Mascota (Yaoi/BL)

38º Exorcismo

–Avisaste a tu novio por si acaso? –Preguntó Ehud una vez ya estaba todo listo y estaba a punto de hacerme bajar por unas escaleras angostas al sótano.

–Si, aún es algo de noche así que aparecerá en poco tiempo –Contestó Uriel entrando el primero al ver mis pocas ganas de bajar.

Viendo eso cogí valor de dónde no lo tenía y baje las escaleras detrás suya inundado en miedo y nervios.

Solo me dejaron ir con los pantalones y los zapatos, mi torso estaba completamente descubierto y eso me hacía sentir con mucha más facilidad la humedad que se respiraba aquí abajo, era un sótano amplio del mismo tamaño que toda la planta baja de la casa, solo que sin paredes de por medio, casi en el medio había un círculo con cientos de símbolos y marcas marcando sus limitaciones unas cuantas unidas por un círculo de sal.

–Esto parece para un ritual satanico –Bromee quedándome en los bordes del círculo mientras Ehud cogía unas cosas de una mesa cercana.

–Estos rituales valen tanto para exorcizar como para invocar, solo hay que saber como –Explicó Uriel comenzando a quemar distintas cosas con cada vela.

–Si existen, que los dioses se apiaden de ti chico –Murmuró Ehud con un cuenco en la mano con un líquido medio vaporoso color plata, como la marca de mi espalda.

Con cuidado me quito las gafas guardándolas en su bolsillo y comenzó marcando con ese líquido mi frente ignorando si también manchaba mi pelo, marcó el puente de mi nariz y dibujo una línea vertical en mis mejillas, después bajo a mi cuello marcando mi yugular y por último haciendo una marca estrellada en donde iría mi corazón. Según la pintura se secaba en mi piel un escozor mezclado con un quemazón frío se iba adhiriendo en donde estaba la pintura mientras se me hacía más difícil pensar con claridad que estaba pasando.

–Entra en el centro del círculo –Ordenó Ehud haciendo que girara sobre mí mismo para comenzar a caminar algo atontado.

Casi como si mi cuerpo caminará solo me plante ahí entre dolido, atontado y nervioso, Uriel me sonrío ligeramente por última vez y una especie de luz cegadora me invadió por un momento dejándome ciego mientras en mi cuerpo se estaban empezando a crear ciertos tirones como si pellizcaran mi piel.

Pero esos pellizcos rápidamente pasaron a ser tirones de verdad, como si trataran de separar la piel de mi cuerpo mientras Aldinach en mi interior gritaba sintiendo todo el dolor que yo todavía no sentía pero que me iba invadiendo sin detenerse.

*. *. *. *.

Si mi corazón latiera ahora mismo saldría huyendo de aquí horrorizado con lo que estaba teniendo que presenciar.

Ehud y Uriel estaban tratando por todos los medios separar a Aldinach del cuerpo de Canek que solo agonizaba y convulsionaba mientras parecía que su piel estaba a punto de separarse de él con cada nuevo espasmo.

–Ehud esto no está yendo bien –Comentó Uriel tras acercarle a Ehud un cubo.

–Lo se, tíraselo encima y tápate los ojos, esto no va a ser agradable de ver –Ordenó sin dejar de conjurar con los sellos grabados en sus manos señalando a Canek haciendo un triángulo con los dedos.

Uriel dudo de lo que le pedía, pero tras verme a mi indeciso se armo de valor y le echo el contenido del cubo por encima provocando la misma reacción grotesca y sangrienta que cuando yo me ponía al sol.

Ninguno de los dos fue capaz de mantener la vista mientras a Canek solo parecía caérsele la piel a tiras y agonizaba más alto todavía.

Podía escuchar grabado en mis tímpanos como su corazón solo latía más y más rápido a causa del dolor y cada vez se le hacía más imposible mantener el ritmo.