Capítulo trece

472 48 11
                                    

Declan

—De mala decisión en mala decisión —murmuro decepcionado —, estás en racha.

—Qué idiota —Blake me da un golpe en el hombro —. ¿No puedes estar feliz por mí?

—Claro, lo estoy, ¿no me ves? —fuerzo una sonrisa y él niega con la cabeza.

Durante unos segundos no decimos nada y le doy una calada a mi cigarro. Entonces suspiro y lo miro otra vez.

—Ahora en serio —añado —, estoy feliz, de verdad. Si tú eres feliz yo soy feliz.

Blake sonríe divertido.

—Gracias. Willow te está volviendo más cursi de lo normal.

Le doy un golpe en el hombro y sonrío ante la mención de Willow, últimamente no para de decirme estas cosas. Bebo un trago de mi cerveza y le paso el cigarro a Blake, pero niega con la cabeza.

—Chico sano —asiento orgulloso.

—Deberías dejarlo.

—Supongo —me encojo de hombros indiferente, dándole otra calada.

—Por cierto, ¿cómo vas con Willow? —cambia de tema.

Niego con la cabeza y me paso una mano por el pelo.

—No sé qué le pasa —digo finalmente.

—¿Qué quieres decir?

—Está... rara —lo miro —. No lo sé.

—¿Lo habéis hablado?

—Llevo ya un par de días intentando quedar con ella pero "está ocupada" —hago unas comillas con los dedos.

Claro que Willow puede estar ocupada pero, por dios, que aprenda a disimular mejor. Me la creería si no intentara escaquearse de mí cada vez que me ve en el rodaje.

Lo he pensado mucho, de verdad, y no se me ocurre nada que haya hecho mal para que se aleje así de mí. No lo entiendo.

—Pero... ¿ha pasado algo?

—Todo iba perfecto —aseguro.

Blake pone una mueca de confusión, representa perfectamente mi estado durante estos últimos días. Y la echo de menos.

—Vuelve a hablar con ella.

—Vale genio —pongo los ojos en blanco.

—Puede que ahora te haga caso.

—Claro, ahora me hará caso —murmuro con sarcasmo, asintiendo.

Nada más decir eso, el teléfono se me ilumina indicando que me ha llegado un mensaje, y como no, es de Willow.

Miro a mi amigo de manera acusatoria.

—Eres mi amuleto de la suerte —sonrío.

—¿Gracias?

Abro el mensaje sin perder tiempo.

Bonita: ¿puedo venir a tu casa?

—¿Quién e...?

—Shhh —lo corto, señalándolo con el dedo. Veo como pone mala cara pero no insiste y vuelve a beber de su cerveza tranquilamente.

Declan: claro bonita, ¿necesitas la dirección?

Bonita: sí, por favor.

Tras mandarle la dirección cierro el móvil y me giro hacia Blake, que me mira con curiosidad.

Solo tú y yoWhere stories live. Discover now