CAPÍTULO 20

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Rex:

Era difícil recordar lo que había ocurrido en ese momento. Recuerdo la luz que venía rápido hacia nosotros, también un fuerte impacto que juraría me saco volando por los aires y luego un último golpe en mi cráneo. Lo siguiente a ello se basa en recuerdos borrosos como gente gritando alrededor, también recuerdo las sirenas de una ambulancia junto a la policía. Juraría recordar el sonido de otro golpe y una gran discusión.

Mi cuerpo estaba inmóvil y como si fuera un sueño, me quedé a oscuras sin saber lo demás... Pero, ¿Por qué ocurrió todo eso? La luz venía a gran velocidad, ¿Pero qué era esa luz? ¿El significado de mi muerte? Sea como sea, no lo acepto.

...

Leonardo:

Corría tan fuerte como podía junto a las personas que cargaban de mi Rex inconsciente en aquella horrible camilla por todo el hospital. ¡¿Por qué deje que sucedería todo esto?! ¡Es mi culpa que Rex esté en ese estado! ¡¿Por qué nunca pude cuidar de la única persona que me amo de verdad?!
Era tarde para los lamentos. Los enfermeros me detuvieron al entrar en una puerta con Rex. Ellos me dijeron que debía de esperar y llamar a sus padres o cualquier otro familiar aunque yo desconocía por completo aquellos números.

¿Ahora qué se supone que debía de hacer? Tampoco sabía en qué parte de la ciudad me encontraba. Estaba completamente perdido y desesperado.
No tuve más alternativa y salí del hospital rezando porque alguien de nuevo me ayudara.
La gente estaba pasando por los alrededores, todos se veían tan ocupados y centrados que desconocía la forma en cómo hablarles. Además, el miedo que me inculcó mamá acerca de la gente rica hace que pierda el poder de hablar, ¡Pero no podía quedarme quieto y en silencio ahora!

Visualice a lo lejos a un gran rinoceronte. Parece que estaba esperando a alguien y sin pensarlo fui hasta con mis piernas temblorosas y también mi respiración entre cortada. Su vista estaba centrada en su celular y no me quedaba más alternativa más que llamar su atención.

— C-caballero. - le mencioné tocando su hombro y este de inmediato me miró y sonrió. -

¿En qué puedo ayudarlo Joven? - las palabras no me salían. Estaba jadeando y al punto del llanto que lo noto en seguida - Hijo, ¿Está bien?

— M-mi n-novio... E-esta en el hospital y n-no conozco t-tengo una f-forma de comunicarme con s-sus padres. - cada que hablaba debía de pasar saliva. Las primeras gotas de sudor recorrieron mi frente hasta llegar a mis mejillas y posteriormente a mi mentón. Estaba extremadamente nervioso. -

Mira hijo, es imposible que encontremos la forma de comunicarnos sin saber nada de los padres. ¿No tienes una dirección? Cualquier pista que nos haga dar con ellos. - estuve pensando por un buen rato hasta que recordé algo tan importante. Los padres de Rex tienen una gran empresa y sé que ahí podré encontrarlos. -

S-Sí. S-sus padres... S-son dueños de "F-fur-Extreme" - mencioné nuevamente con titubeo - ¿C-cree que pueda encontrarlos así? - el rinoceronte volvió a su celular buscando lo que le había dicho. Al cabo de segundos, me miró sonriendo - Tengo la dirección de la empresa e incluso su número. Aconsejo que vayas hasta allá hijo. Las operadoras tardan demasiado y rara vez dejan comunicarte con los dueños.

— ¿P-puede darme la dirección? - este giro la cabeza a su derecha y detuvo un Taxi. - E-espere. Y-yo no puedo pagar ahora mismo un taxi.

— Sólo sube hijo al Taxi hijo. - no tenía más remedio así que subí al Taxi. El rinoceronte parece ser que le dio la dirección al taxista y este de inmediato arrancó. -

Mientras viajábamos no paraba de jugar con mis dedos. Esa escena no se apartaba de mi cabeza, menos ahora que mi Rex estaba en el hospital. Me sostuve la cabeza pues estaba a punto de gritar de la desesperación. Afortunadamente el taxista me habló notificándome que estábamos afuera de la empresa.
Quería explicarle que no tenía dinero para pagarle pero él dijo que aquel rinoceronte ya había pagado el viaje.
Nuevamente me quedé sin habla y baje del taxi rápido. Ahí estaba enfrente de mí la empresa, era enorme pero entre sin darle más avistamientos. Entre corriendo y apartando a toda la gente que me encontraba por el camino. Estaba llena de gente pero no me importaba recibir insultos por parte de ellos.

— Buenas tardes. Bienvenido a... - estando ya frente de la recepción, di un fuerte golpe con mis dos palmas sobre este mismo, asustando a la recepcionista. -

¡Necesito ver a los padres de Rex! ¡A los dueños de la empresa! ¡Por favor, se lo suplico! - al fin había gritado como pude. La recepcionista llamo rápido a seguridad y ellos me tomaron de los hombros, tomándome como un loco, pero una voz conocida detuvo todo el asunto... ¡La madre e incluso el padre de Rex venían con ellos! De sólo ver a aquel tiburón mayor sé que es su padre. -

— ¿Por qué tanto escándalo aquí? - Melissa, la madre de Rex al verme, se llevó las manos a la boca del asombro y rápido ordeno que me dejaran - ¡Leonardo! ¡¿Pero por qué estás así de alterado?! ¿Qué pasa?

— Rex... Yo no pude protegerlo... Y-yo lo siento mucho... - ambos señores confundidos se quedaron en silencio y posteriormente hablé de nuevo - Rex... E-esta gravemente herido en el hospital...

"P-por favor, necesito que vayan..."

Entre mundos distintos. ( Furry/Gay )Where stories live. Discover now