Capítulo 1: Guerras, aventuras y gigantes

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Alejandro:

En los inicios de la humanidad, su principal necesidad siempre fue sobrevivir y poco a poco ir creando un mejor estilo de vida. Con el pasar de los años fueron explorando el mundo y expandiéndose, pero lo que no sabían era que pasarían de cazar animales a ser cazados.

Esa mañana desperté, vestí y arreglé para trabajar como todos los días. Me encantaba pescar, nunca lo vi como un trabajo forzoso, siempre me dio curiosidad conocer el mundo, pero por mi estatus jamás pude hacerlo, desde que tengo uso de razón en mi reino siempre hubo conflictos por una guerra que llevaba más de 100 años, sin embargo nuestro rey nos había asegurado que consiguió la manera de terminar la guerra. Estaban reclutando a los mejores marineros y soldados para realizar una excursión hacia una isla donde se encontraba el poder del que hablaba y lo vi como mi oportunidad de conocer el mundo fuera de mi reino, así que me anoté para ir a esa aventura.

Luego de más de un mes navegando, llegamos a la famosa isla de la que hablaba el rey. La misma estaba rodeada por una tenebrosa niebla y unas enormes piedras, la isla tenía un tamaño impresionante. Notamos al adentrarnos a la isla que los caminos entre los arboles eran inmensos y habían huellas enormes como de gigantes. Emprendimos la misión de buscar ese poder para poder terminar la guerra.

Nos quedamos sorprendidos cuando vimos al primero; Media unos 17 metros, era hombre, vestía con telas y palmas muy grandes que tapaban solo sus partes íntimas, pero algunos (y algunas) no les importaba ir completamente desnudos y ninguno usaba calzado. No tenían mucho sentido de la higiene, pero si se bañaban aunque estaban lejos de arreglarse, sus cuerpos emanaban muchísimo calor.

Por días los estuvimos observando, al parecer ellos eran el poder del que el rey hablaba.

Duramos una semana en aquella misteriosa isla. Gracias a nuestro tamaño era fácil ocultarnos de los gigantes, nos sentíamos como insectos; Hasta los frutos eran gigantes, así que con una manzana fácilmente nos alimentábamos. Su estilo de vida era bastante sencillo, tenían unas cabañas donde vivían, en su mayoría comían frutas y verduras, no existían animales para comer carne, no quería imaginarme qué pasaría si les llegase a gustar la nuestra.

En nuestro grupo había 50 hombres de los cuales 5 murieron enfrentándonos a unas hormigas, fue horrible. Queríamos saber cuál era el líder de los gigantes para poder pedirles ayuda, pero no lo lográbamos identificar.

Hasta que un temblor hizo que todo se sacudiera. De pronto una enorme sombra nos cubrió a todos, nos quedamos paralizados, cuando aparecieron 3 gigantes que eran tan grandes para los otros gigantes como ellos lo eran para nosotros, median de 50 a 60 metros. Ya teníamos claro quiénes eran los líderes.

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