Capítulo 19: Ultimátum.

22 4 0
                                    

🌊Al día siguiente...🌊

Jason no había visto a Piper en varios días, y la verdad es que ya la echa mucho de menos. Ella prometió evadirlo a toda costa y lo ha logrado. Ni siquiera le responde los mensajes o las llamadas.

Sin embargo, no ha pasado sus días en soledad, ya que Reyna ha estado ahí para él en todo momento.

Han salido juntos en varias ocasiones y ella le ha escuchado atentamente cada vez que él se deprime por su relación rota con Piper, incluso le ha dado consejos. Reyna no es tan mala persona como Piper piensa, al contrario, es una mujer maravillosa.

Ha amanecido un nuevo día en la isla, y Jason había quedado en ir a desayunar con Reyna, a pesar de la desaprobación de sus amigos.

Sale de la cabaña, pero al dar un par de pasos, logra divisar en la distancia un sombrero de paja con plumas que conoce muy bien: ¡es Piper!

Una gran sonrisa se dibuja de inmediato en el rostro de Jason y se apresura en alcanzarla.

—¡Piper! —exclama con alegría al llegar a su lado. Ella le da un mirada de sorpresa que pronto es reemplazada por una mirada molesta.

—¿Qué quieres? —pregunta con sequedad.

A Jason le duele su indiferencia, pero no lo demuestra.

—Quiero que hablemos —dice, poniendo una mano en su antebrazo para que deje de caminar—. Te extraño mucho.

Piper rueda los ojos, enmascarando el dolor que le da verlo con fastidio.

—No me interesa. —Aunque es mentira, le interesa, y mucho. Cada día debe hacer un esfuerzo sobrehumano para no correr a abrazarlo y pedir que se reconcilien. Pero ella es orgullosa, y no dará su brazo a torcer con tanta facilidad.

—Por favor, Pipes —dice con un puchero—. No quiero que sigas enojada conmigo, quiero que volvamos a estar juntos y felices como antes.

—Ese es el problema —dice ella con rabia, cruzando los brazos—. Ya nada es ni será como antes. ¿Acaso piensas que no me he enterado de tus saliditas con Reyna? —Piper hace un gran esfuerzo para no romper en llanto—. ¿Cómo crees que eso me hace sentir?

Jason ha palidecido, pero aún así se defiende.

—Reyna es solo una amiga.

—¡Ella es una víbora! —estalla Piper—. Ella es una persona mala, muy mala, ¿cómo es que no lo ves?

—No la conoces. —Jason tiene el presentimiento de que no está diciendo las palabras correctas, pero no puede evitar salir en defensa de Reyna. Ella se ha portado de maravilla con él, no entiende cómo es que Piper la odia tanto.

—¡Tú no la conoces! —Piper descruza los brazos y aprieta los puños a sus costados—. ¡Deja de defenderla!

—¡La juzgas sin conocerla!

Piper siente un irremediable deseo de cachetear a Jason para que entre en razón, pero se contiene. Se siente muy herida y traicionada.

—No puedo reconciliarme contigo mientras tú seas amigo de esa arpía —dice ella entre dientes.

—¿Me estás pidiendo elegir? —Ya a esas alturas Jason se siente enojado e indignado.

—¿Ella o yo? —dice Piper con firmeza.

—No puedes hacerme elegir, Piper.

—¿Ella o yo, Jason Grace? —inquiere ella, pero Jason no responde y eso rompe el corazón de Piper en mil pedazos. Ella se contiene de gritarle todos los insultos del mundo y en su lugar dice otras palabras que la lastiman—: Se acabó, Jason. Se acabó para siempre.

Su voz se rompe y ella sale corriendo, no queriendo que él la vea desmoronarse en llanto.

Secretos y Mentiras (Como te odio Percy #2)Where stories live. Discover now