que es una exageración de comida.
¿Es posible que haya encontrado a alguien que coma más que yo? Pero... eso no es posible, ¿no? Pero ella se tomó ese yogurt gigante y yo a duras penas pude terminarme el mediano y... espera... ¿tendrán algo que ver las doce tortitas que me comí antes de salir por culpa de los nervios? Quizás por eso no pude acabarlo... ¡Espera! ¡Las tortitas! ¡Mierda! ¡Eran la merienda que hizo Liam! ¡Me iba a matar! Pero... es que tenía tanta hambre al salir... y encima los nervios y el estrés me provocan más hambre. ¿Liam atendería a razones? No, seguramente no, estuvo toda la mañana haciéndolas antes de ponerse a limpiar. Seguro que ahora mismo estaba planeando diez mil maneras brutales de asesinarme. Pero espera, yo no he estado en la casa durante la tarde, a lo mejor si lo vio pensó que fueron los demás y me libro. Dios, ya se que no te rezo muy a menudo... pero por favor te lo pido, ayúdame a salir de este atolladero, no tienes ni idea de como se las gasta Liam cuando me como su comida antes de tiempo.
Seguía inmerso en estos pensamientos cuando llegamos a la casa. Respiré hondo y llamé al timbre.
-¿Se puede saber por qué llamas al timbre en tu propia casa?- me preguntó Lissie extrañada.
-Bueno, digamos que soy lo suficientemente estúpida como para haber perdido las llaves en nuestra primera semana aquí- dije encogiéndome de hombros- es más, perdí mi maleta con mi billetera, mi móvil, mi identificación... todo. Las chicas decidieron que era mejor no hacerme una copia de las llaves por su volvía a perderlas.
Melissa puso los ojos en blanco. Sí, lo sé, soy retrasado. ¿Qué queréis que le haga? soy un desastre y un despistado, me cuesta horrores no perder todas mis cosas. No pierdo la cabeza porque la llevo pegada a los hombros, si no fuera así... probablemente sería un cuerpo sin cabeza... o una cabeza sin cuerpo. ¿Os imagináis lo raro que sería eso? Osea, en plan: hola soy una cabeza y he perdido mi cuerpo, ¿alguien me ayuda a encontrarlo?... But first let me take a selfie! Ah, no espera, que no tengo brazos.
Empecé a reírme por lo bajó de lo estúpido que había soñado ese pensamiento. A veces era tan hilarante...
-¿Y ahora de que demonios te ríes?- me preguntó Melissa, cada vez más extrañada. Me miró como si estuviera al lado de algún tipo de psicópata. Pude ver en su mirada como comenzaba a arrepentirse de haber salido hoy conmigo.
-¡Nada, nada!- exclamé en seguida- es sólo que me estaba acordando de un video que vi el otro día y me hizo gracia, nada más- me apresuré a decir- podéis dejar de fornicar y abrirme la puerta de una vez- mascullé lo suficientemente bajo como para que no pudiera oírme.
En ese momento la puerta se abrió y al otro lado apareció Harry, con una camiseta y unas bermudas que se notaba que se acababa de poner.
-Que pasa Naya- dijo haciendo un gesto de saludo con la cabeza- hola Melissa.
-¿Quién es y por qué sabe mi nombre?- me preguntó Lissie alzando una ceja y poniendo los brazos en jarras.
Mierda. Maldita sea, Harry, ¿por qué siempre me metes en este tipo de problemas? De verdad, sabiendo que estaba con Mel ¿no podías haberte callado?
-Bueno... esto... pues verás... él es... es Harry, mi primo, el que vive en Inglaterra- dije diciendo lo primero que se me vino a la cabeza.
-Espera... ¿tú no eres ese que salió el otro día en todas las portadas por no se qué escándalo de un vestido?- preguntó ella con suspicacia- sí, el que iba de la mano de Ronnie.
Y en ese momento, sin poder ser más inoportuna, detrás del muchacho apareció Ronnie, aún vistiendo únicamente la camiseta de Harry, que, aunque le quedaba como si de un vestido se tratase, dejaba todas sus piernas al aire, dejando muy poco a la imaginación. Me golpeé la cara mentalmente. ¿Esto podía ir peor?
-¿Quién es, cielo?- preguntó abrazándole por detrás.
-¿Qué demonios haces aquí, Ronnie?- preguntó Lissie cada vez más extrañada y más mosqueada por el asunto.
Cuando pregunté si podía ir peor no era ninguna clase de reto, muchas gracias, universo, si salgo vivo de esta me debes unas cuantas.
-Oh, Meli, ¿qué haces tú aquí?- preguntó ella claramente sorprendida.
-Yo he preguntado primero- le respondió ella.
Y mientras tanto, dentro de mi cabeza yo me estaba golpeando la cara con un bate. ¿Por qué siempre me salía todo tan mal? ¿Es que no podía ir bien por una vez? ¿Por una mísera vez? Pero claro, como soy gafe, las cosas se podían poner aún peor.
