ASTRA [PAUSADA]. (#PNovel)

8.

No han pasado ni seis horas desde que les empecé a entrenar y la mayoría de ellos ya controlan muy bien las armas y los golpes.

─Muy bien, antes de iros os quiero decir dos cosas –les comento, alejándome un poco de ellos y acercándome a Damon y a Logan, quienes tienen las dos cajas con las pulseras negras con una calavera roja en el centro (nuestro signo).

Cojo la caja de Logan y le hago un signo a Damon para que me siga.

Nos acercamos a los nuevos miembros y me coloco en el cuadrilátero, frente a ellos y les sonrío.

─Poneos en fila y coged una pulsera –les ordeno. Segundos después, todos ellos están en fila y empiezan a coger una pulsera de la caja que tengo en mis brazos y en la de Damon.

Una vez todos tienen una pulsera en su muñeca y me miran atentamente a que hable, asiento.

─Si perdéis la pulsera y os acercáis aquí, moriréis –les informo antes de que quieran perderlas o regalarlas ─. Mañana, aquí, a las nueve de la mañana. Ya podéis iros.

(...)

─ ¿Crees que son de fiar? –me pregunta Damon por tercera vez. Este chico me aburre mucho.

─Son chicos que quieren ser fuertes y ayudarme, así que son de fiar –le repito también por tercera vez.

─Si tú lo dices...

Sonrío y me acerco más a él en el sofá, haciendo que pase un brazo por mis hombros y me pegue más a su cuerpo. Estoy aburrida y en la tele no echan nada, así que, vamos a darle diversión a mi amiguito.

Quito su brazo de hombros y me muevo, sentándome en su regazo y pasando mis brazos por su cuello. Una sonrisa se forma en su rostro y pone sus manos en mis caderas, acercando más mi cuerpo al suyo.

─ ¿Vamos a divertirnos? –le pregunto mientras acerco mi boca un poco a la suya y rozo nuestros labios, haciendo que se estremezca.

─Mucho –contesta, sonríe sobre mi boca y me besa.

Una sensación de tabaco en su boca llega a la mía y sonrío mientras nos besamos. Adoro cuando fuma y luego me besa. L chaval sabe lo que me gusta.

Tiro de él para acercar su boca más a la mía y poder sentir su cuerpo más cerca del mío, pero lo único que consigo es caer hacia atrás en el sofá y el sobre mí. Bueno, más cercanía he conseguido.

Separa su boca de la mía, me sonríe y me mira por un segundo con sus ojos azules, para luego empezar a dejar un buen rastro de besos por mi mandíbula y por mi cuello. Me muerdo el labio inferior, sintiendo un tremendo placer mientras su lengua recorre sus besos por encima y sonrío. Cuando intenta bajar más de mi cuello, tiro de su pelo negro y acerco su boca de nuevo a la mía.

─Que bonito, enrollarse con uno de sus miembros en el salón del almacén, a la vista de cualquiera e intentando olvidarse de mí.

Nos dejamos de besar y nos miramos a los ojos. Esa voz. Esa maldita voz. Por favor, que no sea quien creo que es...

─Jorge... ─murmura Damon, girando la cabeza y observando al chico que nos mira con odio.

Joder, ¿por qué todas las mierda me ocurren en los mejores momentos de mi vida?