El engañoso corazón humano

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«pravum est cor omnium et inscrutabile quis cognoscet illud»
Jeremías17,9

Miku salió del cementerio, nuevamente empezó a deambular por las calles sin saber a dónde ir. El hambre, el frío y la soledad pueden doblegar a cualquiera, pero para Miku empezaban a ser sus nuevos compañeros de viaje.

De tanto caminar y pensar decidió regresar a casa. Una vez ahí sus hermanas la recibieron con toda alegría, aunque ella no se sentia cómoda. Inmediatamente se fue a su habitación a meditar en las palabras de su difunta madre.

-mamá tiene razón tengo que salir de aquí para emprender el viaje de mi vida, y conocer a gente nueva para sanar mi corazón; lo único que me falta es el dinero. Veré si puedo recuperar el dinero que invertí en el negocio junto a Nino- pensaba para sus adentros.

Al día siguiente, Nino y Miku tuvieron una conversación larga y tendida sobre el destino del negocio que ambas habían construido.

Nino le dijo: -Miku, es un negocio rentable, no puedes retirarte para solamente emprender un viaje, dudo mucho que puedas superar a Fuu.

-Ya no tiene sentido que siga en Japón, decidí irme lejos, o por lo menos conocer el mundo ya no hay nada para mi- respondió Miku.

A ésto Nino replicó -deberias pensarlo mejor y no tener una posición obstinada, porque si tú actúas de esa manera irracional para olvidar a Fuu no tendrás mucho éxito en tu viaje y lo más probable es que regreses como un perro arrepentido

-Muy bien, te propongo algo, seguiré contigo en el negocio de la comida hasta que podamos pagar la deuda, luego tomaré mi parte de la inversión y me marcharé- contestó Miku.

Ambas hermanas quedaron de acuerdo. Pasaron 5 años de arduo trabajo y estudio. Durante ese periodo Miku no perdió el tiempo pues empezó a estudiar idiomas, historia, filosofía (Occidental y Oriental) y en consecuencia consiguió una beca completa para ingresar a la Universidad de Kioto para ser miembro de la Escuela de Kioto, un movimiento filosófico iniciado por Kitarô Nishida.

Miku estaba emocionada de conocer al fundador de la Escuela de Kioto. Si bien Kioto fue un lugar de perdición para ella por la dificultad de no poder expresar sus sentimientos a Fuutarou en el pasado, hoy se constituiría en un momento de redención y de gloria. Sus planes de conocer el mundo se pospusieron por la beca, pero aún así las hermanas Nakano no aceptaban que Miku se fuera de casa.

-Bueno, hora de alistar maletas - pensó mientras ordenaba sus libros y la ropa que llevaría.

Mientras alistaba el equipaje, llamó a la puerta su hermana Yotsuba, toc, toc, inmediatamente Miku respondió de manera agresiva-¿quien perturba mi paz y que es lo que desean?-

Al otro lado de la puerta, Yotsuba se asustó ante la reacción de Miku y le dijo con cierto temor: -soy Yotsuba, ¿puedo pasar?-

-vete, no quiero conversar con nadie en este momento....

Yotsuba intentó ingresar, pero Miku se abalanzó hacia la puerta provocando un pequeño accidente a su hermana, pues empezó sangrarle la nariz por el golpe, inmediatamente se armó todo un barullo por el acontecimiento iracundo de Miku.

-¡¡¡Oye, tú, qué te sucede!!!- gritó Nino con mucha autoridad.

-Miku, déjanos pasar aunque sea para despedirnos- dijo con voz suave su hermana Ichika.

Del otro lado de la puerta Miku gritó: -¡¡¡Váyanse, no quiero conversar con nadie!!! ¿No comprenden que quiero estar sóla?

Muy en el fondo Miku sabía que sería difícil dejar a sus hermanas, por esa razón tomó esa actitud agresiva, aunque no sintió arrepentimiento alguno por lastimar a Yotsuba. Pero aún así la quería con un amor rudo.

Amor sin piedad: De La Deconstrucción Del Amor Humano Where stories live. Discover now