9ª Voz

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Las clases con Bastián definitivamente eran una pesadilla, salía de ellas atacado de los nervios y arrepintiéndome de mis elecciones de vida, las odiaba con todo mi ser. Pero era lo que Lord quería y no tenía opción de echarme atrás.

Cuando Lord se vio en la obligación de ir a testificar por lo ocurrido en casa y dormir fuera mientras se celebrará el juicio en la casa solo quedamos las sirvientas y yo, ya que Lord se llevó a Bastian, así que fueron unos días tranquilos realmente.

Ayudé en lo que pude a algunas sirvientas, pero la mayoría del tiempo me las pasé en el salón de baile aprendiendo a caminar con una postura en específico, me lo podía tomar con más calma que con Bastián gritándome y señalando una y otra vez lo mal que lo hacía, pero al poco tiempo se empezó a echar de menos.

Era la 3ª noche sin Lord ni Bastián en casa y yo ya caminaba de un lado para otro de la casa con el libro sobre la cabeza de lo aburrido que me parecía el salón de baile para mí solo.

–Podría haberme llevado a mí también –Musité hablando con la nada, como llevaba haciendo todo este tiempo, al mismo tiempo que me recolocaba las gafas aburrido.

Pero razones no me faltaban para quejarme, se suponía que yo también había declarado y había salido herido en ese incidente, no se que hacía en casa!

Aunque recordar por un segundo la cabeza del hombre separada del cuello y la gran mancha de sangre de la entrada me hizo detenerme casi en seco.

–Tú hiciste exactamente lo mismo con tu padre, no? –Habló en alguna parte de mi mente una voz que empezaba a hacerse familiar por decir algunas cosas sueltas desde que Lord y Bastián no estaban en casa.

Aunque me imaginaba que sería Aldinach y que realmente tampoco me estaba volviendo tan loco al no poder hablar con nada que me fuera a responder.

–Cállate, ese fuiste tú –Respondí en voz alta volviendo a caminar pasillo a delante.

Lord me había dicho que le echara la culpa a él, así que eso hacía para intentar no recordar nada de lo sucedido.

Seguro? –Comentó de nuevo.

Pero esta vez lo ignoré como si no hubiera escuchado nada y seguí caminando por el pasillo hasta llegar a las escaleras que llevaban a las habitaciones.

Seguro? –Volvió a sonar insistiendo en mi atención.

En cuanto pisé el primer peldaño se empezó a repetir una y otra vez como un disco rayado haciendo que me entrara dolor de cabeza y se me cayera el libro al suelo.

–Cállate! –Supliqué empezando a dudar si era yo el que llevaba mi cuerpo o era él.

Pero siguió insistiendo mientras subíamos las escaleras, yo estaba más centrado en agarrarme la cabeza por el dolor que sentía que por saber que estaba haciendo con el resto de mi cuerpo, ni siquiera noté cuando las gafas volaron de mi cara, sería un milagro si no se habían roto.

SEGURO!? –Chilló ya llegando a una voz estridente y desagradable haciéndome gritar de dolor por no escuchar su voz.

Mi cuerpo iba chocando contra las paredes o cayéndose al suelo por qué me fallaban las rodillas.

–CÁLLATE! –Suplicaba una y otra vez intentando no escuchar más su voz.

Si mi cabeza no explotaba lo harían mis tímpanos, todo mi cuerpo comenzaba a doler exageradamente cada vez que me movía, de un momento para otro estaba llegando realmente al límite de la locura.

Cuando por fin caí en algo mullido y mi cuerpo decidió quedarse ahí pude centrarme más en conseguir que la voz remitiera... pero solo iba a peor.

Mascota  (Yaoi/BL)Where stories live. Discover now