𝐆𝐋𝐀𝐌𝐎𝐑𝐎𝐔𝐒 - harry potter

21 | yule ball

—No tenías que hacerlo, ¿Lo sabes, no?—Declaró Cece acomodándose su vestido para verificar que todo estuviese bien, lucía hermosa.

Cleo no podía estar más que orgullosa de su mejor amiga, hace unos días estaba llorando por un tonto como cabello de zanahoria y ahora lucía como una reina total y sin bolsas debajo de sus ojos.

—¡No fui solo yo!—Aclaró emocionada para tocar su mentón—Pero falta algo—Sonrió para buscar algo en su mesita de noche

—¿Cléophee?—soltó negando cuando la chica abrió una pequeña cajita—No puedo...

—Si puedes, me ha costado que mi madre lo mandara después de casi asesinar a Hermione Granger—Confesó recordando el vociferador que había recibido de su nana en nombre de su madre hace unos días—Pero cuando le he dicho que era para ti, simplemente accedió a ayudarme

—Cleo

—Es tuyo, mon amour... es un pequeño detalle pero te mereces esto y más—Afirmó mostrando sus aperlados dientes blancos para sacar el collar de la cajita color negro—

¿Un pequeño detalle? ¡Eso podía costar más que su vestido! Pensó Cece, no le gustaba aceptar regalos pero ya era una costumbre por parte de Cleo dárselos.

—Es hermoso—Susurró viéndose en el espejo de la habitación cuando su mejor amiga se colocó detrás de ella para abrocharle el collar al cuello—Gracias

—Nada me haría más feliz que verte entrar al baile con eso, es como si te acompañara... finge que no estás bailando con Harry y lo haces conmigo—Soltó con una sonrisa pícara y Cece negó divertida.

Se sentía mal por quitarle la ilusión a Harry de ir al baile con Cleo, sabía lo mucho que le había costado pedírselo para que al final no fuesen juntos, pero también sospechaba de la intensión de Cleo, y admitía que no se opondría, sobre todo cuando ella siempre conseguía lo que quería.

—Está afuera de la sala común—Dijeron detrás de la puerta, de inmediato reconocieron la voz, era un adorable niña a quién le habían pagado para que les avisara cuando veía a Harry Potter afuera de Ravenclaw.

—¡Merci, chérie!—agradeció Cleo para pasar delicadamente sus manos por las ondas que tenía su castaña amiga—Nada de ceños fruncidos, produce arrugas

Cece rodó sus ojos para soltar una carcajada.

—Te amo, ¿Lo sabes?—La rubia gritó emocionada, lo sabía y le encantaba escucharlo, ella era su hermana, haría lo que fuese por ella, incluso sacrificar su noche casi soñada, admitía que le hubiese gustado bailar con su amigo.

Pero él había accedido.

—Yo también me amo... miento, bueno si me amo, pero también te amo a ti—Se corrigió cuando supo que su amiga iba a golpearla en el hombro—Ahora ve, no dejes esperando a tu galán

—¿No vienes?—Preguntó confundida Cece cuando la francesa fue a buscar un labial

—Ah, no... Draco vendrá en unos minutos y aún no termino de arreglarme,  los veo en el baile—Respondió con serenidad para comenzar a colocarse el labial rojo en sus labios.

Algo era seguro, ese par de amigas flecharían a más de uno esa noche.

—De acuerdo, te veo luego—Declaró para darle un último vistazo a su hermosa mejor amiga antes de despedirse para salir de allí.

Cuando la Gautier - Delacour se quedó completamente sola en la habitación sonrió mirándose en el espejo, realmente se veía hermosa, esperaba que pensaran lo mismo, si no lo hacían, pues no importaba, ella se sentía así.