ASTRA [PAUSADA]. (#PNovel)

11.

─Vete a la mierda –le digo a Néstor mientras escucho como se aguanta la risa al verme así.

         He llegado al almacén hace como diez minutos, y están empezando a entrar mis chicos para ver como estoy y darme cualquier capricho, pero ha entrado este gilipollas y a empezado a reírse.

─Lo siento mucho, Astra –murmura limpiándose las lágrimas causadas por la gracia, de su cara ─. Pero es que te ves tan débil que da risa.

─Tráeme un paquete de tabaco, el mechero, un cuchillo recién afilado y dos pistolas cargadas –le ordeno mirándole con los brazos cruzados y fuego imaginario saliendo de mis ojos ─. RÁPIDO.

              Deja de reírse, asiente y se marcha, dejándome de nuevo sola y aún más cabreada. Ahora mismo lo único que quiero es entrenar y demostrarle al mundo que, a pesar de que me hayan amputado una pierna, puedo seguir siendo la chica fuerte de siempre.

    La puerta se vuelve a abrir dos minutos después de que y le veo entrar junto a Damon, quien no parece contento.

─Toma, lo que me pediste –dice Nés mientras deja el cuchillo, el tabaco (Junto al mechero) y las dos pistolas cargadas junto a mí, en mi cama.

─Gracias y ahora muérete –le gruño antes de que me saque el dedo corazón y se fuese, pegando un portazo detrás de él.

── ¿Cómo estás? –me pregunta mi querido amigo ojiazul sentándose a mi lado.

─Coja y con ganas de matar a alguien –bufo, cogiendo el cuchillo en mis manos y sonriendo macabramente ─. ¿Y tú que mierdas haces aquí?

    Se acerca a mí y se sienta a mi lado, sonriendo. Como si eso fuese a devolverme mi pierna.

─Estaba aburrido y pensé en venir a verte y ayudarte a ir a la sala de entrenamientos.

─ ¿Para qué quiero ir a esa mierda si no puedo hacer nada? –gruño, dejando el cuchillo con las demás armas y cogiendo un cigarro para luego encenderlo y dejar de nuevo el mechero en la cama de los cojones. 

─Para poder matar a los nueve tíos de Jorge que hemos pillado espiándote.

    Sonrío y exhalo el humo para luego mirarme a los ojos y asentir. Mira, al menos algo me voy a divertir sacándoles información y luego matándoles lenta y dolorosamente.

(...)

    Una vez que llegamos a la sala de entrenamientos, me suelto del agarre de Damon y miro con atención a los nueves chicos jóvenes que están atados de pies y manos en una silla, con heridas de segundo grado en la mayor parte de sus cuerpos. Y sonrío. Me divierte ver tanto dolor en personas desagradables.

─Bueno bueno... ¿qué tenemos aquí?

    Axel y Logan se acercan con una sonrisa en sus labios mientras yo agarro fuertemente la pistola que me ha dado Néstor hace un rato, con la mano derecha.

─Son nueve de las personas que trabajan para Jorge –empieza Axel leyendo algo en la libreta que tiene en sus manos ─. Estaban espiándote para decirle ese infeliz cómo estabas.

─Mejor dicho –sonríe Logan, mirando a su amigo con una sonrisa sádica ─: han venido para buscar tu punto débil y luego mandar a Jorge para matarte.

    Suelto una carcajada burlona y empiezo a caminar (como buenamente estoy aprendiendo) hacia los chicos. La mayoría me miran con temor pero, uno de ellos, solo me mira con odio y asco. Tanto se le nota, que es al primero que me acerco.

    Le quito el buen trozo de cinta aislante que tenía en la boca con fuerza, haciendo que gruñese.

─Hola capullo número uno –le sonrío con arrogancia y me agacho un poco para quedar cara a cara con él ─. Dime cómo cojones te llamas y qué mierdas hacías espiando a la persona equivocada.

─Estas demasiado segura de ti misma –sonríe de forma ladeada y eso me hace bufar con odio. Este tío me está cabreando y eso que acabo de hablarle.

