Mascota (Yaoi/BL)

19º Conejo

Al final los chicos se fueron y Lord dejó de besarme dejando claro que esta noche en principio no pasaría nada. Ya podría haberlo dejado claro cuando empezamos y así no me habría puesto tan en tensión!

Volviendo a una conversación normal seguimos recorriendo el lugar hablando ligeramente sobre mis estudios, bueno, al menos los que estaba cursando antes de esto.

Cuando me quise dar cuenta ya habíamos visto todo el lugar y habíamos terminado hablando de cosas que rozaban el sinsentido pero me había entretenido, llegando incluso a perdernos por las calles de la cuidad hasta llegar una gran tienda de animales en la que no pude evitar detenerme al ver que tenían conejos y cobayas junto con cachorros, tanto de perros como de gatos.

–Así que te gustan los animales –Afirmó abrazándome por detrás mientras veía hipnotizado hacia los conejos.

–A quien no? Son bolitas de pelo adorables –Respondí colocando la mano en el cristal llamado la atención de varios conejos curiosos que comenzaron a mover su nariz según se acercaba al cristal–. Pero has visto que tiernos?

Realmente siempre me habían encantado los animales aunque nunca hubiera tenido ningún tipo de mascota, pero me habría encantado estudiar veterinaria o algo que me hiciera estar siempre rodeado de animales.

–No tanto como tú –Susurró a mi oído besando mi mejilla antes de soltarme y poner su chaqueta sobre mis hombros–. Estas temblando ligeramente, no quiero que te enfermes de nuevo.

–Está bien –Murmuré completamente rojo aún con la vista clavada en los conejos al darme vergüenza mirarlo a él.

–Llamaré para que nos recojan aquí –Comentó pasando su dedo por mi cuello causándome unas ligeras cosquillas que me hicieron sonreír.

Mientras él llamaba yo seguí jugando con los conejos a través del cristal, se notaba que era su hora de juego que era fácil llamar su atención golpeando un poco el cristal haciendo que ellos saltaran rápidamente hasta ahí.

–Quieres uno? –Preguntó de repente Lord pillándome por sorpresa.

–Eh? No, no, no quiero molestarte teniendo que tener un animal en casa –Contesté no viendo en Lord el mismo amor hacia los animales que tenía yo.

Pero él no dijo nada más, el coche apareció en poco tiempo y nos subimos sin hablar más sobre el tema dándome más la razón sobre qué a Lord no le gustaban demasiado los animales.

Una vez en el coche la calefacción me ayudó a dejar de temblar y así poder devolverle la chaqueta a Lord.

Al tocar su mano pude recordar bastante bien que su temperatura corporal era muy baja, a veces parecía olvidarme por completo de ese detalle.

–Lord, tú no podías sentir frío, verdad? –Pregunté una vez ya estábamos en casa y Bastián me estaba ayudando a quitarme la chaqueta y ponerme una bata más abrigada.

Nada más preguntarlo me arrepentí de haberlo hecho creyendo que Lord podía considerar que era un maleducado.

–No, no puedo sentir ningún tipo de cambio de temperatura –Contestó no muy preocupado por mí pregunta según miraba su reloj de muñeca.

–Entonces como sabes cuando hace demasiado frío o demasiado calor para tu cuerpo? –Seguí preguntando al notar que no le importaba nada responder.

Pero mi pregunta quedó callada por Bastián diciéndole algo al oído a Lord, así que retrocedí unos pasos y agaché la cabeza por puro instinto recordando por momentos mi posición en esta casa.

A Lord no le gustaba el ruido ni que le hablaran sin su permiso, detalle que olvidaba con facilidad.

–Voy ahora –Respondió mandando a Bastian que se retirará.