Soy la princesa Victoria Evangeline de Francia, única hija del Rey Edmund y la Reina Elizabeth, sucesora al trono Francés, tengo una vida perfecta, cumplo con mis deberes, soy la princesa del pueblo amada por los franceses y adoración de mis padres...
Pov. Victoria Me desperté y sentí algo sobre mi cuerpo, gire un poco y vi a Mehmed, dormía plácidamente se veía tan hermoso y sereno el sultan tenía razón Mehmed era valeroso, su educación era excelente, la Sultana lo había educado bien, era muy inteligente y además tenía un corazón muy noble.
Mehmed: Es el despertar más bello que he tenido, que sea tu rostro lo primero que mis ojos ven hace el día perfecto.
Victoria: Eres un romántico. -Dije dándole un beso , el me correspondió aumentando la intensidad agilmete se puso arriba de mi y empezó a besar mi cuello mientras que me apretaba.
Pero entonces tocaron la puerta, rápidamente Mehmed me cubrió con la sábanas mientras se levantaba y se enrredaba una sábana en la cintura, me levante para buscar mi vestido y ponermelo pero estaba inserbible, Mehmed ingreso de nuevo y al ver mi intención se acercó y me abrazo por la espalda y se dejó caer en la cama.
Mehmed: Lamento lo del vestido, pediré que traigan tus cosas para que te puedas arreglar, debo salir un momento a recibir a alguien, volveré para desayunar.-Dijo y se levantó de la cama, me tomó la mano y deposito un beso.
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Salio de la habitación y a los pocos minutos entraron unos guardias con un baúl lo dejaron sin voltear a verme y salieron, después entraron Cecilia y Ana.
Ana: Buenos días Victoria, ¿Cómo amaneciste?
Victoria: Muy bien, ¿Cómo las han tratado?
Cecilia: Algunas son como yo cuando me conociste, pero hay una que es muy grosera dice que será sultana, y que tú no eres nadie a su lado.
Victoria: Eso dijo, bien quisiera conocerla, pero ahora debo cambiarme pueden traerme un vestido, por favor.
Cecilia: Aqui tienes muchos, su alteza pidió que trajeran varias de tus cosas, para cuando estuvieses aquí con él.-Sonrei y entonces ellas me ayudaron a arreglarme, me limpie el cuerpo y lave mi cara, y luego me cambie, cuando estuve lista ellas salieron, a los pocos minutos entró Mehmed, me sonrio y se acercó a mí dandome un pequeño beso, llegaron con el desayuno, nos sentamos a comer.
Victoria: ¿A quién recibiste?
Mehmed: Malcoçoğlu Baly Bey, él me acompañará será mi mano derecha y velara por nuestra seguridad, te lo presentare más tarde, Mihirimah estará feliz de verlo.
Victoria: ¿A qué te refieres?
Mehemed: Siempre ha estado enamorada de él, hizo que mi madre le prometira comprometerse con el cuando era niña.
Victoria: Pobre sultana, Mihirimah puede ser muy persistente, y entonces ¿Se puede casar con él ahora que está aquí? Ya no es necesario Francis.
Mehemed: No lo creo, lo más seguro es que mi padre la case con algún pasha importante o tal vez Francis si tenemos suerte.
