Capítulo Ocho.

4.3K 396 8
                                    

Me cubrí la boca para que mi asombro no lo alertara, tuve que sostenerme de la pared para no desmayarme, pero es que por mi mente nunca pasó que estuviera haciendo eso. Precavida me acerqué a la puerta para apreciarlo mejor, pero la puta oscuridad solamente me hace ver la sombra… de algo gordo y alargado.

Me retorcí mordiendo mi labio, ¿Por qué esto me sucede a mi? ¿Acaso las estrellas se alinean para crear situaciones así? Quiero dejarlo tranquilo pero este tipo de cosas suceden.

—Agh, mierda, ¿Seguirás así por toda la maldita noche? —escucharlo insultar enojado y tembloroso por lo excitado que está, causa contracciones en mi, más cuando sobre pienso sus palabras, ¿Toda la noche? ¿Pues desde cuando está así? O más bien ¿Cuánto tiempo puede durar así? Me pregunto si necesitará ayuda —Amigo, tendrás que quedarte así —de repente salió todo sudado, y rojo de la furia, incluso fue capaz de azotar la puerta del baño.

Por suerte yo ya me encontraba afuera de la habitación, viéndolo desde la puerta como una pervertida.

Cerca del armario se empezó a desabrochar su camisa, que por su sudor está transparente, ¡Demonios! ¿Cómo puede desvestirse con la puerta abierta? ¿Acaso olvida que vive con una enferma obsesionada con él?

Dios Santo, sus cejas están tan torcidas que sin dudas se romperán, ¿Su enojo se deberá a lo abultado que está su pantalón?

Me retorcí sobre mi lugar, como si quisiera orinar, pero lo único que quiero es que mi intimidad ya deje de alocarse por esto.

¡Esto es enfermo!

Debería dormir, pero para siempre…

[…]

—Uhm... ahg —gemí atrayendo la almohada hacia mi intimidad. Juntar los muslos y apretarlos no fue suficiente para calmarme en este día, ni siquiera darles un vistazo a mis semillas me pudo distraer de este calor infernal.

Hoy, Johan se veía tan lindo, viéndome discretamente mientras comíamos. En serio quiero saber como logra hacerme sentir bonita con un gesto tan normal. Me pregunto; ¿Cómo llegamos a esto? ¿Qué brujería hice para que por fin me prestara atención? Si hace unos meses veía su celular cada vez que almorzaba, revisaba papeles o ni siquiera venía, ahora, no solo me ve, también tiene erecciones gracias a mi.

—Ah...—moví más rápido mi cadera, tanto que reboto en la cama, ¡Necesito más! Comienzo aburrirme con solo la almohada...

Por mi mente pasó la idea de hacerlo con los dedos, pero de inmediato negué con la cabeza, ¡Nunca lo he hecho así! Por más estúpido que suene.

Supongo que porque soy principiante en esto, gracias a mis padres jamás tuve una niñez o adolescencia turbulenta, siempre me mantuvieron entretenida en cualquier tipo de actividades, como el baile, (destaco mucho en eso). Fue hasta que conocí a Johan, no diré que gracias a él sentí cositas en mi intimidad por primera vez, pero fue por él que me atreví a rozármela.

No, si sigo así moriré…

Sonrojada me saqué mi jean junto con mi braga, sentí un poco de incomodidad cuando abrí las piernas, pues se siente raro dejar mi intimidad a merced del aire. Acomodé un mechón de mi cabello temblorosa, estoy muy mojada que seguramente tendré que lavar la sábana.

¡Definitivamente me iré al infierno por hacer esto! Pero es que ya no lo resisto, siento que explotaré si me cruzo de brazos, (o de piernas) . Entonces delicadamente llevé mis dedos a mi hinchado clítoris. Debido a lo indecisa que estaba, me costó trabajo empezar a mover mis dedos (anular, medio e índice) en círculos, pero cuando finalmente me atreví; gemí contrayendo mi cuerpo. ¿Por qué mierda se siente tan rico?

Seduciendo A Las Rosas [Oficial]Where stories live. Discover now