Capítulo Trece.

3.1K 296 8
                                    

Feliz terminé de abrocharme mi short de mezclilla, ¡Por fin daremos un paseo por esta hermosa ciudad! Me emociona que podamos desayunar en un restaurante, que vayamos de compras, como una pareja de enamorados, ¡Literalmente haremos esto por primera vez! ¡Ojalá nada malo pase y podamos ir tranquilos!

Fui al pasillo de la entrada para recibirlo contenta, había salido por alguna razón y me dijo que me terminara de arreglar. Le sonreí hasta por las orejas, perdidamente fascinada, pues tiene su camisa blanca con los primeros botones desabrochados, quizás solo se ve su hermosa clavícula pero deja que mi sucia mente recuerde lo marcado que tiene su abdomen. Y aunque moría por verlo con short, trae un pantalón suelto negro, ¡Realmente perfecto!

—¿Ya estas lista? —interrogó viéndome lentamente de pies a cabeza, mis ganas de dar una vuelta por poco me consumen pero logré calmarme.

—¡Si! De hecho estaba esperándote —contesté, tanta era mi emoción que rompí récord en tomar una ducha lo más rápido que pude —¿Ya nos vamos?

—Ah sí, afuera vi esto, me gusto y te lo compré —me extendió una prenda color crema doblada, agradecida lo recibí para luego examinarla —¿Qué tal si te lo llevas? Te puede ayudar para cubrirte del sol.

—¿En serio? —me lo puse torpemente, entonces me di cuenta que es un kimono de playa, muy hermoso, tiene algunas palmeras con cocos dibujados, del mismo color crema —Es hermoso…—mencioné antes de ir al espejo del closet para admirarme, ¡Es lo primero que Johan me da en este día! Debo guardar el recuerdo muy bien.

—Sabía que te quedaría bien —se puso atrás de mi, todo mi cuerpo se puso rígido, últimamente he sentido la energía de Johan muy fuerte, incluso cuando dormimos anoche, casi muero de calor.

—Gracias —vi su reflejo agradecida, me emociona que haya pensado en mi al comprar esto, ¿Qué para cubrirme del sol? Es un gran detalle, porque desde la pared de vidrio puedo notar que el día es reluciente, aunque ya me había echado bloqueador —Ugh..—me quejé cuando sorpresivamente Johan puso algo en mi cabeza, tardé en reponerme y al hacerlo me quedé inmóvil admirándolo, verlo reírse bromista me hace sentir como una mujer que acaba de caer en una broma de su marido, un marido que la ama mucho.

Volví a la normalidad gracias a que Johan me levantó una ceja seguramente porque no reaccioné a la capelina color almendra que me puso, parpadeé varias veces antes de acomodármela y examinar como me queda.

Me sonrojé para no gritar y llorar como loca, ¿Su intención es enamorarme más? Porque lo está logrando incluso haciendo esto que seguramente ante sus ojos es una cosa simple, me giré a su dirección lentamente, ¿Puedo agradecerle sin lanzarme a sus brazos? ¿Sin besarlo?

Y lo que más me enternece, es que si omitimos todo los acercamientos que hemos tenido estoy segura que Johan habría hecho exactamente lo mismo .

—Ahora ya estás lista —mencionó de repente —¿Nos vamos ya? —interrogó de la forma más linda posible, con un leve sonrojo asentí rápidamente —Salgamos, dentro de poco vendrán a traer nuestras maletas para llevarlas a la casa de Andrew.

—¿Después de nuestro paseo iremos con él? —lo seguí a la salida.

—Claro, después de comprarte algo hermoso —se adelantó sin antes lanzarme una mirada picara, dejé de caminar por unos segundos, ¿Acaba de coquetearme? ¡Santo Dios! ¡Debe hacerlo más seguido! Juguetona me puse a su lado, con peligro de no quitarle la mirada de encima por el resto del camino.

[….]

—¿Prefieres desayunar primero o ir a una boutique? —interrogó llamando mi atención, repentinamente sentí una dosis de amor invadir mi corazón, quizás también fueron sus palabras pero su forma de decirlo me derritió, fue tan atento.

Seduciendo A Las Rosas [Oficial]Where stories live. Discover now