-¿Es Niall el de la puerta?- oí la voz de Liam preguntar a Harry.
-Nope, es Naya, y viene acompañada de Mel, por cierto- dijo Harry. Por una vez había sido un poco inteligente.
-Ah, pues dile que después venga a hablar conmigo, que tenemos una charla sobre ciertas tortitas pendientes.
Dios, eres un mierda. ¿Para una que te pido y me haces esto? De verdad que hoy os habéis propuesto martirizarme. Sois de lo peor por ahí arriba. Os odio, en serio.
-Bueno, vamos a mi cuarto, Lissie- dije agarrándola de la muñeca y, tras apartar de un empujón a Harry, arrastrarla hacia mi cuarto antes de que pudiera aparecer Zayn o algo y terminar de joder el asunto.
-Hola Mel- dijo Louis desde el sofá cuando pasamos a su lado. Dios, ahí le dejé cuando me fui. ¿En serio no se había movido en toda la tarde? Si es que hasta seguía en la misma posición exacta.
-Hola Lou- consiguió saludarle ella antes de que subiéramos las escaleras a toda velocidad y nos encerrara en mi cuarto, evitando cualquier tipo de encuentro desafortunado.
En cuanto cerré la puerta Lissie se me encaró con los brazos cruzados sobre el pecho y una ceja alzada, esperando a que le diera una explicación.
-Estoy esperando- dijo golpeando el suelo repetidas veces con la punta del pie.
-Ya te dije que Harry es mi primo- dije encogiéndome de hombros.
-Ajá, hasta ahí llego, ¿y todo lo demás?- volvió a preguntar.
-Bueno, Leya quiere hablar conmigo porque me comí antes de salir unas tortitas que tenía preparadas y...
-No me refería a eso- me interrumpió- me refiero a Ronnie, ¿qué hace aquí?
-Bueno, pues resulta que es amiga nuestra y...
-¿Y de Harry?- me interrumpió otra vez alzando de nuevo una ceja. No se estaba creyendo ni una palabra de lo que le estaba diciendo.
-¿Quieres dejar de interrumpirme?- exclamé- Bueno, lleva aquí un par de días de visita, porque el es de Holmes Chapel y... bueno, ellos se conocieron aquí, se gustaron y... bueno, ahora creo que son novios... o... algo así- me encogí de hombros.
-¿Y por qué está ella aquí?- preguntó como si estuviera escandalizada.
-¡Dios Lissie, no seas mojigata!- exclamé empezando a cansarme de sus gilipolleces- son novios, se quieren y Harry se está quedando aquí, no le veo el maldito problema.
-¡Qué es vuestra maldita casa!- exclamó ella.
-¡Si, y ella nuestra amiga!- chillé yo- ¡No le veo la dificultad de comprensión Lissie, por el amor de Dios!
-¡No me chilles, Naya!- me gritó ella en respuesta.
-¡Pero si eres tú la que me está gritando!
Y así comenzamos a discutir a gritos. Esto era bastante normal entre nosotras, hablábamos, comenzábamos a discutir, nos peleábamos a gritos y después hacíamos las paces y como si nada hubiera pasado. Pero esta vez fue diferente. Esta vez, de repente, Lissie me cogió del cuello y estampó sus labios contra los míos. Tras unos primeros instantes de duda, comencé a responderle. Nuestros labios se movían de forma salvaje, feroz, casi devorándose los unos a los otros, como si estuviéramos hambrientos del otro y no pudiéramos calmar nuestra hambre. Tras un rato de besarnos de manera casi salvaje, tuvimos que parar para tomar aire. Nos quedamos mirándonos la una a la otra, con la respiración irregular, jadeando por la falta de aire, sin poder desviar la vista, sus ojos marrones fijados en los míos, como si estuviera nadando en ellos, mientras yo sentí como lentamente me iba hundiendo en el mar chocolate de los suyos, hipnotizado, como si me hallara en una terrible tormenta sin posibilidad alguna de nadar o de poder sobrevivir.
En ese momento se abrió la puerta y se asomó con . ¡Venga ya! ¿En serio? ¿Podía estar pasándome esto? ¿Ahora?
-Emmm... esto... perdón, ya sé que es un mal momento, pero... ¿tienes tú mi peine?- me preguntó algo incómodo al darse cuenta de que no estaba sólo y que había interrumpido algo.
-¡No!- chillé lanzándole lo que tenía más cerca, es decir, un cojín.
Zayn sacó la cabeza del cuarto y cerró justo a tiempo, de modo que el cojín se estampó contra una puerta cerrada con un sonido sordo y calló al suelo.
-¡¿Y ese quién demonios es?!- chilló de pronto Lissie con los ojos desorbitados.
Mierda. Puñetero Zayn. ¿Y ahora cómo demonios le explicaba yo esto? No se iba a creer que fuera mi primo, eso sin dudarlo. Ya bastante me había costado convencerle de lo de Harry, así que con Zayn iba a ser imposible.