    Me pongo de pie totalmente y le disparo una vez en el brazo, sin pestañear. Sonrío con gusto; siempre me ha gustado causarle dolor a las personas y más si no las conozco.

─Dime tu nombre y la razón de por qué me espiabas –repito, empezando a hartarme y ansiar cortarle el cuello con la navaja que guardo en los pantalones (los cuales me los he puesto largos antes de venir para que ninguno viera mi pierna de mierda).

─Me llamo Landon –murmura con la voz más gruesa.

─ ¿Qué hacías espiándome? –repito.

    Los chicos que están atados tienen mucho miedo, lo noto en cómo me miran, mientras que Damon, Axel y Logan me observan con ganas de que lo mato lo antes posible y que siga con el siguiente.

─Jorge quiere matarte... y nosotros también –sonríe mostrando unos dientes manchados de sangre sucia.

─Dile a Kevin, que no me arrepiento de haberle matado –sonrío y le pego un tiro en la cabeza, haciendo su muerte rápida.

─ ¿Quién es Kevin? –pregunta Logan, curioso y creyendo que se lo voy a decir.

─Alguien que no te importa.

    Escucho un bufido de su parte, pero me limito a ignorarlo y a irme al chico de su lado. Antes de empezar a amenazarle y a pedirle datos sobre él y lo que hace, giro la cabeza y fijo mi mirada en Axel y el capullo que me ha preguntado sobre Kevin.

─Cojan el cuerpo de ese come mierda y tírenlo por algún lugar –ordeno y ellos asienten.

    Vuelvo mi vista al chico que ahora tengo frente a mí. Es hermoso, hay que admitirlo. Tiene los ojos de color miel y el cabello negro azabache, su cuerpo es fornido y sus labios son gruesos y rosados. Es bello, pero eso no me importará a la hora de matarlo.

─Nombre –ordeno frunciendo el ceño.

─Brandon –su voz es muy varonil, pero eso me da lo mismo.

─Bien –sonrío malvadamente. Tengo una buena idea para matarle, pero antes quiero sacarle información ─. ¿Cuánto tiempo llevas trabajando con Jorge?

─Nueve meses.

    Asiento y sonrío de nuevo. Jorge les toma aprecio a las personas demasiado rápido y eso siempre es malo para él pero, desde hace dos años, es bueno para mí porque así puedo hacerle daño. Además, les coge confianza y les cuenta sus secretos.

─ Sabes quién es Kevin, ¿verdad? –no sé por qué lo pregunto, ya sé la respuesta.

─El hermano de Jorge que mataste por error.

    Asiento y frunzo los labios. Damon se acerca a mí y me coge la navaja que tengo en mis pantalones.

─Creo que hay alguien, tengo que defenderme –me susurra en el oído y asiento.

    Se marcha y vuelvo a mirar los ojos mieles de Brandon. Este chico no sabe cómo va a terminar por meterse conmigo.

─ ¿Qué es lo que tiene planeado Jorge para vengarse?

    Gira la cabeza y mira a los demás chicos, buscando ayuda para hablar o para seguir vivo. De todas formas, hablará y morirá, así que lo hará en vano.

    Suspira, rendido, y vuelve a mirarme pero, esta vez, con el ceño fruncido, como si le enfadase el hecho de que le tuviésemos secuestrado. Coño, para buscar respuestas hay que secuestrar y matar, es obvio. Qué estúpido.

─Cree que la mejor opción es empezar a matar a tus amigos, robarte y dejarte indefensa para luego poder secuestrarte y torturarte hasta que ruegues por tu vida –dice al fin, vencido.

    Le disparo en la pierna y vuelvo a sonreír al escuchar su grito agudo y lleno de dolor inundar la sala de entrenamientos.

─ ¿Cuándo empezará?

─ ¿Quién dice que no lo ha hecho ya? –sonríe y es lo último que hace antes de que una bala le dé en el cuello.