Capítulo 13: La oportunidad

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Los chicos decidieron explorar la isla para buscar algo de comida y un lugar donde dormir, ya que era claro que pasarían días arreglando su barco.

Una de las chicas del grupo se separó demasiado, es que estaba sorprendida por el tamaño de las cosas de la isla, era todo sacado como de una película o al menos eso le parecía a ella, habían arboles tan grandes como edificios o incluso más, las frutas que habían eran enormes y algo imposible de alcanzar. Pero era claro que si lo hacía podrían sobrevivir muchos días con tan solo una sola fruta, habían cocos en enormes palmeras pero era imposible bajar una y aun mas imposible partir alguno por el tamaño que tenían.

La chica siguió explorando y encontró una casa escondida, pero era raro ya que esta si era de tamaño normal. Ella decidió entrar y vio que la casa estaba habitada y quien fuera que viviera ahí al parecer no se había ido, así que debía estar en algún lugar. Justo cuando iba saliendo de la casa vio a una chica parada en la puerta, una chica que claramente no conocía, no era de su grupo y por su desaliñada ropa tendría que ser la dueña de la casa.

Justo cuando se iba a presentar y pedirle ayuda Sinai la intentó atacar pero cuando su mano logró tocar a la chica esta se encogió del tamaño de un niño de 3 años y muy rápido volvió a crecer.

Sinaí no sabía que podía hacer eso y quedó muy impactada, tanto así que la otra chica pudo escapar. Ella quedó en silencio un buen rato pensando en lo que había pasado y que tal vez esa chica era su escape de la isla.

Por otra parte la muchacha llegó corriendo buscando a su grupo y contándoles todo lo que había pasado pero estos la tomaron como burla, no le creyeron nada, quizás la chica estaba un poco desorientada o desesperada y se imaginó todo eso.

Más tarde después que los chicos lograron hacer una pequeña choza y conseguir algo de comida, decidieron explorar y encontraron la casa que había dicho su amiga, ellos tocaron la puerta y entonces salió Sinai. Todos asustados porque creyeron que podría ser verdad lo que su amiga había contado pero entonces Sinai disimulando sus ganas de matarlos aparentó ser una buena persona y dijo

-Hola ¿De dónde vienen? Mi nombre es Sinai.

Leonardo:

Todos se mostraron extrañados ya que veían a una chica con ropas rasgadas, despeinada y descalza. La mayoría no quería hablarle por miedo, a pesar de que ella se mostraba agradable así que la salude

-Hola mi nombre es Leonardo. Nuestro barco se averió y bueno. Esta isla es muy extraña. Todo es gigante.

TembloresWhere stories live. Discover now