Capitulo 16 - Una Semana

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Capitulo 16

Una Semana

Papel en mesa y mirada fija, mire a mi izquierda y luego a mi derecha, me cruce de brazos y dije: - Quieres una galleta? Angela sonrió y dijo: - Traes galletas? Yo: - No, pero Alejandro hace las mejores que he probado. Ella: - Alejandro? El vago que siempre da vueltas por el instituto? Yo: - Si… aunque mejor dime de que necesitamos hablar? Ella: - simplemente quiero saber que te pasa? Yo: - Pero a que demonios te refieres? Ella: - Huy… estas bravo… solo quiero saber por qué no vas al instituto? Mire hacia el techo y la camarera llego con los helados, en ese momento tome la cuchara y señalando a Angela dije: - Yo no soy el de la mejor asistencia. Ella: - Parece que estas muy molesto... Yo: - Sabes últimamente he estado tan ocupado como para pensar en el instituto. Ella: - Creo que eso ya lo note. Ella dejo de mirarme y parecía que mis respuestas la habían puesta así, tome aire y levantándome deje algo de dinero en la mesa, ella me miro y dije: - De verdad estoy ocupado. Ella volvió a bajar la mirada y dijo suavemente: - Que tengas suerte. Me sentí algo mal pero no estaba de humor como para hablar con alguien.

Volví al instituto y me senté en el árbol, cerré mis ojos y empecé a cantar, estaba muy frustrado  mi siguiente acción fue deslizar mi cuerpo hasta quedar acostado en el pasto, el cielo estaba lleno de nubes perfectas, era como ver un cuadro de pintura, todas estaban en el lugar indicado, el sol me tocaba pero no me segaba gracias a ellas, sonrió y pienso que estoy loco, además de mi no hay nadie tan estúpido como para ponerse a decir que las nubes son perfectas, creo que esas galletas me hicieron algo de daño pero no me importa por lo menos no estoy estresado; luego de algunos minutos las nubes que tapaba el sol se movieron y gire mi cabeza hacia el árbol, tuve la sorpresa de encontrarme con un papel, unos cigarrillos y unos fósforos, el papel decía: “amigo se que los necesitaras, siempre estas de mal humor y creo que un cigarro te ara cambiar de animo. Saludos de los ochentas.” Bueno creo que Alejandro no se equivoco después de todo, no es que siempre este de mal humor pero si necesito un cigarro, me levante para recostarme contra el árbol y encendí uno de los cigarros, fume un rato y me levante, camine hacia el garaje y entre en el carro, introduje la llave y antes de prender el carro mire mi billetera, saque las llaves y me baje, cerré la puerta, camine hasta la calle, me senté en el anden, le hice señas a un taxi y di la dirección de mi casa, saque mi celular y me puse a jugar, el taxi se detuvo, saque dinero de la billetera y salí de el, busque las llaves en mi bolsillo, abrí la puerta y me acosté en el sofá, todo era tan aburrido como un balero sin cuerda, tome el control y encendí el equipo de sonido, estaba sonando algo de jazz clásico en la radio y pensé en la suerte de tener ese equipo de sonido, amo el jazz y este equipo tiene la mejor definición de sonido que he encontrado en toda mi vida, le subí el volumen y le dije a Dolores que me trajera un poco de jugo, saque un cigarro y lo encendí, me sentía como un gran millonario fumado y tomando un jugo de excelente calidad, la leche estaba en su punto lo que hacia que el jugo posea un textura suave, la emisora emitía el top 100 de las mejores canciones de jazz y en el momento máximo de mi relajación paro la música y escuche un grito, me levante rápido del sofá y tropecé con la mesa de centro, Victoria empezó a regañarme por fumar en la casa y me dijo que me fuera para mi cuarto, salte a mi cama y mire hacia el techo, definitivamente no puedo creer que estaba tan relajado que no me di cuenta que Victoria, Leo y Dolores habían llegado.

Al siguiente día tome un taxi para ir al instituto, al bajarme salude al portero y camine hasta el carro, quería ver si estaba en buen estado, todo parecía bien hasta que mire su interior y definitivamente que me lleve una sorpresa, Alejandro estaba durmiendo en el, rápidamente llegue al cuarto de los instrumentos y tome un par de baquetas, volví al carro y le pegue a Alejandro como si el fuera una batería, hice un redoble de tambores con sus costillas y el me lanzo a otro lado del estacionamiento con una patada, mire mi camisa y tenia una marca de la suela de su zapato, me levante y el me lanzo una baqueta diciendo: - Los ochentas pidieron que les devolvieran sus baquetas, en ese momento me paralice, esta muy asombrado y definitivamente no puedo creer que me haya quitado las baquetas, solo sentí una patada y me encontraba al otro lado del estacionamiento, ni siquiera lo vi. Tome la baqueta del suelo y dije: - Eso es tener estilo. Alejandro guardo la baqueta que tenía en el bolsillo, cerró la puerta del auto y me hizo una seña para que lo siguiera, fuimos al cuarto de los instrumentos y me quito la baqueta, se sentó y golpeo los platillos, Alejandro me miro y dijo: - Toma tu guitarra. De inmediato tome la guitarra y la conecte, Alejandro me dijo: - Ok, esto es lo que vamos hacer yo tocare la batería y tú interpretaras el solo. Empezamos a practicar y cada vez que me equivocaba Alejandro me daba consejos, sentía como mejoraba y cada vez me sentía mas confiado, fue bueno practicar con Alejandro pero después de aproximadamente cinco horas llegaron mis amigos de la banda y Alejandro se fue, continúe practicando con toda mi banda y al final del día conseguí interpretar el solo completo.

