Capítulo Nueve.

4K 353 14
                                    

¿Al fin podré ver lo que tiene entre las piernas? ¿De verdad mi fantasía está apunto de cumplirse? Todo esto parece un sueño, ¡Jamás creí que esto sucedería! Hace solo un mes estaba muy lejos de lograrlo, solo existía en mi mente, pero ahora… estoy enfrente suyo, arrodillada cerca de su abultado pantalón de tela.

Gracias a los incidentes que pasamos, mi mente no deja de imaginar su pene. Es decir, no olvido lo estirada que estaba aquella toalla, o la cosa gorda que Johan jalaba en su baño, ¡Definitivamente eso me hace querer verlo ya! ¡Las ansias que tengo son tantas que yo misma le quitaría el pantalón!

Pero ¿Por qué tarda tanto? ¿Se habrá dado cuenta que no debemos hacer esto? ¿No quiere hacerlo con una persona que no ama? Insegura levanté la cabeza y lo vi cubriéndose la boca mientras reía levemente.

—¿Johan?

—Verónica…—me imitó con un énfasis travieso. Le sonreí coqueta, es tan grande que desde está perspectiva parece un rey, ¿Pero qué tonterías digo? Si es el rey y dueño de todo mi ser —¿Lista? —interrogó sonriente, mis mejillas no tardaron en sonrojarse, en serio me pregunto porqué nunca sonríe así, se ve más joven ¡Y más guapo!

Asentí desesperada, como si en lugar de ofrecer su intimidad, le estuviera ofreciendo a una mujer sedienta un vaso de agua. Al verlo llevar sus manos hacia su cinturón rápidamente pasé todo mi cabello hacia atrás, haciendo un moño improvisado, claramente no sirvió de nada pues algunos mechones se escaparon.

Justamente estaba por bajarse el bóxer cuando de repente empezó a vibrar su móvil, creí ciegamente que no lo contestaría, pero con una sonrisa ganadora lo sacó.

Jamás, JAMÁS en mi puta vida había maldecido un aparato como un teléfono celular. ¿Quién mierda lo llama? Si, tal vez es normal para Johan recibir llamadas a esta hora de la noche, pero ¿¡Por qué justo ahora!?

—Hola, ¿Qué pasa? —contestó mirándome. Trata de contenerlo pero sé que en el fondo se ríe de mi, quizás cree que soy la mujer con la peor suerte del mundo —Espera…—me susurró al mismo tiempo que cubría el micrófono del móvil.

Sin esperar a mi reacción se dio la vuelta en busca de su saco, seguramente para aguardarlo ya que odia tener todo desordenado. Pero eso no me enoja, lo que me ofende es que se prepare para dormir como si no tuviera a una mujer desesperada por mamársela en el suelo.

En verdad me siento capaz de incendiar un bosque entero con toda esta furia que estoy desprendiendo, ¡Es un maldito!

—Johan, se me olvido decirte que te prepares…

—Si, para todo el fin de semana, lo sé, Andrew —cuando supe quién era el entrometido apreté los puños con fuerza, ¡Maldito! Arruinó todo con su estúpida llamada.

Y lo que más me molesta es que Johan sigue ignorándome, ¡Juro que si tuviera un poco de dignidad ya me hubiera largado! Pero en serio quiero que esto pasé, tanto que esperaría hasta el fin del mundo.

—¡Claro que no! Olvidé decirte un pequeño detalle, y me sorprende que no lo hayas notado, es obvio que mi fiesta durará toda la semana… —afirmó causando impresión no sólo en mi, también en Johan, quién se puso tenso.

—Estás loco Andrew, no puedo ausentarme por tanto tiempo… —harta me levanté del suelo para después caminar sigilosamente hacia él. Por más que quiera no dejaré pasar esta oportunidad, lo conozco y sé que si me voy actuará como si nada hubiera pasado.

—Claro que puedes, bueno, por lo menos intenta quedarte conmigo por tres días más. Serían unas bonitas vacaciones, ¿No crees? —Johan trató de sonreírme cuando me puse enfrente suyo, y como parecía más entretenido con la llamada decidí llamar su atención desabrochando mi blusa —¿Sabes? No sé porque creo que nunca haz sacado a tu mujer, ¿No es un poco cruel? Tienes todo para hacerla feliz…—dejé de moverme cuando dijo eso.

Seduciendo A Las Rosas [Oficial]Where stories live. Discover now