Capitulo 2 - Dolores Peña

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Capitulo 2

Dolores Peña

Dónde estoy? Después de ese fuerte golpe abro mis ojos y veo por fin luz, una luz intensa sobre mis ojos, una luz enceguecedora, pongo mi mano para bloquearla de mis vista y mirando hacia los lados me doy cuenta que estoy en una especie de bosque o algo así, solo veo pasto a mi alrededor, me intento levantar pero estoy muy cansado así que solo consigo quedarme sentado, tengo la sensación de que mi cuerpo se llena de vida lentamente y que desaparecen mis preocupaciones, el dolor ha cesado y ahora si me levanto; valla nunca había estado en un lugar tan amplio y calmado como este, toda mi vida estuve metido en cuatro paredes y esto es maravilloso, como si no hubieran limites, nunca pensé que algo fuera tan amplio, corro por todas partes y no encuentro un fin, genial! Me siento como un ave que vuela hacia el horizonte sin ninguna limitación, sin ningún rumbo, sin esperar un final… salto por todas partes como un niño pequeño, ando de aquí para halla y de allá para acá, nunca me había sentido tan vivo…

Volé por todas partes y bueno por fin me canse, me boto al suelo como si no hubiera y caigo acostado en el lindo pasto el cual acolchona mi caída y me relaja cada vez mas y más… casi por un segundo y no me acuerdo de lo acontecido anteriormente, en ese momento abrí mis ojos y me di cuenta de que no sé cómo demonios llegue aquí me volví a levantar y mire hacia todos los lados, y demonios! No hay salida, corro, corro, corro y nada solo hay kilómetros y kilómetros de zona verde, pensé que esto era relajante pero ahora se ha vuelto todo lo contrario, mierda! Estoy en medio de la nada, no hay nadie más, no hay comida, ni si quiera ahí un lugar para refugiarme estoy totalmente indefenso, creo que esta vez no hay escapatoria…

He arrancado unas ramas e hice una hoguera, todavía no tengo frio pero es mejor ahora que hay luz y no más tarde en la oscuridad cuando es mucho más difícil, sin embargo me tomo gran trabajo conseguir la madera, los arboles de aquí son muy altos y bueno tuve la suerte de que mi ropa de joven la cambiaron por un overol que por cierto tiene un patico en el bolsillo del pecho, soy algo torpe al caminar y pues no tengo armas de ningún tipo, entonces tuve que arrancar las ramas con mi peso y si era necesario con mis dientes,  me demore un buen tiempo pero creo que valió la pena todo ese esfuerzo, tengo una fuente de calor y ahora tendré que conseguir algo de comer pero por acá no pasa ni un cuervo, asique decidí escarbar en la tierra y conseguí  unas lombrices, las tengo en un lugar especial, no quiero que se me escapen…

El atardecer ha llegado, el fuego está estable y tengo todas las lombrices en su lugar, parece que todo anda bien hasta que escucho el relinchar de un caballo que carga una hermosa carrosa y que viene directo hacia mí, estoy tan impresionado que no me puedo mover, ese hermoso caballo blanco se estaciono frente a mí y bajando de ese carro salió un bella señora que me tomo del brazo y me dijo con voz fuerte: -Tigrillo acaso estás loco, llevo buscándote todo el día y tu estas acá jugando, no ves que me tenías preocupada, lo mejor es que nos vallamos ya para la casa. Ella me monto en su carruaje  y me llevo a la casa donde habían un gran bufet, comí hasta que me llene  y dormí como un puerquito…

Abrí los ojos y mire el techo, y dije: que cosas tan raras ocurren, salte de la cama pensando que todo había sido un sueño pero lamentablemente todo fue verdad y lo peor era que yo estaba acostado en un camarote, casi me rompo un pie pero eso no importo Salí rápidamente de esa casa, y cuando iba a maso menos 10 metros de la casa la señora me cogió de cuello y me levanto diciendo: - mira mocoso ya estoy cansada de buscarte por todos lados hoy no te me volaras, solo una persona me había hablado así en toda mi vida, Victoria Guerrero era el nombre de la señora que me adopto cuando pequeño o bueno como ahora recuerdo no me adopto, me secuestro, ella se encargó de que mi infancia no tuviera diversión, ella no era mala persona pero su sirvienta Dolores Peña me maltrataba y no le importaba nada de lo que me pasara solo se encargaba de mi porque era su trabajo, Dolores me tomaba del cuello y me gritaba fuerte cuando Victoria no estaba.

Cuando la señora me boto al suelo, levante mi mirada y le dije: -Dolores cierto? Y cuando ella contesto todo exploto en un mar de luces, y otra vez nada…

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