Capítulo Catorce.

3K 266 9
                                    

—Te queda perfecto —susurró a mis espaldas, miré al suelo sonrojada, quiero disimular los temblores que provoca su respiración cerca de mi cuello descubierto —No me equivoque —quizás en sus ojos solo hay deleite pero mi estúpidamente lo cambia por amor, liberando una historia romántica —¿Qué piensas? —sus radiantes ojos se centraron en mi cara haciéndome volver a la realidad.

Entonces me di un vistazo rápido, Johan pidió que me pusiera este vestido color cocoa, de mangas largas y holgadas fuera de los hombros, con escote de corazón, la tela pegada al cuerpo pero manteniendo un hermoso desorden tanto en el pecho, como al final, y extrañamente me llega por encima de las ridllas,

—En verdad es hermoso —dije moviéndome para saber como se me ve de costado y por detrás —Solo me falta arreglar mi cabello, en un segundo estaré lista —desesperada fui en busca de algún pasador pero me sostuvo de los hombros para mantenerme en una postura específica, luego con ambas manos agarró dos mechones de mi cabello de enfrente.

Como un árbol gobernado por el aire; quieta de abajo pero por arriba totalmente loca, dejé que me peinara, viendo su reflejo, sonriéndole como boba porque definitivamente es su primera vez peinando a una mujer.

—Según yo, me saldría bien —se río de si mismo.

—Pero qué dices —cuando me dejó libre examiné la media cola que había hecho, quedó terriblemente espantoso pero el saber que me quería peinar lo hace perfecto —Solo tengo que acomodarlo —intenté simplemente arreglarlo pero cuando sentí algo grande y rasposo en mi cabello, lo quité.

—Pensé que solo ibas acomodarlas —se me acercó agraciado, fingiendo indignación —¿Cómo se siente tener tu primera rosa abierta? Sé que es mucho para una simple fiesta de playa pero me pareció lindo —afirmó, por mi parte no dejo de ver la horquilla que simula ser una rosa abierta, que cuando la pones normalmente caen cordones con espinas.

—Dios, ¡No! Johan esto se ve caro —toqué suavemente el material, todo es blanco, y con solo verlo sé que costó mucho —¿Y si mejor lo aguardamos?

—Te lo compré para que lo presumas..

—¿Presumir qué? ¿Qué tengo un esposo adinerado? —lo volteé a ver juguetona, este me observó culpable —Iremos a una fiesta de playa, no quiero perder tal cosa en el mar…

—¿Si? Bueno, es tuyo, aguárdalo si quieres —despreocupado se encogió de hombros, ¡Definitivamente lo aguardaré! No lo quise decir al aire libre pero lo cierto es que no quiero usar tal joya en una simple fiesta de cumpleaños.

—Te lo agradezco tanto, Johan…—murmuré éste solamente me dirigió una sonrisa torcida.

[…]

Engrandezco los ojos cuando veo la enorme casa a la que nos estamos acercando, Johan me mencionó que esta casa le pertenece a Andrew, ¿en verdad tienen tanto dinero? Incluso yo viniendo de una familia adinerada me parece exagerado lo grande que es, y sin duda costó demasiado porque está cerca del mar.

—Que extraño... la música debió haberse escuchado varios metros atrás —Johan juntó las cejas desconcertado, fue cuando yo también reaccioné, todas las luces están encendidas pero extrañamente todo esta en silencio.

Seguimos caminando por el delgado camino de piedra rodeado por una arena perfectamente limpia, todo parece de ensueño, incluso puedo admitir que las olas a la distancia actúan como en un comercial.

—¡Hey! —reaccioné aturdida cuando un hombre no demasiado lejos, nos gritó.

—Mierda, no —escuché a Johan quejarse en silencio apenas se dio cuenta, forcé la mirada para saber si lo conozco, tiene cabello rubio claro, y con ese traje blanco puedo ver que se mantiene ejercitado, pero no se quién es.

Seduciendo A Las Rosas [Oficial]Where stories live. Discover now