CAPITULO 10

301 44 7
                                    

Leonardo:

Toda la noche no pude dormir en lo más mínimo, aquellas palabras retumbaban por mi cabeza: "Aléjate de él", no podía pensar en otra cosa más que eso, mi mente estallo después de un buen rato así, pero no tuve más remedio que seguir así, sin poder pegar cabeza.
Aunque realmente no era malo del todo, ya que sólo me daba más alas para poder decirle a Rex lo que siento, lo que me hace sentir, lo que su presencia provoca en mí; eso y mucho más.

Así que ya estaba más que decidido, en la mañana, le diré mi amor al tiburón, no importa si me dice que no, u otra cosa, pero tengo que decirle.
De tanto pensar en él, olvide por completo aquellas palabras, y por fin, pude dormir tranquilo.

La mañana se hacía presente por la ventana de mi habitación, los nervios comenzaron a matarme, pero no había vuelta atrás.
Esta vez hice de todo, me arregle lo mejor que pude, incluso me puse mi mejor colonia, espero que esto sirva de algo... ¡Inclusive iba bien peinado a pesar de portar una melena! Me tengo que ver presentable, sólo para él.

Agradezco que mi madre seguía dormida, no decidí despertarla cómo otras veces, prefiero que ni me vea, aunque cierto "miedo" abunda mi cuerpo cuando la vi.
Salí, faltaba una hora para que todo iniciara, por suerte en la mañana el transporte esta vació y tranquilo.

"Hola Rex, quería decirte que te quiero mucho"... No... "Disculpa joven, ¿me preguntaba si quería salir conmigo?... Tampoco... "Te veo y no sé que decir"... ¡Ni eso funcionara! 
Pensaba una forma en cómo decirle a Rex, pero nada me salía, ¿de verdad estoy tan nervioso por tan sólo pensar en él? Me miré por los cristales del metro, y efectivamente, estaba completamente rojo del rostro.

El tiempo se me acababa, ya estaba camino a la escuela, unos cuantos pasos más y ya estaría adentro, vería cara a cara a Rex, esa persona que amo... ¡Pero sigo sin saber que decirle o que hacer! De verdad necesitaba mucha ayuda, pero no tenía con quien recurrir.
Entre al aula, allí estaba él, leía un libro con mucha calma, sin nada que molestarle. Suspire decepcionado de mí. Ahora de verdad me pregunto si soy capaz de hacerlo. 

Pase al lado de él y parece que no me vio, mucho mejor para mí, en estos momentos ni quiero que me vea o hable, no sabría ni que decir o pensar, estoy atrapado. 
Las horas pasaban, pude percatarme que sus dos amigas no asistieron a clase por lo tanto Rex estaba más callado de lo normal, cuando tenía la oportunidad se ponía a leer su libro nuevamente.

La hora del almuerzo, no sabía que hacer, no sabía si le diría hoy, no sabía que le diría, ¡No sabía nada en estos momentos! Rex salio primero, yo lo seguí hasta dónde él iba pero me preocupaba que me viera. Casualmente, se fue al árbol en donde siempre me pongo, en donde me pongo a pensar. Rex lo miro, alzo la vista y se acerco más a éste. Mi oportunidad, sólo sé tú mismo.

- ¿Quién soy? - le tape los ojos con mis dos manos mientras reía 

- Hmm... Vaya, siento que es una gran persona capaz de intimidar a todos, pero es lindo al mismo tiempo... ¡Leonardo! - sonreí y sonroje por esas palabras, volteándolo haciendo que me mirara - Discúlpame por no hablarte en toda la clase, mi mente se fue a otro mundo.

 - No tienes nada de que disculparte, no siempre tienes que estar conmigo, puedes hacer lo que quieras. - me acerque más a él, lo cual no se dio cuenta

- Gracias por eso, pero no. Eres mi amigo, no quiero no hablarle a uno de mis amigos. - me acerque más, incluso hice que Rex alzara la mirada

- Esta bien, no diré nada ante eso... - lo tome de las manos, reacciono de inmediato, mirándome algo raro, pero sonrojado a la vez

Rex:

