8º Recuerdo

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Una vez ambos consideramos que de verdad no iba a terminar vomitando me fui junto con Bastián a una parte de la casa que no había visto nunca.

–Vamos con retraso en tus lecciones así que pasaremos a la practica mientras te explico teórica –Comentó sacando de la nada un libro de tapa dura–. Seguro que has visto en esas "películas" que hacéis ahora que antes se usaba esto...

–No me fastidies que me vas a enseñar a tener una buena postura –Me quejé observando que ese libro era más gordo de lo que debía.

–Igual que se le enseñaba a toda una dama –Corroboró acercándose a mí y colocándomelo en equilibrio en la cabeza–. Espalda recta y cabeza bien alta.

–Esto es ridículo! –Me quejé quitándome el libro de la cabeza sin dar ni un paso.

–Sabes para lo que sirves actualmente para Lord? –Preguntó Bastián comenzando a ser rodeado por un aura que no me gustaba nada.

Yo me encogí sobre mí mismo según negaba y retrocedía a los pasos que daba Bastián para acercarse a mí. Pero no le costó nada agarrarme del brazo y arrebatarme el libro sabiendo que por mucho que me quejara iba a terminar haciéndolo sin rechistar más.

–Para nada, eres una mascota inútil en la que estoy gastando mi tiempo para darle utilidad y que no te terminen desechando –Sus palabras cayeron sobre mi como una jarra de agua fría dejándome completamente paralizado solo de pensar en cómo se suponía que "desechaba" Lord las cosas–. Espalda recta y cabeza bien alta.

De un solo tirón del brazo volví a estar en la posición anterior con el libro en completo equilibrio sobre mi cabeza.

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–No agaches la cabeza para mirar si estás caminando recto, tiene que salirte solo –Se quejó Bastián desde el otro lado de la puerta de cristal.

Hacía mucho tiempo que la sala de bailes no se usaba, ya no se vivía en una época en la que se prepararan grandes festejos con exagerada decoración mucho más de una o dos veces al año. Pero por otra parte sabía que Bastián no era la mejor opción para darle clase a Canek, era duro y exigente, si no le gustaba lo que veía una fusta siempre dejaba bien claro el fallo y sino encontraría palabras adecuadas para hundir a esa persona, no sería la primera vez que rompe a una de mis mascotas, pero Canek no estaba educado de por sí, por muy dócil y obediente que fuera no había recibido un castigo por el cual sentir verdadero miedo, y a Bastián con las palabras le llegaría para dejar eso claro.

Ya sabiendo que las cosas iban cómo debían caminé de nuevo de regreso a mi despacho.

Al llegar a el una sirvienta estaba colocada en la puerta, justo la sirvienta que había mandado por algún familiar de Canek.

Me había olvidado por completo de que existía, pero me entregó un sobre algo gordo y volvió a sus tareas sin necesidad de que le dijera nada.

–Vamos a ver –Musité sentándome en mi sitio y dispuesto a abrir el sobre al comprobar que los únicos papeles que tenía que atender eran del banco de sangre.

"Certificado de defunción"

Bueno, así quedaba claro de que el padre de Canek estaba muerto y enterrado, y que a demás habían diagnosticado su muerte por una caída en la bañera que hizo que se ahogara, supongo que es más fácil decir eso que poner que un demonio lo ahogo.

Un par de papeles estaban dedicados solo a su padre, a problemas con la ley, denuncias por abusar de Canek, algunos juicios, después seguían certificados de defunción de sus abuelos de poco después de que naciera Canek, no tenía tíos ni hermanos al parecer, y por ultimo papeles de una revisión psicológica.

Mascota  (Yaoi/BL)Where stories live. Discover now