Soy la princesa Victoria Evangeline de Francia, única hija del Rey Edmund y la Reina Elizabeth, sucesora al trono Francés, tengo una vida perfecta, cumplo con mis deberes, soy la princesa del pueblo amada por los franceses y adoración de mis padres...
Pov.Mehmed Hümaşah lloro y yo lloré con ella, sufriamos la pérdida de nuestro primer hijo, la abrace hasta que se quedó dormida después de un rato, no era capaz de dejarla sola, me dolía demasiado verla así, tenía que saber lo que pasó pero no quería presionarla.
Pov.Hümaşah Llore, llore tanto que me quede sin lagrimas, Mehmed me abrazo y lloro conmigo, sentía mi corazón echo pedazos, no supe cuando quedé dormida, al despertar la realidad me golpeo de nuevo, me sentía muy mal.
Mehmed: Despertaste cariño, ¿Cómo te sientes?
Hümaşah: Terrible, pero saldré adelante.
Mehmed: Se que lo harás, eres fuerte, amor necesito que me digas que paso, para poder castigar al culpable.
Hümaşah: No lo se, no recuerdo nada después de despedirme de las sultanas. -Le mentí, sabía que si le decía la verdad él castigaria a Valeria y esa venganza me pertenecia. -Debes estar muy ocupado, yo estaré bien te lo prometo, me iré con Mihirimah.
Mehmed: En cuanto este libre te buscaré y pasaremos el resto del día juntos.
Hümaşah: Me parece una maravillosa idea. -Se levantó y me dio un beso en la frente salió de los aposentos, me levante y tome algo de la ropa que tenia ahí para cambiarme y salí al balcón, mire al cielo y comencé a llorar otra vez, lleve mis manos a mi vientre, no podía creer que ya no tendría a mi hijo, me hacía tan feliz la idea de ser madre y ahora por culpa de Valeria no sería realidad, mire al jardín y vi a las sultanas y junto de Beyhan estaba ella. Mi ira aumento cuando la vi tan tranquila mientras yo sufría, me deje caer de rodillas y llore aún más.
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Entonces me levante, seque mis lágrimas y salí de ahí no iba a permitir que me vieran hecha pedazos, las iba a destruir las vería a mis pies implorando mi perdón, suplicando por sus vidas. Las vi levantarse y entrar en el palacio.
Fui a mis aposentos y escribí a Nurbanu, la necesitaba conmigo ahora, se que Selim accedería a venir de visita si ella se lo pedía.
Camine con paso decidió en busca de las sultanas, estaban en uno de los salones parecían muy complacidas, Mihirimah me encontró en el camino pero no le di tiempo de decir nada, camine furiosa hasta donde estaban ellas mientras me seguía. Un guardia iba a anunciarme pero lo detuve, entre dando grandes pasos hasta donde estaban.
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