-Bueno... pues él es... él es... ¡el novio de Leya!- exclamé soltando lo primero que se me pasó por la cabeza. Dios, toda esta situación me iba a pasar factura, me van a salir canas, ya verás.

-¿El novio de Leya?- preguntó ella aún suspicaz. Jesús, era como hablar con un maldito fiscal, a todo le ponía pegas y de todo dudaba- ¿y por qué yo no le había visto antes?

-Pues... porque... ¡porqué está estudiando en el extranjero!- estaba sudando a mares y sentía un picor muy extraño por todo el cuerpo- ¿por qué hace tanto calor de repente?- murmuré abanicándome con la camisa que llevaba puesta.

Entonces Lissie empezó a mirarme de manera extraña, cmo si estuviera viendo a un alien delante suya. Y entonces... chilló.

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LAS COSAS EMPIEZAN A PONERSE CALIENTEEES!!!!

Muy buenas bichillos ¿cómo estáis? :3 ¡Sólo queda un capítulo para terminar la saga de Niall! ¿Os está gustando el cariz que está tomando esto? ¿Qué creéis que pasará? Quiero que me lo pongáis en los comentarios y así, a la más original o la que más se acerque a lo que va a ocurrir le dedicaré el próximo capítulo.
Y ahora a lo que nos interesa, la preguntitas. Como ya sabéis, podéis dejarme en los comentarios las preguntas que queráis hacerme (pueden ser personales o sobre la historia o sus personajes o lo que queráis, ánimo, sed creativos) y yo elijo que preguntas respondo en el capítulo, así que allá vamos.

@pcabieces y @srtaTommo1D (vuestras preguntas eran similares así que las responderé juntas si no os importa)
-¿Vas a ir a alguno de los conciertos del WWA?
+Ojalá, cuando salieron las entradas de España a la venta estaba en la península en una boda y mi madre no podía ir conmigo por lo que no me dejaba ir sola :((

@irene245
-yo soy tu padre??
+NOOOOOOOOOOOOOO!!!!! *grito al más puro estilo Luke Skywalker*

@OsmaraBarrera
-¿Qué harías tú si te convirtieras en hombre?
+Puuufff... esa pregunta es difícil... si fuera unas amigas mías seguro que dirían: estaría todo el día fo****do, pero yo, no sé... ¿hacer pis de pie, tal vez?

Mención especial a @adriBDL por sus paranoias mentales sobre mi paradero. Nena, tienes una enoooooorme imaginación... (por favor no la uses nunca para dedicarte al mal)

Mención especial también para @RockstarGurlXD me parece increíble que leas mi historia siendo de Bélgica y sólo llevando un año de español Wow, un aplauso para ti, nena, te lo mereces (te llevo en mi corazoncito <3)

Seguidme en mi instagraaaaam <3 @martiwismartin
Besitos enormes a todas/os (chicos, se que estáis ahí en alguna parte escondidos, ¡manifestáos! (Vamos, no seáis tímidos, no os miraré... desnudos... :3)) comentad y votad bichillos.
¡Os quiero!

And suddenly... GirlsWhere stories live. Discover now