¡Vamos a la playa!

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Capítulo 2: ¡Vamos a la playa!

La noche está cayendo y ya todos se están retirando a sus hogares, excepto Annabeth y Percy. Cuándo el chico va a despedirse, Annabeth lo detiene.

—Tenemos que hablar de algo —le dice la rubia. Percy se encoge de hombros, pero toda su despreocupación se evapora al notar el nerviosismo de la chica.

—¡Oh, no! —exclama Percy—. ¡Vas a romper conmigo!

Annabeth parpadea.

—¿Qué? No, claro que no, sesos de alga —le sonríe tranquilizadoramente—. Es sobre otra cosa que quizá no te guste.

—¿Qué sucede? —Percy la mira preocupado.

Annabeth toma aire.

—Mi familia y yo nos iremos de viaje durante todo el verano, así que no te veré hasta el otoño.

Percy se queda mudo y boquiabierto.

—¡Pero no puedes abandonarme tanto tiempo! ¿Qué haré sin ti? —Hace una mueca lastimera, como un cachorrito herido. A Annabeth le parece un tan tierno que de inmediato se entristece. Ella tampoco quiere pasar tanto tiempo sin él.

—Oh, Percy, no tengo idea. Te voy a extrañar mucho.

—Y yo a ti, listilla.

—No te preocupes, nos veremos apenas comiencen las clases —ella le sonríe, tratando de sonar optimista, pero Percy se ve bastante desanimado.

—Te irás todo el verano... —dice él, luciendo tan deprimido que a Annabeth le causa mucha ternura y tristeza.

—Hemos alquilado una cabaña frente a la playa. Sé que es terrible que no nos veamos todo el verano, pero esto es algo importante. Mi familia y yo no pasamos mucho tiempo juntos, apenas los veo durante la época escolar. Están trabajando día y noche, y me emociona pasar este tiempo de calidad con ellos... Tú entiendes, ¿verdad?

Percy lanza un suspiro.

—Claro que entiendo, listilla —Percy le sonríe—. Es solo que te voy a echar mucho de menos, no sé qué haré sin ti... —Y de repente a Percy se le ocurre algo—. ¡Ya sé, tengo una idea para que estemos juntos!

—¿Qué cosa? —Ella lo mira expectante y curiosa, deseosa de saber cualquier solución que le permita estar cerca del amor de su vida.

—¡Iré contigo!

Annabeth se queda en silencio, mirándolo con los ojos abiertos como dos bolas de cristal. ¿Qué acaba de decir?

—¿Que tú harás qué cosa? —le pregunta, incrédula.

—¡Iré contigo! —repite Percy, cada vez más emocionado—. ¡Solo piénsalo! Es la solución perfecta. Pasaremos juntos todo el verano, ¿no te parece una gran idea? ¡Soy más inteligente que Plutón!

—Platón —le corrige ella, sonriente, y no solo sonríe por el error de Percy, también por la idea que él le ha dado—. ¡Claro que me parece una gran idea! No sé cómo no se me ocurrió antes, es perfecto. ¡Eres el mejor novio del mundo!

—Eso ya lo sé. —Él le guiña un ojo y ella se ríe, plantando un beso en sus labios en señal de agradecimiento.

Poco después...

—¿Que vas a hacer qué? —exclama Leo, mirando a Percy boquiabierto. Todos sus amigos lucen igual de sorprendido.

—¡Me voy a ir de vacaciones con la familia de Annabeth! —repite Percy con una enorme sonrisa en su rostro.

—¿Siquiera saber si le agradas a la familia de ella? —pregunta Nico, haciendo que la sonrisa de Percy se borre. Percy frunce el ceño, pensativo.

—Cuando Annie y yo éramos amigos yo le caía bien a su padre.

—Exacto, le caías bien, en pasado —señala Leo con una sonrisa burlona al ver el rostro preocupado de Percy.

—¿Crees que ahora me deteste?

—Fuiste el peor enemigo de su hija, piénsalo —dice Jason, sumándose a las bromas de sus amigos.

—Te va a costar mucho ganarte de nuevo a tu suegro, Percy —añade Frank

Percy tiene los ojos abiertos como dos naranjas, aterrorizado y preocupado. De repente sus amigos estallan en carcajadas limpias y sonoras, haciendo que Percy vuelva a respirar y les lance miradas asesinas.

—¡No es gracioso, casi les creo! —grita él, indignado.

—¡Tenías que ver tu cara! ¡Tendríamos que haberte grabado! —dice Leo, riéndose a mandíbula batiente del pobre Percy.

—Ya, relájate, Percy —dice Jason, con una sonrisa y palmeando el hombro de su amigo—. Estoy muy seguro que al señor Chase todavía le caes bien.

—¡Oigan, chicos, se me ocurrió algo grandioso! —exclama Leo, llamando la atención de sus amigos—. ¿Y si acompañamos a Percy en su viaje con Annabeth? ¡Yo quiero ver cómo el señor Chase intimida a Percy!

—¡Oye! —exclama Percy, sintiéndose indignado de nuevo.

—¡Esa es una excelente idea! —apoya Jason—. Podemos ir todos con ustedes al viaje a la playa, incluso podemos invitar a las amigas de Annie.

—Le avisaré a Hazel —se ofrece Frank.

—Hablaré con Piper, no va a negarse.

—La playa es un buen lugar para conocer chicas —dice Leo con un guiño.

—¿Tu no tienes novia? —le recuerda Nico.

—¡No es para mí, bobo! —exclama Leo, refunfuñante—. Es para Frank, para que deje de suspirar por Hazel sabiendo que nunca le hará caso.

El mencionado enrojece y sus amigos estallan en nuevas carcajadas mientras Frank se pone cada vez más rojo.

—Vamos a empezar a decidir qué llevar, chicos —dice Jason cuando terminan de reírse—. Es hora de acompañar a Percy para que no se pierda en el camino del aeropuerto a la playa.

—¡Tampoco soy tan tonto!

Y con nuevas risas, se dirigen a sus casas para planearlo todo.

Secretos y Mentiras (Como te odio Percy #2)Where stories live. Discover now