Capítulo Once.

3.8K 354 26
                                    

—Que bonito —Christian se sobresaltó cuando escuchó a Johan a sus espaldas, hasta yo me tensé debido a lo áspera e irónica que fue su voz.

Desvíe la mirada, ni siquiera tengo el valor para sostener su desabrida mirada, seguramente piensa que ignoré su advertencia a propósito.

—Pensé que la caballerosidad se había extinguido…—felicitó sarcástico para luego rodear a Christian con una mirada hostil pero con una sonrisa amigable, ¿Cómo hace eso? No lo sé —Te lo agradecemos, pero yo mismo me encargaré de contratar a alguien que se haga cargo de nuestro futuro jardín —sorpresiva le tendí mi vista, ¿Nuestro futuro jardín? ¡Carajo! Sé que probablemente lo dijo porque la casa es de los dos pero me hizo sentir muy especial —Así que no te molestes…

Me puse firme cuando se paró al lado mío, tan cerca que parece que su intención es esconderme.

—Oh, no es una molestia, ya que gracias a Verónica estoy comenzando a interesarme en las plantas —sonrió amigable, no pude evitar devolverle la sonrisa por lo tiernas que fueron sus palabras pero cuando sentí la punzante mirada de Johan me hice la loca.

¿Qué hay de malo en ese joven? ¡Es un ángel! No entiendo porque no quiere aceptar su ayuda.

—¿Es así? —comentó fingiendo incredulidad —Hay una anciana cerca de nosotros que necesita ayuda con su jardín, ya que te encantan tanto las plantas le diré que irás a ayudarle —apenas su gran mano agarró mi hombro; un calor infernal se desató por todo mi cuerpo, ¡Carajo, pensé que mis calenturas estaban controladas! —Solo una advertencia… ella suele ser muy coqueta con los hombres, así que mantén distancia —le aconsejó, aparentemente agraciado por la situación —Tenemos prisa, ¿Verdad Verónica?

—A-Ah… si, nos vemos Christian —reaccioné cuando volteó a verme, ¿Cómo es que pudo cambiar tan rápido de expresión? Hace solo un momento estaba divertido pero ahora sus ojos me ven agresivamente.

—Si, nos vemos Verónica, y gracias, intentaré ayudar a la anciana —trató de sonreír.

Johan solamente le dio un último vistazo antes de bajar su mano a mi cintura e invitarme a caminar lejos de ese pequeño pasillo.

Con un leve sonrojo agarré con más fuerza mi canasto. Miento si digo que no me gusta la forma en que me tiene tomada de la cintura, ¡No soy masoquista! Pero su agarre es tan firme que lo seguiría a donde fuera.

Discretamente lo miré de reojo, mantiene la mandíbula tensa, así como algunas venas se le forman en el cuello, ¿Tan molesto está?

Amaría decir que está celoso y que por eso actuó de esa manera pero… Johan debería amarme para sentir tal emoción, ¿Verdad?

Desvíe la mirada incómoda cuando me volteó a ver. Carajo, ¿Cómo me quito este calor?

[…]

Subo las escaleras insegura, pensé que el incidente que tuvimos con Christian pasaría por alto, pero después se formó un silencio incómodo, incluso cuando tuvimos que pagar. Si, traté de hacer platica pero cuando volteaba a verlo se me quitaban las ganas.

Hasta fue capaz de saltarse el almuerzo, aunque creo que lo hizo para preparar su maleta, pero da igual, sé que está molesto.

Ahora mismo le llevo un sándwich porque ya lleva mucho tiempo en la habitación, por más enojado que este debe tener hambre.

Poco después de relajar mi rostro le di unos toquecitos a la puerta para anunciar mi entrada, al adentrarme fue inevitable ver una botella de vino junto una copa vacía sobre la mesita de noche.

Rápidamente lo busco con la mirada, no es como si fuera la primera vez que bebe, pero estamos por irnos, ¿Es seguro que conduzca? Bueno, conociéndolo solo bebió dos copas.

Seduciendo A Las Rosas [Oficial]Where stories live. Discover now