Tomala...

Capítulo 7 - La Corrida

Capítulo 7

La Corrida

Bueno comenzó el juego, el toro se dirigió hacia mí a toda velocidad, intente moverme pero el miedo que sentía no me permitía moverme, cada vez el toro estaba mas y más cerca, yo estaba paralizado pero si me quedaba ahí parado me cornearía y hasta podría morir pero mi cuerpo no reaccionaba, que hago para moverme?, que es mas fuerte que el miedo? Que me permitirá hacer que mi cuerpo responda?, intente usando todo mi odio para moverme pero ni aun así esa emoción tan grade pudo con el miedo, el toro ya prácticamente estaba encima de mí, cuando tuve la ridícula idea de que la única emoción que podía sentir en ese momento que fuera mayor que el miedo era el dolor y bueno pues así fue como saque el puñal que le había sacado al cuerpo sin vida del vagabundo y que tenía precisamente en mi bolsillo trasero, y decidí enterrármelo en la parte inferior de mi pierna, lo cual hizo que el dolor recorriera mi cuerpo y así volviera a tener control de él, dando un gran salto a mi derecha logre esquivar al toro que paso a centímetros de mí, penas toque la arena con mi cuerpo me levante a una velocidad increíble y corrí hacia la otra esquina para repetir la misma maniobra, el toro volvió apuntar hacia mí, y acelero como un tren en bajada, esta vez me toco meterme debajo del toro ya que no alcance a saltar haca un lado, fue muy peligroso ya que el toro agacha su cabeza pero por suerte no la había agachado completamente y logre pasar, el toro giro mas rápido de lo que pensé y no alcance a llegar a la otra esquina lo cual me obligo a buscar otra forma de no hacerme tocar por el toro, el toro se dirigía a mí y lo único que vi fue un barril de esos que usan los payasos de corridas de toros, había visto que ellos se metían ahí pero bueno yo no iba a ser igual de bobo ya que podía cornear el barril y de igual manera herirme, así que envés de meterme en el barril lo tome con mis manos y se lo lance al toro, esto hizo que tropezara y con su peso lo rompió, la madera se abrió hacia arriba e hizo que el toro se rasguñara la cara y sus hombros, lo cual lo puso un poco furioso o bueno más de lo que estaba, el toro voltio hacia mí, pero por suerte yo estaba situado en una esquina, el volvió a correr a toda velocidad contra mí y pues bueno esta vez estaba muy bien situado, así que cuando llego me colgué de la pared y le pase por encima y como el no redujo su velocidad se estrelló contra ella, salí otra vez corriendo y me situé en una esquina el toro se demoró un poco en ponerse en marcha otra vez, ahora si se le notaba malhumorado, ese toro corrió hacia mí con una imponencia única, esta vez sí me toco y no sé cómo demonios hizo, apenas llego sale al lado derecho pase otra vez  rosándolo y cuando ya casi lo pasaba me pego un patada lo cual hizo que saliera disparado contra un lado del corral, volé por los aires y caí como una piedra, mi cuerpo trono de arriba a bajo y el puñal salió disparado aunque por suerte callo al pie mío, me levante y mire el puñal que había quedado en el suelo, lo alce y lo limpie pero cuando vi el toro ya venía para acá así que mire atrás mío y vi que había esa zona donde se cubren los toreros y me metí detrás de eso, para los que nunca han visto corridas es como una pared que sobresale de otra y lo toreros se meten detrás de ellas para que el toro no los golpee y generalmente esta hechas de madera y pues esta caso no es la excepción, me situé detrás de este protector para que el toro no me tocara pero el toro no paro ni cambio su rumbo, solo aumento su velocidad y agacho su cabeza, cuando me di cuenta lo cachos del toro travesaron la madera y su cabeza hizo que se quebrara por la mitad y pues el especio entre estos protectores y la pared es mínimo así que mi abdomen quedo compresa entre la cabeza del toro y la pared de cemento que estaba detrás de mí, y como el toro entro con tanta velocidad y fuerza, la presión que sentí fue enorme y escupí sangre, me hallaba atrapado al igual que el toro que estaba, su cacho se habían quedado prensados en la pared, no había forma de que saliera solo así que grite: -He, Negro Alberto yo creo que tu toro ya no puede más, es mejor que lo retires antes que se lastime más y pierdas tu dinero. Él se rio y dijo: - que va blanco, lo que pasa es que ya no puedes más y ahora estas atrapado, tu vieras la risa que nos has causado cuando corrías de un lado a otro, parecías un topo, solo te falto cavar un hueco para esconderte y concordabas perfectamente con ese animal, mira como veo que lograste esquivar a este animal voy hacer que te saquen de ahí y pues yo pienso que pasaste la prueba número dos, ahora solo espera ya van a bajar a liberarte. Me tranquilice al saber que ya no tendría que aguantarme más ese toro, aunque claro que lo que dije era solo para lucirme pues ya no puedo ni moverme, además tengo una apuñalada en mi pierna, antes podía correr con eficacia, aunque ahora tengo otro problema y es que no puedo respirar, no puedo contraer mi abdomen y pues me siento cada vez más débil, creo que…

Desperté en un lugar muy raro, el suelo en el que estaba se encontraba cuarteado, la tierra era como greda era muy raro, me levante y vi que el cielo era de color rojo, así como en el atardecer pero no había oscuridad sino que todo estaba iluminado por esos colores, un señor muy raro apareció al frente mío, él tenía un traje muy llamativo y su piel era como el color del suelo, parecía enfermo y no solo físicamente, le dije: -Hola? El respondió riendo: -Se nota que no sabes dónde estás, bueno chico primero que todo hola, y ahora que ya te salude te doy la bienvenida al día de los muertos. Yo respondí: -Día de los muertos?, valla yo pensaba que el loco era yo, mira el día de los muertos se celebra en México no aquí,  se nota que estas bien tontico. Él sonrió y dijo: -Enserio piensas que esto es un carnaval?, me matas de la risa. Yo: -Bueno que es tan chistoso? Él: -te lo voy a repetir esto no es ningún carnaval, esta es la tierra de los muertos que todos los Mexicanos anhelan y ninguno ha podido llegar, esto no es un juego de hecho me presentaría pero tengo tantos años que ni me acuerdo como me llamo y como estas del asco con tu actitud de no creyente, te voy a dar una pruebita, así que… En ese momento empezó a temblar la tierra y el grito con una voz súper imponente: -BIENVENIDO AL DÍA DE LOS MUERTOS.