Capítulo 7: Jhayl'er, el intercambio del amor

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Julian se encuentra de pie frente a una persona. Es una niña, pero no era Katy. Es alguien más. Es de su porte, tez no muy clara, mueve los labios pero no se escucha lo que dice. Le sonríe, y algo enciende el pecho de Julian. No conoce este sentimiento, pero le gusta. Es cálido, le da paz, le dan ganas de gritar. Se emociona al verla. 

- ¿Quién eres? —pregunta Julian pero no recibe respuesta.

Aquella niña porta un vestido largo color claro, al parecer celeste,  sólo se da media vuelta y empieza a correr en dirección opuesta a Julian. Hay un hilo que al parecer los mantiene conectados, pero conforme se aleja, se hace invisible. Conforme se aleja, aquel sentimiento va desapareciendo, se va haciendo tan delgado como aquel hilo. 

- ¡Espera! — grita Julian quien intenta correr tras ella, pero despierta al primer paso que da.

 Abre lo ojos, todo está oscuro a pesar de estar las luces encendidas de un ambiente adjunto. Son al rededor de las 3 de la mañana.Mira a su costado y ve a Angy durmiendo.  Ahora ellos  duermen juntos pues su tía, con la que suele dormir, se ha ido a una capacitación a una ciudad muy lejana, Lima.

- ¿Sabes lo que significa tu sueño? —Julian volea rápidamente al otro extremo de la cama— Hakira se aproxima y se sienta al costado de Julian. Una corriente gélida recorre el corazón de Julian tan pronto como éste se sienta—. Llegarán personas a tu vida, te harán sentir muy bien. Pero no serás lo suficientemente bueno para ellos. No podrás darles amor porque no tienes amor para dar. Todo lo que conoces por amor es sólo un sentimiento que se te ha dado por obligación. Piénsalo, siendo tu familia no te aman y eso que es su obligación hacerlo —Hakira dice en un intento de llenarlo de desesperanzas. Su voz es gruesa, profunda, calmada, pero con un rencor al mundo incomprendido.

- Mi nana lo hace —Julian replica, aferrándose a la idea que él sí puede recibir y dar amor.

- ¿Tu tía? ¡Ja! Sólo lo hace por obligación, por llenar un vació que tiene en su corazón. Ella no ha podido tener hijos, y tú eres eso que ella usa para completarse —Hakira finaliza y desaparece en la oscuridad dejando a Julian con lágrimas en los ojos.


La mañana ha llegado, y lo primero que hace Julian al despertar es pedirle a su primo que lo acompañe al lugar en donde vio a aquella niña de vestido celeste. Camina como nunca repitiéndose 'sé que he visto ese lugar antes'. Llega a una pequeño duna cerca del barrio donde vive. Él y Alejandro, bajo las instrucciones de Julian, empiezan a gritar 'niña' con todas su fuerzas. Julian corría de un lado a otro. Está desesperado por volver a encontrarla. Quiere volver a sentir esa paz. Alejandro sólo lo observa. Regresan a casa tras 30 minutos corriendo y gritando de un lado a otro.

Al regresar, encuentran a Katy y Verónica esperando por ellos. Quieren jugar, pero sus primas no están en casa, por lo que sólo serían ellos 4. Un juego nuevo para Julian; Encerrados. No era en realidad un juego, si no algo que Alejandro y Verónica hacen cuando están en casa de ella. Entran a una habitación a besarse.

Katy lleva a Julian a la habitación en donde suele dormir con Angy, lo empuja sobre la cama y, mientras lo besa, Julian recuerda a aquella niña que vio en sueños. '¿Será ella?', Julian se pregunta. Katy parece molesta, pues él no le corresponde. Él no sabe besar. No sabe qué hacer. Es un niño de 8 años preocupado por algo más que en la malicia del placer. Sin embargo, era lo que Katy quería, una niña de 7 años quería sólo eso, placer, mientras que Julian buscaba ser amado. Él no entiende por qué ella hace todo eso. Quiere entenderla. Ella está sobre Julian y ambos sobre la cama. De repente siente un nuevo peso al costado de ambos. Katy no se mueve, y él se ve a sí mismo debajo de ella. ¿Qué pasa?' Se pregunta Julian.

- Hay una manera en la que puedes ser correspondido por ella —se escucha una voz dulce detrás de Julian. 

Un nuevo demonio ha aparecido. Diferente al resto. No tiene cuernos, en su lugar tiene una cabellera oscura. No tenía alas, pero sí que envolvía el ambiente con una sensación que Julian aun no conoce. Ojos marrones oscuros intensos, como los que Katy tuvo cuando ingresaron a aquella habitación. Camisa morada con el pecho semi descubierto y las mangas por debajo de los codos. Pantalones del mismo color. Descalzo. Tez blanca y piel perfecta. Manos suaves que invitan a las caricias. Su nombre es Jhayl'er, demonio de lujuria. Sí, lujuria a los 8.

- ¿Ser correspondido? ¿Eso significa que me amará? —pregunta Julian con muchas esperanzas.

- El amor que te ofrezco es intenso, deseado por muchas personas. Aprenderás un sin fin de cosas por mí. Aprenderás que las personas me buscan por necesidad y por sentirse satisfechas. Y eso es lo que tú harás con ellas. Te amarán por todo lo que puedes dar —dijo este nuevo ser tratando de persuadir a Julian a que lo hiciera parte de su vida—. A cambio, deberás dar el amor que conoces —éste culminó.

- ¿Y si a cambio me entregas a aquella niña de mis sueños, o el poder sentir lo que sentí cuando a vi justo antes de correr? ¿Eso también es amor, no?

- El amor que yo te ofrezco es más intenso, fácil de sentir, y fácil de adquirir. ¡Te lo mostraré! —Jhayl'er entrelaza sus largos dedos por unos segundos mientras se desvanece como humo, el cual va envolviendo las manos del pequeño Julian, quien empieza a sentir un  placer recorrer su espina dorsal como cuando alguien te acaricia la espalda.

De repente aquel demonio desaparece de la habitación, dejando la mente de Julian más clara. Aquel pequeño, que hasta este día conservaba su inocencia de cierta manera, ya está consciente que tiene una erección, y que disfruta de ello. Un calor intenso recorre su cuerpo hasta llegar, primero, a sus labios haciendo que reaccione al beso de Katy. Para terminar en sus manos, a las que se les fue dado el don de las caricias. No es buen besador, era la primera chica que él besa en busca de placer y aun tiene mucho que aprender; sin embargo, ya no está estático cuando, al igual que sus primas, Katy lo besa. Sí, En ese momento se da cuenta de muchas cosas y vienen recuerdos nocturnos que guardaba con cierto temor. Cada noche antes de dormir, siente que alguien lo besa en sueños, que lo acarician en más de una ocasión. Su líbido ha despertado a una temprana edad, un nuevo Julian; lujuria.

...

"Sabrás que te has enamorado cuando no haya la necesidad de escapar, cuando te quedes a conversar."

Julian G.A.

Cartas nocturnasWhere stories live. Discover now