- Oye Rex. - dio un suspiro, mirando a bajo, tardo unos segundos en volver a hablar - ... Ya te he dicho lo mucho que aprecio lo que haces por mí, sé que siempre que te veo es para agradecerte eso, o incluso sé que es lo que piensas: "Vaya león tonto, sólo se la pasa agradeciendo"... Pero, no es todo lo que sucede cuando te veo... - se le corto la voz en ese momento, no sabía como reaccionar - Desde siempre me has dado toda tu confianza, toda tu ayuda, toda tu amistad... ¡Prácticamente me has dado todo! Y eso ha ocasionado algo dentro de mí cómo no te imaginas... - de nuevo se quedo sin habla - ... Hace no mucho, un león con pocas esperanzas, conoció a un tiburón que le ayudo... Paso el tiempo, el tiburón seguía siendo igual de amable con el león, y en ese momento... El león pudo sentir cómo su corazón volvía a latir, de esperanzas, alegría... Y... Amor - no pude creer lo que dijo... ¿Amor...? - Y hoy ese león quiere decirle todo lo que siente a ese tiburón... Je... ¿Sabes Rex? Cada vez que te veo, no sé cómo reaccionar, una gran alegría recorre todo mi cuerpo, no puedo evitar ponerme nervioso cómo hoy lo estoy, pero no me importa, porque me has dado esa confianza que me inspira a hoy poder confesarte todo... Y para no hacer esto muy largo, quiero decirte que me gustas Rex, me gustas demasiado.

Mi respiración estaba bastante agitada, mi corazón latía cómo nunca antes lo había echo.
Leonardo poco a poco se acerco a mí, bajo la cabeza para poder alcanzar la mía. Acerco su rostro al mío, sentía su respiración igual de agitada que la mía.
Mi cuerpo no daba señales de vida, no podía mover ni un sólo musculo, estaba perplejo. Aunque realmente mi mente me pedía a gritos que me quedara, mi corazón y mi alma decían lo mismo, inclusive yo. 
Y así fue como paso, Leonardo pego sus labios a los míos, los comenzó a mover con calma, eran tan suaves y cálidos. De mi parte no hubo gran cosa, seguía sin reaccionar.
Así Leonardo y yo no la pasamos, no niego que no me gusto, pero no mi cuerpo no correspondía a mi llamado.

- ¿No... Te gusto? - me decía triste, con las orejas bajas

- Me encanto... Pero... No sé besar. - dije con gran vergüenza - Eres la primer persona que me besa... - por eso dicho, el león se sonrojó más de lo normal

- ¿L-lo dices de verdad? B-bueno, cuando quieras yo te puedo enseñar jeje. - solté una risa, apoye mi cabeza en su pecho, mirando a bajo mientras él aprovechaba para acariciar mi cabeza - Pero, aún no me respondiste... ¿También te gustó Rex?

- Te seré sincero... No lo sé... Te quiero Leonardo, te amo, te aprecio... Pero no estoy seguro si te amo para llegar a este punto, ¿me entiendes? No quiero que estés triste por lo que dije, ya que bueno, si me gustas Leonardo. - mi corazón latió de nuevo cuando dije eso, lo abrace como si fuera un niño pequeño de la cintura 

- Hmm... ¿Eso significa que tengo que enamorar a este dulce y hermoso tiburón? ¡Pues acepto la misión! Ya tengo parte de su corazón. - alce la vista para verlo, y por primera vez, pude apreciar completamente su rostro

Lo vi, su cara era tan linda, tenía una sonrisa cómo nadie la tenía, era tan perfecta que las palabras sobran para poder describirlo. Y por dios, sus ojos eran los más hermosos de este planeta, no eran grandes ni pequeños, tampoco eran color azul o verde, simplemente eran suyos, y por eso me fascinaron.
Gracias a esto tenía ahora mismo mi corazón por completo, pero lo dije antes, aún no estoy seguro de querer del todo, pero sé que con el pasar del tiempo, no podré separarme nunca más de Leonardo.

- me acerque lo demasiado a sus labios, lo cual provoco que se avergonzara, esta vez yo era el atrevido - Ahora, quiero que estemos los dos juntos león... Nunca me he enamorado, pero por ti me doy cuenta que bajaría cada estrella para regalartela, aunque estas no se comparan con el brillo que tú tienes... Y quiero que por favor tomes esa misión, quiero que me enamores, quiero que seamos una pareja, quiero que caminemos juntos, tomados de la mano sin que a nadie le importe o moleste, que lo único que importe seamos nosotros dos... Te amo.

Los dos nos sonreímos, nos tomamos de la mano y así, caminamos al salón.

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

¡Hola! Disculpen por el capítulo corto.

Ya saben, si les gusta voten y comenten. Un saludito, ¡adiós!



Black_White

Entre mundos distintos. ( Furry/Gay )Where stories live. Discover now