Capítulo 8: Julian, el nuevo juguete

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Ambos están sobre la cama, ella encima de él; es ella quien tiene control. Él sólo puede besarla, pues sus manos están siendo retenidas por las de ella. Al parecer las caricias proporcionadas no han sido de su agrado, o han sido más de lo que ella puede aguantar. El ambiente se ha encendido, la cama de paja ya no es tan dura, pero el piso falso parece ser más cómodo ahora. Se tumban sobre él, y a Julian se le cruza una idea por la cabeza; quitarle la blusa. Por un momento duda en hacerlo, 'cómo se hace' piensa. Por instinto, o es que ella le leyó la mente, Katy levanta las manos segundos antes de escuchar el llamado de Angy.

- ¡Ya llegaron! —Katy exclama con temor, empujándolo para ponerse de pie.

- Sabía que aquí estarían —Joana está en la puerta sonriendo de manera perversa al ver las mejillas encendidas de Katy, y a Julian sentado en el piso—. No sé qué habrán estado haciendo pero es mejor salir antes que mi mamá venga.

Los cuatro salen de la habitación y, para su sorpresa, Alejandro y Verónica se encuentran afuera de ésta esperando por ellos. Se dirigen hacía la sala de estar en el primer piso para jugar al juego de siempre. Sin embargo, Julian sale corriendo a su habitación; tiene una conversación pendiente.

- Jhayl'er, quiero hacerlo. He visto cómo me ha mirado, he sentido cómo me ha abrazado, más fuerte cuando la toco, y me gusta. Quiero más de esto —Julian tiene la misma llamarada en los ojos que su nuevo amigo. 

Ha probado a penas una pequeña parte de todo el mundo sexual que en el futuro descubrirá. Sin embargo, la niña de sus sueños viene a su mente, se entristece, su corazón se hace pequeñito para ver si así se llena de ese sentimiento. ¿Amor? Quizá, pero calienta el pecho dando paz. Quizá por eso no olvida ese sueño, quizá a pesar del tiempo no lo llegue a olvidar.

- Entonces se te concederá el don del placer. Desde hoy no habrá tabúes para ti. Tus manos ahora no sólo están hechas para destruir, si no para complacer, y será tu mejor arma. Tu mente vivirá para entenderlas y saber lo que desean, y con el tiempo irás experimentarás un mundo que hasta el día de hoy sólo has vivido en sueños. Pero hay un sacrificio que tendrás que hacer.

- Ya he hecho muchos antes, y esto sí quiero de verdad —dice el pequeño Julian sin saber lo que le espera.

- Lo descubrirás con el tiempo. Este amor que te ofrezco es más intenso, lo verás.

En ese momento Julian regresa al grupo en su nueva forma. Aquella tarde se dio cuenta de muchas cosas como el que Katy también se besa con su primo, y él con Verónica. Todo se había convertido en un juego sexual en el que todos podían besarse con todos, no habían parejas, no habían reglas, no había nada que Julian ahora no pudiera hacer. Desde besos hasta semi desnudos como castigos era lo que él empezó a vivir. Empezó a vivir en un mundo que lo salvó de terminar en su hoyo de rencor, pues ya tiene un nuevo mundo en el cual refugiarse, ya tiene un nuevo concepto de amor; sexo.

Con el tiempo se dio cuenta que sus primas abusaban de él con su consentimiento, pero ahora él ya es partícipe pues ya sabe lo que tiene que hacer. Su primera vez fue con una de ellas, un poco antes de cumplir los 9. No fue gran cosa para ella, pero para él ya era un mundo aun más diferente de lo que había vivido hasta ese día. Aprovecharon que estaban solos y Angy quería aun algo más. Ella estaba en una edad en la que el libido era muy alto, y le atraía mucho la idea de que sea Julian quien pudiera satisfacer esa curiosidad. Así como Angy, lo hacía Joana, Verónica y Katy posteriormente. Él creía que lo amaban, pero en realidad sólo era usado. Él podía darles placer a un alto costo pues se fue acostumbrando a sentir siempre lo mismo, se acostumbró a ese sentimiento a tal punto de confundirlo con el amor.

...

'Eres demasiado grande para permitir que estos asquerosos humanos te toquen'

Julian G.A

Cartas nocturnasWhere stories live. Discover now