13 | un problema a la vez

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Como cada mañana, Cleo Delacour salió a correr por la orilla del amplio lago a las afueras del castillo de Hogwarts, y como cada mañana, se topó al Viktor Krum

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Como cada mañana, Cleo Delacour salió a correr por la orilla del amplio lago a las afueras del castillo de Hogwarts, y como cada mañana, se topó al Viktor Krum.

El campeón de Durmstrang.

No había tenido tiempo de entablar una conversación con él desde, nunca, estaba tan enfocada en su propio mundo que hablar com hombres era lo último en lo que pensaba ahora, a no ser que fuesen Harry, Cedric, el profesor Alastor Moody, Dumbledore y Hagrid.

—¿Estás demente?—Preguntó el chico con los ojos abiertos para beber un poco de su botella de agua después de sentarse en un tronco a descansar

Cleo negó con una sonrisa para hacer una mueca al instante y tocar su abdomen.

—¿No lo ves?—Preguntó preocupada, sentía que había engordado más en ese tiempo en Hogwarts que en toda su vida, y eso que evitaba consumir más de 700 calorías al día—No puedo Krum, no puedo verme así antes del baile—Se quejó colocando una mano en su frente con dramatismo

El búlgaro niega burlón, admitía que aquella niña le agradaba, así como lo hacía Fleur, pero con Cleo era diferente, habían estado corriendo casi todas las mañanas y él no podia dejar de verla como la hermana que deseaba tener.

Creía que sentía la necesitaba de protegerla, por eso no le gustaba cuando se expresaba de esa forma, no era la primera vez que había notado como aquella rubia se quejaba de su cuerpo, incluso cuando Krum creía que estaba lo suficientemente delgada y con buen cuerpo para su edad.

—Yo creo que debemos descansar por hoy—Manifestó para palmear el espacio junto a él—Solo relájate un segundo, Cleo, luego continuaremos.

Por supuesto no lo harían, no quería exigirle y mucho menos exigirse a si mismo, el cuerpo debía recuperarse.

Cleo a regañadientes se sentó mientras acomodaba su perfecta coleta para mirar fijamente el lago.

—¿Ya sabes a quién invitarás?—Preguntó con una sonrisa emocionada la de ojos verdes para voltear hacia un dudoso Krum—¡Si lo sabes! ¡Si lo sabes! ¡Santo Gautier!

Viktor Krum soltó una carcajada, definitivamente jamás se acostumbraría a sus expresiones.

—¿Qué hay de ti?—Preguntó el de Durmstrang interesado, necesitaba saber a quién debería golpear luego si la lastimaban

—¡Oh, no, Krummy! Yo pregunté... primero—Indicó apuntándolo con su dedo indice, el susodicho negó divertido ante el apodo, definitivamente nunca se acostumbraría—¿Quién es la afortunada?

—Primero debes saber que es bastante... repentino, de hecho estoy dudando en invitarla, creo que no aceptaría

—¿Qué? ¡Diría algo pero no te subiré el ego!—Exclamó divertida para levantarse de golpe del tronco y caminar de un lado a otro—Tengo un plan, ya estoy organizando uno pero... ¡puedo ayudarte a invitarla! ¡Globos! ¡Chocolates! ¡Música!—enfatizó haciendo ademanes con sus manos

𝐆𝐋𝐀𝐌𝐎𝐑𝐎𝐔𝐒 - harry potter Where stories live. Discover now