ASTRA [PAUSADA]. (#PNovel)

5.

Me despierto en el sofá, con una porción de pizza en la cara de mi amigo Damon. Me muerdo el labio inferior, intentando contener las ganas de reírme, y me levanto.

    Le quito el trozo de pizza de la cara y me siento en su regazo, sonriendo y aguantando las ganas de reírme por su cara de gilipollas. Tiene el pelo despeinado, la boca entreabierta, la cara llena de la mierda que llevaba la pizza y sus brazos estaban estirados en cada extremo del sofá.

─Ahora viene lo mejor... ─murmuré justo antes limpiarle la cara con una toalla.

    Una vez limpio, tiro la toalla al suelo y empiezo a dejar un camino de besos por su cuello. El sabor de la pizza y la colonia se cuela en mis labios. Siento como se empieza a mover y, segundos después, como sus manos van hacia mi culo en un intento desesperado por tenerme aún más cerca de él.

    Sus ojos se abren poco a poco y yo aparto mi boca de su cuello para luego acercar mis labios a su oído.

─Buenos días, amor –le susurro en el oído, y siento como se estremece.

    Le muerdo el lóbulo de la oreja antes de besarle la mejilla y levantarme de su regazo, dejándole con ganas de más.

─Tienes que dejar de hacer eso –me dice, sonriendo y colocándose el pelo hacia atrás.

─ ¿Por? A ti te gustan mis besos y a mí me gusta dártelos.

    Se muerde el labio inferior y se levanta del sofá, acercándose a mí poco a poco y mirándome con esa sonrisa seductora en la boca.

    Me agarra de la cintura y acerca su boca a la mía. Nuestras respiraciones se mezclan y su aliento a pizza y menta llega a mí. Baja una de sus manos y me da un suave golpe en el culo.

─La próxima vez que me despiertes de esta manera –empieza, sin dejar de mirar mi boca ─, te besaré hasta saciarme.

─Sabes que no me quejaría –sonrió y lo separo de mí con agilidad ─. Y ahora vamos, los chicos del círculo llegarán en cualquier momento y no me apetece que me vean coqueteando con un chico de mi bando.

    Damon sonríe y pasa su brazo por mis hombros mientras caminamos hacia nuestras habitaciones. Pobre de él que no sabe lo que sucederá si me besa...