Secretos y Mentiras (Como te odio Percy #2)

Capítulo 09: Entre pescados y disculpas.

Unos días después, el viernes...

Al final, resulta que a Piper le tomó más tiempo del esperado en tomar la iniciativa para hablar con Jason Grace. Él ha sido todo un caballero, dándole su espacio, aunque ella no sabe si agradecérselo u odiarlo por no haber insistido más en hablar con ella.

Ambos acuerdan encontrarse en un restaurante de sushi cerca de la cabaña de las chicas, Piper le ha pedido que se vieran ahí porque sabe bien que Jason odia esa comida, así que será una prueba del amor del chico por ella.

Piper llega primero, así que ella se encarga de elegir la mesa y el menú. Al cabo de unos minutos llega Jason, con un ramo de rosas.

Ella no puede evitar enternecerse por el gesto, pero prefiere mantener su rostro neutro.

—Hola, Piper. Te traje esto. —El rubio le sonríe, luciendo un poco tímido. Piper acepta las rosas con cierta indiferencia.

—Buenas noches, señor Grace, muchas gracias.

Jason luce algo dolido por la fría actitud de la chica. Se aclara la garganta y toma asiento delante de ella. El mesero les trae las bebidas y los platillos que Piper previamente había ordenado. Él luce algo nervioso por el pescado en su plato, pero decide comer un pedacito. Por Piper.

—Me alegra que me hayas invitado a venir. —Jason toma un gran trago de su bebida, pero siente que hará falta algo mas fuerte que un zumo de frutas para poder pasar el sabor espantoso del sushi.

—Esto no es una cita romántica, Jason.  No te confundas. —Piper deja los cubiertos en la mesa. Jason la imita, aliviado de saber que no debe comer más pescado crudo—. Solo quiero aclarar las cosas. Saber la verdad.

—Pipes... —Intenta tomar su mano por encima de la mesa, pero ella se aparta. El gesto lastima a Jason—. Reyna y yo solo somos amigos.

—Eso dicen todos. —Piper alza la ceja.

—Pero yo lo digo en serio. Ella es solo una amiga... Aunque admito que nunca pensé que llegaríamos a formar una amistad. Ella y yo tuvimos un par de diferencias este año escolar, nunca aprobé todas las cosas que hizo en tu contra o contra tus amigas. No es algo que la vice presidenta del Consejo Estudiantil debía hacer, tampoco debió haberlo hecho como persona. —Jason suspira—. No la estoy justificando, ni nada parecido. Pero los últimos días de clase me percaté que ella visitaba mucho al consejero estudiantil, así que me preocupé un poco. Empezamos a hablar y me contó que tiene algunos problemas con su familia. No la ha estado pasando nada bien este año.

—Eso no justifica toda la maldad que corre por sus venas. —Piper se cruza de brazos.

—Lo sé, pero al menos lo explica. Y cuando conoces mejor a Reyna te das cuenta que en el fondo no es tan mala persona.

Piper aprieta los labios, discordando un poco con la opinión de Jason. Él parece muy sincero, y puede leer con facilidad que en sus ojos realmente desea que ella le crea y entienda su situación.

«Oh, no.» Piper se da cuenta que está a punto de caer en las redes de Jason, cuando de pronto todo se arruina por la inesperada llegada de una visitante.

—J, cariño, que alegría verte aquí —dice Reyna con una enorme sonrisa.