And suddenly... Girls

Capítulo 40. Bromance

Capítulo 40. Bromance

Louise (Louis) POV

Estoy muy, pero que muy harto de esta situación. ¿Quiénes se han creído que son estos cuatro idiotas paseándose por la casa con toda su masculinidad, sus abdominales y sus cuerpos de hombres? Como no tenía suficiente con que Niall, Zayn y Harry se hubieran transformado, ahora hasta Liam me había traicionado y se había transformado hacía dos días, no me parece justo. ¡Argh, les odio, en serio! Y mientras tanto, aquí estoy yo, el pobre Louis, atrapado en este estúpido e inútil cuerpo de chica que no sabe hacer otra cosa que chocarse por las paredes, sangrar una vez al mes, con sus consecuentes dolores, y llorar por cualquier tontería, como ahora mismo, que lloraba de la rabia y la impotencia que me producía esta sensación, encerrada en mi cuarto. Y claro, cómo no, tenía que aparecer Harry, con su perfecta figura masculina, por la puerta, viendome en este lamentable y patético estado.

-¿Qué ocurre, cielo?- me preguntó, sentándose a mi lado y pasándome un brazo por los hombros.

-Cállate, Harry- mascullé secándome las lágrimas con los puños de las mangas del sweater turquesa que me había puesto por la mañana- Y no me llames cielo, que sabes perfectamente que no soy una máldita chica.

-Bueno, eso dices tú, a mi me pareces muy femenina- dijo él riendose por lo bajo y llevando una de sus manos a mis pechos, llevándose un puñetazo en el brazo- ¡macho! ¿estamos violentos hoy o que nos pasa? ¿Te ha venido la regla o qué?

-Claramente eres gilipollas- reí. Tenía que admitir que este chico sabía como levantarme el animo cuando me deprimía.

Ambos nos reímos a carcajadas mientras me secaba las lágrimas furtivas que aún rondaban por mis mejillas o al menos hasta que Harry atrapó con su dedo la última que quedaba y que ya había llegado hasta mi barbilla, volviendo este momento a la vez íntimo e incómodo.

-¿Sabes que hemos llegado a la conclusión de que es el beso lo que nos vuelve a transformar en chicos?- dijo entonces, como de pasada.

-¿Ajá?

-Louis- me llamó, reclamando mi atención- si quieres puedo besarte y acabar con toda esta situación.

-¡¿Qué?!- pregunté horrorizado- ¿Se puede saber de que demonios estás hablando?

-¡Oh, por favor, para, deja de fingir!- exclamó irritado- soy una de las personas que mejor te conocen Lou, a mi no me puedes engañar. Sé perfectamente que estás harto de ser el único que aún sigue siendo mujer. Podríamos acabar con esta situación, solo tienes que pedirmelo.

-Harry, no creo que esta sea la mejor manera, seguro que hay otra opción y yo...

Noté como Harry ladeaba la cabeza para mirarme a los ojos. Su cara comezó a acercarse a la mía lentamente mientras cerraba sus ojos. Su pelo caía alrededor de su cara y, mientras se inclinaba hacia mí (no me sentía nada orgulloso de la diferencia de altura, sobre todo porque, aunque estuvieramos sentados, Harry seguía siendo mucho más alto que yo) sus rizos rozaban mi frente y mis mejillas, provocando ligeras cosquillas en los lugares en los que tocaban.

-¡Harry!

Sobresaltados nos separamos a toda velocidad, completamente colorados por la incómoda situación en la que nos habían pillado.

-¡Oh dios mío!- exclamó una azorada Ronnie, que acababa de entrar por la puerta para encontrarnos así- ¿interrumpo algo? Deberíais ir a un hotel, en esta casa de locos es imposible que no te interrumpan- su voz había pasado de avergonzado a un tono burlón mientras se apoyaba en el marco y cruzaba los brazos sobre el pecho.