Capitulo 4

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No lo hagas.

Me despierto sobresaltada. No estoy en casa y un peso muerto está sobre mi cuerpo. Trató de moverme pero no logro más que respirar forzosamente por el esfuerzo y sudar aún más. Giro la cabeza en busca de algo que me pues ayudar cuando me encuentro con el rostro dormido de Mikael. Parece más joven aunque tiene la sombra de la barba de tres dias difuminada en su mandíbula. Me hago a un lado sin querer despertarlo pero abre sus azules ojos y me sonríe.

-Buenos días princesa... - dice con su voz ronca. Me siento en la cama y busco por mi teléfono. Cuando lo enciendo me dice que son 7:43 a.m y tengo más de once llamadas perdidas y siete mensajes. Todos de parte de mamá, papá y Amanda. Rayos. Me levanto corriendo de la cama y busco mi ropa y me la pongo rápidamente. - ¿Qué ocurre bebé? - pregunta Mik.

-Mamá me está buscando... Yo... Tengo que irme. - digo y beso su mejilla. - Te quiero. - digo antes de que pueda decir algo para detenerme, dejándolo estupefacto.

Escucho la cama sonar así que me echo a correr antes de tener la oportunidad de enfrentarme al chico al que me aferre toda la noche.

Cruce los nueve metros que separaban su jardín del mio y, luego de haber buscado mis llaves sin hallar nada, toque la puerta. Una muy preocupada versión de mi madre me recibió. Tenía bolsas bajo los ojos y estaba pálida.

-¿Estás bien mamá? -le pregunto me mira y sus ojos se llenan de lágrimas. Me abraza fuerte sin despegar su rostro bañado en lágrimas de mi hombro. - Mamá...

-¿Dónde estabas? Nos llamaron del hospital hace unas dos horas o algo así, no hemos parado de buscarte... ¡No puedo creer que te escaparas! - me dice. Detrás de ella aparece papá y se acerca hasta nosotras y me abraza fuerte.

-¿Dónde estabas? - me pregunta.

-Será mejor que entremos... - lles digo y cierro la puerta detrás de mí. Nos dirigimos a la sala y, para mi sorpresa, allí también se encuentran Amanda y Edgar. Los miro con el ceño fruncido. No se porqué me molesta verlos siempre juntos, pero ultimamente, no puedo evitarlo. -Hola chicos , no sabían que iban a estar aquí... - saludo con una sonrisa incómoda.

-Tu mamá nos llamó... - responde Amanda un poco fría. Me aclaro la garganta.

-Si, al parecer soy de mucha importancia últimamente... - digo sarcásticamente y me siento frente a ellos. El timbre suena y papá abre la puerta. Rayos, es Mik....

-Claro, pasa hijo... - papá lo deja pasar y nuestras miradas se encuentran antes de que se acerque decidido hasta mi y tome asiento a mi lado, sin siquiera pestañear. Me tiene eclipsada dentro de sus ojos azules mientras me reta con estos.

-Eva, ya es suficiente, quiero que comiences a explicarme dónde estuviste anoche.... - dice mamá. Asiento, agradeciendo el poder romper la intensa coneccion visual con Mik, quien se sienta más erguido a mi lado.

Todos se sentaron y escucharon mientras contaba la historia de mi loco intento de escape. Todos me escuchaban con el ceño fruncido mientra relataba.

-La verdad es que no sé qué pasó muy bien esa noche, mamá, simplemente estaba dormida luego de que me cedaran antes de que se fueran, pero tuve una pesadilla y todo cambio... No sé cómo logre salir, es como si faltará algo en mi mente, pero ya estaba fuera, así que llamé a la única persona que se me ocurrió... Mik... - les digo y Mik se acerca más a mi, pasando su brazo sobreprotector por la espalda. - y pues si, no quería molestarlos, sabía que estarían durmiendo y me quedé con él... Lo siento si los preocupé... - concluyo y todos me miran procesando mi historia.

-Bueno, supongo que nos preocupamos por nada entonces... - papá fue el primer en hablar. Mamá le da una mirada sin poder creérselo.

-¿En serio? - le pregunta y papá asiente. - Esto es ridículo... Estábamos muy preocupados, Evangeline... Nos diste un sus... - rempieza a regañarme pero no tiene tiempo de seguir hablando porque la puerta que daba al patio se abrió de golpe y una horrenda criatura entró a la casa.

Perdida En Mis RecuerdosWhere stories live. Discover now