Soy la princesa Victoria Evangeline de Francia, única hija del Rey Edmund y la Reina Elizabeth, sucesora al trono Francés, tengo una vida perfecta, cumplo con mis deberes, soy la princesa del pueblo amada por los franceses y adoración de mis padres...
Paso una semana después de recibir las cartas, estabmos a punto de llegar al Palacio, habríamos llegado antes pero pasamos a recoger primero a Nurbanu al palacio de Mihrimah.
Hümaşah: Oh Nurbanu me siento tan mal, no debí dejarte, debí llevarte conmigo, ¿Cómo pude dejar que pasaras por eso?
Nurbanu: No debes preocuparte, las sultanas estuvieron pendientes de mi y jamas me dejaron sola, ahora Valeria ya no es un problema y lo mejor es que nadie puede relacionarte con eso.
Hümaşah: Te recompensare por esto ya veras.
El carruaje se detuvo y ellos bajaron para poder ayudarme, las sultanas estaban en la entrada del harem esperándome.
Agha: ¡ATENCIÓN HASSEKI HÜMAŞAH SULTAN!
Hurrem: Hümaşah estoy tan feliz que hayas vuelto.
Hümaşah: Madre estoy tan feliz de volver.
Mihirimah: Cuñada, te he extrañado tanto ahora que estás aquí será menos aburrido.
Hümaşah: Yo también te extrañe, no es lo mismo sin ti.
Mahidevran: Hümaşah me siento feliz de verte.
Hümaşah: Gracias sultana, muchas felicidades pronto será abuela, quería agradecerles por cuidar a Nurbanu, ella es importante para mi.
Hurrem: Lo sabemos y no dejaríamos que algo le sucediese, no debes agradecer.
Mihirimah: Mi hermano esta ansioso por verte pero esta fuera, volverá por la noche, pidió que prepararan la cena en sus aposentos.
Hümaşah: Debo confesar que también deseo verlo pero ahora estoy muy cansada, quisiera descansar.
Hurrem: Por supuesto, he ordenado que te preparasen los baños privados, relájate y descansa, nos veremos supongo que mañana.
Dijo esto y las tres se fueron, Nurbanu fue en busca de Selim y yo me dirigí a los baños me di un largo baño, me fui a mis aposentos, me deje caer en la cama y me quedé dormida.
Escuche la puerta abrirse pero no me moví, sentí como alguien se sentaba en la cama, unas manos comenzaron a acariciar mi cabello y mi espalda me gire y me tope con eso hermosos ojos que me robaban el aliento, sonreí y él me devolvió la sonrisa.
Mehmed: No quise despertarte, pero te he extrañado mucho.
Hümaşah: Yo también te he extrañado.
Sin más se coloco sobre mi y me beso lentamente, un beso lleno de sentimientos nos extrañamos y ese beso nos ayudaba a darnos cuenta que estabmos juntos otra vez.
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Mehmed: Extrañaba tanto tu presencia, tus besos, tus manos, todo de ti, mi reina, mi amor, mi vida, la razón de mi existencia.
Hümaşah: Te amo Mehmed, no hubo momento en que no estuvieras presente en mi mente y mi corazón ¿Cuánto he dormido?
