CAPITULO 3

403 54 6
                                    


Rex:

Después de varias horas de clase estás ya habían dado a su fin, ya era la hora de la salida, por suerte es que hoy fue un día bastante tranquilo y poco movido, aunque mañana será algo más pesado, ya que toca el profesor de deportes, y en ningún momento nos da piedad, siempre pone una rutina bastante agotadora, pero claro, él siempre esta viendo a los demás, y siempre me he preguntado, ¿qué acaso los profesores de deportes hacen deporte? Yo nunca los he visto.

Recogía algunas cosas que quedaron en la paleta de mi pupitre para meterlas a mi mochila, aunque esta se hallaba un poco vacía puesto que el león tenía el resto de ellas, que por cierto, su mochila no se ve tan resistente como para soportar tanto peso, así que decidí tomar unas cuantas y meterlas a la mía, al final terminare yendo a su hogar, así que no hay de que preocuparse. 

Leonardo: Oye... Si quieres ir a mi hogar, necesitaremos ir hasta el metro... Espero que no te moleste. - se le notaba cierta pena en su voz 

Rex: Hmm... Eso mejor déjamelo a mí, tú no te preocupes. 

Dicho eso, nos dispusimos a caminar hasta la salida de la inmensa academia, donde fuera de ella habían varios coches de lujo, en mi caso una limusina completamente blanca y reluciente, donde adentro estaba Damian, mi buen amigo. 
Le hice una pequeña seña a Leonardo para que me siguiera, yendo conmigo hasta la limusina.

- ¿Cómo estuvieron sus clases joven Rex? - dijo con su típica formalidad y sonrisa

Rex: Muy relajadas Damian, gracias - conteste, pero en ese momento Damian miro curioso a Leonardo - ¡Oh! Él es Leonardo, un amigo nuevo, y quiero que me hagas un favor; necesito que me lleves a casa de Leonardo, para ayudarle a sus trabajos, es nuevo en las instalaciones. 

Leonardo: Un gusto Damian - contesto, mostrando una sonrisa y cortesía, me gustaba esa parte suya - Gracias por su ayuda. 

- No hay de que señor. Suban, pero necesito que me diga la dirección y en un momento estaremos allá. 

Fui a la puerta de la limusina, abriéndola para que el león pudiera pasar, lo cual hizo, moviendo su cola de un lado a otro, me imagino que será por la emoción... Subí, quedando a su lado, para luego Leonardo darle la dirección, a lo cual dejo impactado a Damian, deduzco que ya sabrá sobre la situación de este, con una simple dirección supo todo. 

Leonardo

Cuando subí a la limusina no pude evitar tener la boca abierta, nunca imagine poder estar dentro de una, pero ahora que lo estoy sé que es genial y emocionante. Miré a todos lados, apreciando cada mínimo detalle, simplemente todo me parecía perfecto, y viendo de reojo a Rex, no sabía de que forma darle las gracias, por todo desde el comienzo.

Leonardo: Rex... De verdad, muchas gracias por toda tu ayuda, desde que llegue me haz tratado de maravilla, de verdad mil gracias... También por traerme aquí, este era un sueño que creí jamas poderlo cumplir, pero ahora gracias a ti, se hizo realidad... Y perdón por ser un poco sentimental, o como quieras llamarlo, pero aprecio de corazón lo que haz echo por mí. - estaba lleno de vergüenza y pena, no sabía aún con que palabras decirle todo - Pero te prometo que te voy a pagar todo de alguna forma, no sé cómo, pero... - fui interrumpido por Rex 

Rex: Oye, no hace falta que me pagues, créeme que lo hago de corazón, y por lo poco que sé de ti, puedo notar que eres buena persona... Y me gustaría que el tiempo haga que nos conozcamos más a fondo, pero de momento, nada de que me vas a pagar o algo por el estilo, ¿esta bien? 

Entre mundos distintos. ( Furry/Gay )Where stories live. Discover now