CAPÍTULO 18

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Rex:

La mañana siguiente no fue gran cosa aunque hubo pequeños momentos de "incomodidad" para mí... Realmente eróticos.

Ambos nos encontramos aún en cama, apenas los pequeños rayos de luz entraban por la ventana del cuarto de Leonardo, que para ser francos, gracias a un por el frío todo era muy nublado y de un color gris y también con una pequeña ventisca que te provoca escalofríos en todo el cuerpo.

Me desperté gracias a que un cierto león estaba provocando pequeños gruñidos mientras dormía, aunque ciertamente no me molestaba, más bien me causaba bastante gracia y aún más cuando pasaba mi mano por toda su mejilla y la acariciaba de forma lenta, pues esos gruñidos se convertían en fuertes ronroneos por parte de Leonardo.

- Hey, hey... León... Leonardo... Despierta... Ya es de mañana. - le decía en leves susurros sobre su oreja

- ¿Tan rápido? Pero si apenas pude disfrutar de mi gran almohada de tiburón. - dijo para lo cual me sostuvo con fuerza para acomodarse en mí

- Yo también quiero disfrutar más de mí enorme y cómoda almohada de león, pero ya es de mañana y debemos de estar de pie. - mis intentos de despertar a Leonardo eran completamente inútiles, ya que al poco tiempo pude sentir su saliva escurrir por mi pecho - Leonardo... Estas babeando...

- ¿Estoy qué...? ¡Aaaahh! ¡Lo lamento! - y así se levantó por fin de la cama y con sus mejillas rojas de la vergüenza - ¡Ya estoy despierto! ¡Ya estoy despierto! - no pude hacer otra cosa más que reír pero me callé de inmediato al recordar que Daniel estaba dormido en el mismo cuarto

- Será mejor que nos levantemos. Tengo que regresar a mi casa en unas horas. - Leonardo de inmediato se puso triste al escuchar eso

- ¿No quieres vivir aquí conmigo? Tengo un trabajo y tengo estudios. Cuando termine todo te aseguro la mejor de las vidas. - he de decir que el comentario es muy lindo pero algo en ello me molesto

- Para nada Leonardo, tú y yo somos un equipo y yo jamás aceptaría que tú me mantuvieras de esa forma. - ambos nos levantamos de la cama al igual que nos pusimos algunas prendas. Olvide mencionar ayer que Leonardo decidió acostarse en cama sin su playera y fue muy vergonzoso

- ¿Pero qué tiene de malo? ¡Tú estarás ahí sin hacer nada mientras yo te puedo dar todo! - con nuestras prendas bien puestas, ambos salimos del cuarto y nos fuimos a la pequeña sala para sentarnos - ¿Quieres un vaso de leche?

- Ese es el problema Leonardo, yo no quiero estar ahí sin hacer absolutamente nada. Para algo estoy estudiando... Y sí, por favor. - aunque Leonardo pudiera una cara de decepción, no me importaba pues tenía que entender - No hagas caras de niño, yo también quiero aportar en mi propia vida. - ante la mesa ya habían dos vasos de leche servida

- Hmmm me sería imposible hacer una discusión contigo por eso. Parece que tú sabes más sobre parejas que yo.

Quizá sabía un poco, pero no tanto como para poder decir que yo era un experto. A decir verdad, creo que me he basado sobretodo en las relaciones que Diana y Paola han tenido.

Después de tomar aquel vaso de leche, Leonardo me dijo que tomaría una ducha para después acompañarme donde Damián viene por mí.
He aquí la parte erótica. Leonardo comenzó a quitar toda su ropa frente mía y al principio pensé que era normal pues sólo fue la playera, pero después fue el pantalón y dejándose únicamente con su prenda interior.
Mis "instintos" hicieron que mirase aquella entrepierna de Leonardo. Su tamaño era normal pero bastante tentador como para ponerle una mano encima de ahí y acariciarle... ¡¿Qué estoy diciendo?! Tuve que detener a Leonardo con un grito.

- ¡¿Por qué te estas desnudando enfrente mío?!

- Somos novios, algún día me tendrás que ver desnudo Rex. - respondió de forma inocente

- ¡Pero no quiero verte desnudo ahora! ¡Por favor haz eso en el baño! - simplemente de verle sin su camisa me daba mucha pena, pues gracias a que somos novios, me tomé la molestia de observar mejor su cuerpo... Y es grande, sólo diré eso

Aunque yo pareciera enojado, Leonardo entró al baño muy avergonzado al igual que yo... ¡En verdad no quisiera verle desnudo ahora! Sé que en algún momento él y yo vamos a tener sexo, pero... Me da mucha vergüenza pensar en ello.

...

Ya era la hora de partir a mi casa. Daniel se despertó al escuchar la puerta de la entrada abrirse, por lo cual salió corriendo hasta nosotros y se lanzó a mis dos piernas. Ver su cara llena de ternura y a la vez de tristeza hacían que mi corazón se hiciera el más blando de todos pues nunca creí que yo me fuera a encariñar tanto con un niño. Quizá es porque lo veo de forma más especial gracias a Leonardo y además, Daniel no era un mal niño, sino todo lo contrario.

Me despedí de Daniel con un fuerte abrazo mientras lo cargaba. Era lindo pues también soltaba pequeños ronroneos como Leonardo cuando es acariciado, pero los de Daniel se escuchaban mucho más suaves.

El león me acompañó hasta la limusina pues Damián ya se encontraba ahí.
Le di un fuerte abrazo también a Leonardo y por insistencia de él, le di un beso en sus cálidos labios. Sus bigotes que tiene como felino siempre hacen que mis labios se lleguen a picar pero realmente me gustaba pues pienso que lo hace aún más especial para nosotros dos.

Subí a la limusina y Leonardo se quedó un rato ahí parado para ver como me iba lentamente. Despedirme así de él me daba mucha tristeza, parecía que ambos nunca nos veríamos en mucho tiempo cuando no sería así.

- ¿La pasó bien con Leonardo joven? - me dijo Damián mientras conducía

- Claro. Fue demasiado lindo y agradable pasar la noche con Leonardo... Eh, mi novio. - aún me daba mucha pena decir esa palabra, además Damián apenas se estaba enterando

- ¿Son novios? Que alegría joven Rex. - aunque no lo parezca, sé que Damián tiene una sonrisa ahora mismo - Joven, ¿ese no es uno de sus compañeros de colegio? - ¿compañeros? ¿Aquí? Aún no salíamos de la zona por lo que se me hizo muy extraño

Cuando pose mi mirada hacia la derecha, pude ver por unos segundos a Nick hablar con alguien... ¿Pero qué hacía Nick aquí? Él le tiene un enorme odio a estas personas, ¿para qué tomarse la molestia? ¿O acaso oculta algo?
Quise dejarlo sin más, pero hubo otra cosa más que atrajo mi atención.
La persona con la que mantenía la conversación se veía como una mujer... Parecía una leona... ¡No puedo creerlo!

¡¿Es acaso la madre de Leonardo?!


Entre mundos distintos. ( Furry/Gay )Where stories live. Discover now