Soy la princesa Victoria Evangeline de Francia, única hija del Rey Edmund y la Reina Elizabeth, sucesora al trono Francés, tengo una vida perfecta, cumplo con mis deberes, soy la princesa del pueblo amada por los franceses y adoración de mis padres...
En el palacio dentro de los aposentos del Sultan un hombre llevaba a su majestad algo para beber, el sultan tomó el líquido y siguió concentrado en su trabajo, deseaba terminar para poder estar con su amada sultana, sintió un fuerte mareo y como su vista comenzaba a nublarse, las puertas se abrieron y entró su esposa, aún que se veía algo diferente su aroma era el mismo, se acercó a él y lo beso, se sentía diferente pero su razonamiento no funcionaba y se dejó llevar por el momento.
A la mañana siguiente la Sultana Hümaşah se dirigía a buscar a su esposo, se quedó esperando en la noche le dijo que iría a verla pero no llego, se sentía preocupada, al llegar a los aposentos los gustdias no la dejaron entrar, lo cual era extraño ella siempre podía entrar sin importar que.
Agha: Lo siento sultana, no puede pasar.
Hümaşah:¿Por qué no?
Agha: Nuestro Sultan está con su harem.
La sultana sintió como su corazón se rompía, camino en dirección a sus aposentos y se quedó parada en medio, un sollozo salió de sus labios y llevó sus manos a su vientre que ya se empezaba a notar.
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Limpio las lágrimas que habías bajado por sus mejillas y llamó a sus tres fieles amigos.
Ana: Estamos aquí.
Hümaşah: Necesito que preparen todo, debemos ir a Francia, mi reino necesita a su reina.
Gual Agha: ¿Su majestad esta enterado?
Hümaşah: No debo pedir su permiso si deseo salir de aquí, además él no me necista estoy segura que estará muy feliz con la chica de su harem con la que paso la noche, anda Gulag, ve ver que preparen el carruaje y empaca tus cosas, vendrás conmigo.
Nurbanu: ¿Dices que una mujer está con el sultan?
Hümaşah: Así es, averigua quien es y si lo deseas y Selim te da permiso puedes venir conmigo.
La pelinegra salió de la habitación y se encaminó a los aposentos y preguntó por su majestad, le informaron que él había salido, por lo que fue al harem para ver si averiguaba algo y para su sorpresa la mujer de los aposentos del Sultan era nada menos que Valeria, la mujer sonreía de oreja a oreja mientras alardeaba de convertirse en favorita del sultan y pronto darle un hijo y ser sultana.
Rápidamente corrió a donde su amiga pero ella no estaba en sus aposentos y los guardias cargaban su equipaje en el carruaje, busco a su príncipe y le contó que la sultana la había invitado a su reino si él aceptaba, Selim lo pensó pero acepto, él sabía lo importante que era Hümaşah para su Nurbanu, pronto los carruajes estaban listos con las cosas de los 4 amigos, partirian apenas la Sultana hablara con su majestad.
Pov. Hümaşah
Mehmed: Hümaşah entra en razón, estas embarazada no puedes viajar.
Hümaşah: Estoy embarazada si, pero puedo viajar, además mi reino me necesita y es mi deber visitarlos y estar ahí.
Mehmed: ¿Y es que acaso no has pensado en que yo también te necesito?
Hümaşah: Puede pedirle a su harem que venga cada noche si así lo de desea, tiene muchas mujeres ahí sobre todo a Valeria o como ella se hace llamar su favorita. -Él me miro y trago fuertemente.
Mehmed:¿Lo sabes?
Hümaşah: Por supuesto, pero no se preocupe su majestad, no me interpondre Alá mediante podrá tener muchos hijos con sus concubinas.
Mehmed: Debes saber que yo no la llame.
Hümaşah: Lo se, pero tampoco la rechazo, es su derecho y jamás me entrometeria, pero debe saber que estoy muy dolida.
Mehmed: ¿Qué debo hacer para que me perdones?
Hümaşah: Dejarme ir, no soportaría ver a esa mujer burlarse de mi, no después del accidente -Dije y rápidamente guarde silencio.
Mehmed:¿Accidente?
Hümaşah: Olvídelo majestad, permitame partir, prometo que volveré en cuanto mi corazón sienta menos dolor en tiempo prudente para viajar por mi embarazo, si al volver alguna mujer entró en su corazón lo aceptaré y los dejaré ser felices.
Mehemed: Solo tu existes en mi corazón, eres mi vida, el aire que respiro, mi razón de existir, se que no me crees pero yo no quería estar con ella, creí que eras tu.
Hümaşah: Déjeme ir y pensar las cosas, deme un mes o tal vez dos, volveré y hablaremos, después de todo usted es mi amor y mi vida, pero mi corazón se encuentra dolido.
Mehemed: Te dejaré ir, perl promete que vas a volver.
Hümaşah: Lo prometo. -Me acerque a él y deposite un beso en su mejilla, me di vuelta y salí con rumbo a los carruajes, al pasar por el harem vi a Valeria y esta me dio una sonrisa.
Hümaşah: Sumbul, en mi ausencia procura que este todo en orden, no quiero sorpresas al volver.
Sumbul: Mi sultana es una lastima que se vaya.
Hümaşah: Debo hacerlo Sumbul, mi reino me necesita.
Sumbul: Que Alá la cuide.
Hümaşah: Amén. -Dije y me fui de ahí.
Afuera me esperaba la madre Sultana y la Sultana Mahidevran.
Mahidevran: Me entristece tu partida.
Hurrem: Promete volver pronto.
Hümaşah: Sultanas, las extrañare mucho, prometo volver lo antes posible. Me di vuelta y subí al carruaje, comenzamos a avanzar y salimos del palacio, unos cuantos metros adelante el carruaje se detuvo y Nurbanu bajo.
Nurbanu: Prometo que estarás orgullosa y nadie se dará cuenta, hablaré con la Madre Sultana y esperaré tu regreso.
El plan era sencillo, Nurbanu fingiria que se fue conmigo y seria llevada al palacio de Mihirimah para esconderse ambas visitarian el palacio y Valeria sufriría un pequeño accidente, nadie tendría pruebas de nada ni habrían visto nada, ¿Cómo podrían sispechar de mi si yo no estaba en el palcio? Además mis fieles amigos viajaban conmigo, no fue por celos simplemente paso.
Si bien en verdad debía ir a Francia no era con urgencia solo era para librarme de sospechas, mi madre mantenía todo en orden y mi presencia no era requerida, el pobre Mehemed pensaba que estaba dolida por su engaño, y si era verdad me dolía, pero Aysusn me había enviado una carta contándome el plan de las sultanas, las haría creer que me llevaban ventaja, desafortunadamente para Valeria ella pagaría las consecuencias.
