Bienvenida al desierto de lo real: La última cena

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Et nolite timere eos qui occidunt corpus, animam autem non possunt occidere: sed potius timete eum, qui potest et animam et corpus perdere in gehennam.
Matthaeus 10, 28

Tras la despedida y partida de Sumi Miku empezó a experimentar una serie de sentimientos extraños que confundían su mente y su corazón.

-necesito claridad y apagar está confusión emocional con un buen duchazo de agua fría- se decía así misma para alcanzar la ataraxia

Inmediatamente se quitó la ropa e ingresó a la ducha. Abrió el grifo del agua fria y empezó a gritar por la sensación del agua helada que corría por todo su cuerpo. Su respiración empezó a acelerarse y poco a poco empezó a asimilar la situación. Muchos recuerdos venian a su mente, pero el agua fría le hacía entrar en razón. Sintió mucho por la muerte de su padre y la hija de Yotsuba. Recordar las palabras del profesor Nishida le daban una esperanza de vida. Soltó un par de lágrimas que luego fueron limpiados por el agua que corría por el rostro de la jóven muchacha.

Una vez terminada la terapia de ducha fría empezó a vestirse. Más tranquila y con más ánimo empezó a exaltar a los filósofos estoicos: -hoy en día es pertinente recuperar la filosofía del estoicismo porque sus consejos son prácticos y útiles para la vida....

De repente su meditación y sus elogios fueron interrumpidos:
-Miku, ven a cenar con nosotras tenemos refresco de matcha para ti- grito Minako desde el comedor.

Inmediatamente ella fue para el comedor y estaban todas reunidas. Amy consideró que seria su última cena juntas porque Miku se iría de viaje y lo más probable era que no la volverían a ver.

-Quiero felicitarte por haber logrado el éxito en tu defensa de tesis y que hayas ganado una beca en la Escuela de Frankfurt- habló Amy mientras sostení su copa de vino.

-¡salud!- dijeron todas a una sola voz mientras felicitaban a Miku.

Todo iba bien en la cena, pero no se percataron de que la casa estaba siendo rodeada por un grupo de mafiosos hasta que se empezó a oír sonidos de metralletas y explosiones.

Inmediatamente todas se arrojaron al piso y empezaron a deslizarse hasta llegar a un lugar seguro.

-Desgraciados, parece que encontraron nuestro escondite, pero no saben el regalito que les dejé- habló Minako con sus amigas mientras asimilaba la situación. Agarró su celular y activó los explosivos de todo el patio. Salieron volando los autos y a lo lejos se oía el grito de la gente que ardía en llamas.

Les dió tiempo para huir por la salida de escape, pero Miku resultó herida por la explosión y en consecuencia se desmayó. Minako y Rei corrieron para auxiliarla.

-¡Despierta! ¡No puedes desmayarte!- gritó Minako a Miku mientras la sarandeaba.

Rei y Minako arrastraron a Miku hasta la salida de escape hasta que de repente ella despertó. Empezó a tomar conciencia. Mientras tanto algunos matones ingresaron a la casa a destruir el lugar. Minako agarró una Kalashnikov que tenía escondida y empezó a disparar a todo lo que se movía. Les gritó a sus amigas: -¡Huyan rápido! El tiempo es corto...

-¡No puedo dejarte sóla!- respondió Rei mientras tomaba otra Kalashnikov.

-¡Miku, este es tu bautizo de fuego, bienvenida al desierto de lo real! ¡Ve con Amy y salgan de aquí! Nosotras les daremos alcancé- gritó Minako mientras cerraba la puerta de la salida de escape.

Amor sin piedad: De La Deconstrucción Del Amor Humano Donde viven las historias. Descúbrelo ahora