El día siguiente también busque a Alejandro, igual siempre no estaba por ningún lado y si lo pienso diría que siempre me lo encuentro cuando no lo estoy buscando o cuando termino de buscarlo, así que entre a clases y como cada vez que entro ahí estaba Angela, esa incomparable chica que con solo mirarla te quita el aliento, la cual ha pertenecido a mis sueños mas impuros, la chica que… en ese momento sentí una mano sobre mi hombro, gira y era Leonardo, el sonrió y dijo: - Las rosas son rojas, las violetas azules y esa cara de idiota se te nota hasta en la nubes. Empecé a reírme y dije: - En realidad se nota tanto? El: - Es mas difícil encontrarle la cola al burro. Yo: - Entonces si se nota mucho. El: - No, es molestándote amigo… mejor vamos a hablar a solas. Leonardo me llevo hasta la cafetería y ordeno bebidas, las llevo hasta una mesa y se sentó, tome asiento y pregunte: - y… ¿de que tenemos que hablar? Leonardo saco un calendario y dijo: - ¿ya viste? Cogí el calendario y dije: - Mmm… ¿Que? El: - Ya solo falta una semana para el “the wolrd tour Aresta”. Yo: - No sabia que faltara tan poco tiempo. El: - Si, por eso tienes que hablar con Ángela y decirle que si quiere ser tu novia. Me hice el que tocia y dije enfurecido: - Pero que… Alejandro me interrumpió y diciendo: - Cálmate, lo que pasa es que piensas todo el día en ella y no te concentras, por eso es que no logras interpretar el solo. Yo: - Lo que pasa es que es un solo difícil. El: - no, lo que pasa es que tienes que decírselo eso es lo que te esta matando por dentro, esto es lo que no te deja sentir la música. Yo: - ¿sentir la música? El: - Me refiero a que no puedes liberar tus sentimientos porque los tienes atrapados, en este momento no puedes hacer música. Yo: - Pero si ya tengo el solo. El: - Pero aun no tienes la velocidad necesaria… tienes que decírselo. En ese momento mil preguntas empezaron a nacer en mi mente, apenas podía concentrarme así que decidí confiar en Leonardo. Exhale y apoye mi rara en mi puño, mire al cielo y le pregunte: - ¿por qué estas tan seguro? Leonardo sonrió y dijo: - Soy tu amigo y aunque no lo fuera no seria difícil notar que los dos sienten algo… creo que tienes que aprovechar ya que una chica como ella no se consigue fácilmente. Yo: - No es tan fácil como parece. El: - Se que su ultima cita no fue un éxito pero ella te quiere. Al escuchar esto si me puse de mal genio, tome un poco de mi bebida y le pregunte: - ¿Cómo sabes de nuestra cita? El: - Tengo fuentes, además eso es totalmente irrelevante, preocúpate mejor por como le vas a proponer que sean una pareja. Levantándome dije: - eso no será nada fácil. El: - Suerte con eso. Definitivamente necesitaba un plan ya que esta vez tendré que sorprenderla, no podre llegar como siempre y decírselo, necesitare de mas asustaría pero ¿Qué? ¿Qué podría usar o decirle? Recuerdo unas palabras que me dio un sabio anciano y me dijo: - “Muchacho al principio se un poco tacaño, no mucho ni muy poco;  ya que al principio ella estará cautivada solo con tu presencia sin importar quien seas o que hagas, mas adelante tendrás que cambiar de estrategia para sorprenderla así que tendrás que abrir tu corazón y tu billetera para darle a ella lo que en verdad quisiste brindarle desde un principio y ahí, justo en ese momento la sorprenderás porque ella nunca esperaba eso de ti, ya que al principio fuiste una cara linda y comprenderá que ahora la amas”.

Todo el día estuve pensando en hacerlo o no, cuando llegue a la casa encendí el televisor para ver si algún programa se parecía a lo que me estaba sucediendo, después de ver por varias horas concluí que la respuesta no esteba en la televisión ya que nunca se ve el final hacen durar la mismas partes sin fin para hacer durar los programas y enviciar a la gente, pasado unos minutos luego de apagar la televisión me dormí.

Estaba en mi casa y entro Angela, la salude y de un momento a otro de la cocina salió otro yo, en ese momento lo mire y le dije: - Pero que demonios. Atrás de mi había otro y me golpeo, me pego tan duro que caí al suelo, los dos me alzaron y me sentaron en un silla del comedor, Angela abrazo a uno y yo rápidamente me levante de mi silla y le pegue un puñetazo en la nariz, mi otro yo empezó a pegarme en la espalda y se armo una pelea entro nosotros tres, los dos me iban ganando y así que tome un silla, se la lance en la cabeza a uno y gire a mirar a Angela, ella estaba totalmente fresca como si nada estuviera pasando, sentí un puñetazo en mi cara que me decía vuelve a la pelea, seguí peleando salvajemente hasta que escuche unas risas, mire otra vez a Angela y estaba acompañada de Mario, en ese momento sentí que el odio recorría mis venas, la pelea dio un giro inesperado, yo estaba ganando, estaba pulverizando a mis otros yo y justo cuando tenia a los dos en el suelo Mario intervino y dijo: - Tu eres el único idiota que peleas contra ti mismo. En ese momento grite y desperté. 

Tomala...Where stories live. Discover now